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Transcript

Luis Pérez Guil

Símbolos de España

Himno

Escudo

Bandera

Índice

Bandera

01

El origen de la bandera española se remonta a la época en la que los Reyes Católicos reinaban en España, ya que fueron quienes se encargaron de fusionar las banderas de la Corona de Aragón con la de Castilla. La función principal de la bandera era identificar durante las batallas un ejército de otro. Sin embargo, cuando Juana I de Castilla contrajo matrimonio con el Archiduque de Austria cambiaron la bandera y la modificaron de acuerdo a los cánones de moda de la época. De ahí que uno de los principales diseños de la bandera de España fuera un fondo blanco con una Cruz de Borgoña sobreimpresa como principal emblema del reino. Más tarde, bajo el reinado de los Borbones en España, se modifica de nuevo la bandera y se cambia la cruz de Borgoña por el escudo de armas de la casa. El problema era que habían muchas banderas con fondo blanco y a la hora de navegar no se diferenciaba bien de otras banderas. Más de la mitad de banderas europeas en esa época eran muy similares y esto provocaba confusiones en alta mar. Por ese motivo nació la primera versión de la bandera española que hoy en día conocemos.

Origen

Por qué de los colores

En el artículo nº4 del Título Preliminar se especifica que la insignia de España se compone por tres franjas horizontales, roja, amarilla y roja, siendo la amarilla de doble anchura que cada una de las rojas. ¿Pero cuál es el motivo de elegir estos colores? Los colores rojo y amarillo son colores vivos que se identifican muy bien a distancias largas. Por eso, Carlos III decidió crear un diseño para que la Marina española fuera visible en alta mar ya que durante esta época España era muy importante la flota porque el reino español estaba expandiéndose a otros territorios de ultramar. Además, hay algunas teorías que afirman que la elección de estos colores en la bandera de España estuvo influenciado por los colores presentes en el escudo de la corona de Castilla, Aragón y Navarra. Carlos III eligió el boceto de bandera que más le gustó y así fue como el 28 de mayo de 1785 se firmó en el Real Decreto el uso naval de la nueva bandera española.

Poco a poco, la bandera de España fue extendiéndose a otros sectores que poco tenías que ver con el naval. La bandera de España pasó a servir como símbolo de identificación en aduanas, tierras extranjeras y batallas. A principios del siglo XX es cuando finalmente el gobierno estableció por ley que era obligatorio ondear la bandera española en todos los edificios oficiales. A partir de este momento, la bandera de España se hace más popular y comienza a sufrir modificaciones, pero siempre manteniendo el diseño original.

Evolución

Los cambios más significativos y populares que se han realizado en el diseño de la bandera de España fueron los que se vivieron durante la Segunda República. Aunque su estructura de tres franjas no ha cambiado con el paso del tiempo, durante este turbulento periodo histórico la bandera España cambió la franja roja inferior por una morada. Sin embargo, es importante destacar que esta variación cromática sólo ocurrió en la II República ya que en la primera se mantuvo los colores originales. Aunque sí se suprimió el escudo oficial que era un símbolo de la monarquía. La bandera de España es una de las más solicitadas, ya que se debe de ondear en los edificios públicos de todas las Comunidades Autónomas y también durante cualquier acto oficial.

Cambios en el escudo y en el color

Escudo

02

Estos símbolos heráldicos nacieron en torno al siglo XII para reconocer a los nobles en combate. Por entonces se plasmaban sobre el escudo. Poco después, en el siglo XIII, se consolidó como un elemento hereditario. Su popularización hizo que el blasón se usara en tabardos o banderas. A pesar de que en un inicio eran individuales, las uniones matrimoniales hicieron necesario unir varios escudos en uno, dividiendo el espacio central del mismo. Estas partes se conocen como cuarteles. El actual posee cuatro cuarteles pertenecientes a los principales reinos que a la postre dieron lugar a España. Cada uno de ellos tiene su propio origen. Así, el escudo de Castilla y el de León son de tipo “parlante”. De esta forma, representan literalmente su nombre. Se trata de una relación tramposa, ya que en el caso leonés su denominación no deriva del animal, sino de una deformación de la “Legio”.

Elementos

Por otro lado, el cuartel de Aragón representa al reino con la tradicional cuatribarrada. Tal símbolo no se hizo estable hasta el siglo XV y tiene sus raíces en los de Ramón Berenguer IV, conde de Barcelona y regente de Aragón. Finalmente, el escudo de Navarra se incluye con sus armas, las cadenas. Estas en un principio no eran tales, sino tachonados que reforzaban el escudo en combate. Su disposición en radios se conoce como bloca. Este diseño se unió a una leyenda sobre la actuación de Sancho VII en la Batalla de las Navas de Tolosa, donde cortó las cadenas que protegían la tienda del general musulmán. Por ello se acabaron cambiando los tachones por eslabones. Además en entado, el triángulo curvilíneo inferior, se hallan las armas del Reino de Granada. Fueron incorporadas en época de los Reyes Católicos. Domina sobre el conjunto un escusón o sobreescudo con las flores de lis borbónicas, representación de la dinastía reinante. Al respecto, el timbre es una corona real, que muestra el tipo de soberanía nacional.

Los soportes, en los laterales, son las columnas de Hércules con el lema “Plus Ultra“. Carlos V fue el responsable de incorporar esta simbología asociada al Descubrimiento de América. Hasta entonces, las míticas columnas colocadas por héroe griego en Gibraltar marcaban el límite del mundo conocido. De ahí derivó “Non Terrae Plus Ultra/No hay tierra más allá”. El hallazgo del nuevo continente rompió el paradigma y pasó a formar parte de la historia del escudo de España. Las columnas lucen las coronas española y del Sacro Imperio Romano Germánico, en referencia al pasado imperial.

Aunque situar un origen de lo que hoy se concibe como España es complicado, su escudo tiene su referente principal en el de los Reyes Católicos y el de su nieto Carlos V. Fernando II de Aragón el Isabel de Castilla unieron sus armas en un elemento único. Sujeto por un águila de San Juan, evangelista preferido de la reina nacida en Madrigal de las Altas Torres, tiene una corona real. Lucía los cuarteles de Castilla y León que usó Fernando III el Santo por parte de ella. Él aportó la cuatribarrada y el escudo de Aragón-Sicilia, en el que se combinaba el blasón aragonés y el águila de los Hohenstauffen, dinastía imperial del Sacro Imperio. Una vez tomaron Granada, se dispuso su símbolo en la misma posición que ocupan actualmente. Como acompañamiento, solían acompañar al escudo los emblemas de los monarcas. Estos eran el yugo con el nudo gordiano de Fernando y el haz de flechas de Isabel. Tras morir la reina en Medina del Campo, su esposo nacido en Aragón actualizó su escudo. A lo largo de la historia del escudo de España mantendría carácter personalista de sus inicios, aunque a finales del XIX obtendría un estatus más de estado.

Escudo de los reyes católicos

Evolución

Los Reyes Católicos lograron gracias a una astuta política matrimonial que Carlos V optara al trono del Sacro Imperio Romano Germánico. Además, a través de su padre Felipe el Hermoso logró diversas posesiones. Esto se tradujo en una severa complicación de su heráldica. Por ello, no fue raro que se usaran versiones simplificadas del escudo, sin repetir cuarteles, como ocurre en el actual. Dadas sus continuas adquisiciones desde que desembarcó en Tazones, cerca de Villaviciosa hasta su ocaso en Yuste, también hubo muchas modificaciones locales. El elemento más destacado que aportó Carlos V al escudo de España fue las columnas de Hércules y el lema Plus Ultra. Como se ha comentado, plasmaba la expansión en ultramar. Asimismo, la corona imperial, hoy sobre una de las dos columnas, también se debe a él. Además, introdujo el Toisón de Oro en la ecuación, también herencia de su padre. Esta orden de caballería está entre las más prestigiosas del mundo y desde Felipe el Hermoso ha tenido como Gran Maestre al monarca español. El collar forma parte de los escudos personales de los reyes y de la casa real.

Escudo de carlos i y los austrias

De este escudo de España destaca el águila bicéfala imperial que lo sostiene y la cruz de Borgoña, herencias del abuelo y abuela paterna respectivamente. Además, se añadió en varios diseños el cuartel de Navarra y de Nápoles. En cuanto a estos, en la parte superior se encontraban los de su madre, recluida en Tordesillas, similares al de los Reyes Católico. Abajo, los de su padre. Los cuarteles paternos incluían las armas de Austria, las dos Borgoñas, Brabante, Flandes y Tirol. La dinastía de los Austrias todavía aportarían otro añadido, el escudo de Portugal. Felipe II fue el responsable. Lució en el blasón de la monarquía española hasta que los lusos se independizarón. El monarca también cambió la corona y eliminó el águila bicéfala, al no ser emperador del Sacro Imperio. También se quitaron las columnas de Hércules. Por lo demás, no hubo demasiados cambios.

Cuando Carlos II el Hechizado falleció en el Real Alcázar de Madrid sin descendencia, la subsecuente Guerra de Sucesión acabó con la Casa Borbón-Anjou en el poder. Felipe V introduciría cambios en el escudo de España que mostrarían su origen francés, como el collar de la Orden del Espíritu Santo. Además de incluir las armas borbónicas en el centro, como en el actual, movió a la parte baja las de Flandes y Tirol. Recuperó las columnas de Hércules y comenzó a usar como lema añadido “A solis ortu usque ad occasum/Desde la salida del sol hasta el ocaso”. Sin embargo, fue Carlos III uno de los mayores innovadores en la historia del escudo de España. Inclusión obligada fueron los cuarteles de Parma y Toscana. No obstante, el gran cambio fue centrar el blasón de Castilla y León. Esto era un reflejo de sus políticas y las reformas centralistas que introdujeron. De esta forma, el resto de cuarteles, y territorios por tanto, rodeaban simbólicamente al principal. Su versión reducida solo tenía los cuarteles castellanoleoneses y las armas de Granada, siendo la principal inspiración para el diseño actual. Asimismo, la Orden del Espíritu Santo se sustituyó por la que creó el mismo con su propio nombre.

La Irrupción Borbónica En la historia Del Escudo de España

El resultado gustó a los sucesores de Carlos III, que no tocaron el diseño. Gracias a ello se conservó hasta Isabel II. Con todo, durante el breve reinado de José I Bonaparte este creó una nueva heráldica. La forma del escudo es similar a la usada por los Borbón-Anjou, pero decidió usar seis cuarteles. Fue el primer escudo que incluyó de forma general las armas de Navarra y los territorios del otro lado del Atlántico.

La inestabilidad gubernamental del último tercio del XIX dio lugar a las bases del escudo de España actual. Fue el Gobierno Provisional de 1868, encabezado por el general Serrano y liderado de facto por el reusense general Prim, el que decidió que había que generar un escudo nacional. Así, se creó uno con forma muy similar al de hoy y con los cuatro cuarteles y el entado descritos más arriba: Castilla, León, Aragón, Navarra y Granada. Las columnas de Hércules, sin coronas, y el Plus Ultra se mantenían, siendo el timbre una corona cívica o mural, semejante a un castillo. Tal diseño prosperó en la historia del escudo de España, con ligeras modificaciones. De esta forma, fue usado en la I y II República con la pequeña diferencia de que en esta última el símbolo de León aparece descoronado. La llegada de Amadeo de Saboya a Madrid propiciada por Prim, tras desembarcar en Cartagena, no supuso modificaciones importantes, solo que la corona del timbre pasó a ser real y la inclusión central de las armas de Saboya.

Normalización del escudo

Por su parte, la Restauración supuso un caos heráldico que llegó a su cenit en 1931. Regresaron los cuarteles descartados en 1868 y las armas de los Borbón-Anjou. El desastre del 98 hizo desaparecer el A solis ortu usque ad occasum. La última reforma incluyó los cuarteles modernos en el centro rodeados de todos los históricos. Todo lo anterior hizo que fuera harto complicado asociar un escudo al estado español hasta la llegada de la II República como se mencionó antes.

Tras el golpe de estado de 1936, el bando sublevado generó una muy variada mitología y simbología nacional. Del burgalés Cid Campeador hasta Viriato o Sertorio, el régimen bebió de cualquier mística al alcance. Las leyendas del pasado fueron claves para Franco y su camarilla. De esta forma, se dio una nueva etapa en la historia del escudo de España. Los Reyes Católicos, quizá los máximos referentes del dictador, centraron este nuevo diseño. Pocas fueron las diferencias con el escudo de Isabel y Fernando. Por ejemplo, en lugar del cuartel de Aragón-Sicilia aparecía el de Navarra. Por otro lado, el yugo y las flechas tenían una nueva connotación. No en vano, fueron el símbolo de Falange Española de las JONS. Llama asimismo la atención el lema “Una, Grande y Libre”. A las dos versiones oficiales que se dieron en la dictadura se une otra sin duplicidad de cuarteles. Cabe señalar que el escudo franquista siguió siendo el oficial durante los primeros años de democracia. Solo en 1981 se aprobó el Real Decreto, de momento y junto que estableció sus colores sus colores un año más tarde, la historia del escudo de España.

Escudo de la dictadura Franquista

HImno

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Los historiadores y los musicólogos afirman que el origen de nuestro himno nacional está en la Marcha granadera, aunque el padre Otaño la sitúa en la época de Carlos V y Felipe II partiendo de la discutible hipótesis de que en la cantiga número 42 de Alfonso X el Sabio hay una frase de nuestro himno. Sea lo que fuere, lo cierto es que en el año 1761 se escribe un Libro de ordenanza de los toques militares de la infantería española, cuyo autor es Manuel Espinosa, en la que aparece la Marcha granadera, de autor desconocido. El Rey Carlos III declara marcha de honor a la Marcha granadera el 3 de septiembre de 1770. La costumbre y el arraigo popular la erigen en himno nacional, sin que exista ninguna disposición escrita. En 1870, el general Prim convoca un concurso nacional para crear un himno oficial. El concurso se declara desierto, aconsejando el jurado que la Marcha granadera continuara como himno.

Origen

La real orden circular de 27 de agosto de 1908 dispone que las bandas militares ejecuten la Marcha real española y la llamada de infantes, ordenadas por el músico mayor del Real Cuerpo de Guardias Alabarderos, maestro don Bartolomé Pérez Casas. El rango de la norma restringió su publicidad, pues se dirigió a todas las bandas militares, ordenándose que se insertara únicamente en la Colección legislativa del Ejército, y no en la Gaceta de Madrid o en la Colección Legislativa de España, publicaciones oficiales en las que se recogían todos los reales decretos cuyo conocimiento y alcance era de interés general. El decreto de 17 de julio de 1942 declara himno nacional el conocido por Marcha granadera, sin incluir ninguna partitura, por lo que se entiende que continuó vigente la versión del maestro Pérez Casas.

Uso

Tras la aprobación de la Constitución Española el 27 de diciembre de 1978, regulados el uso de la bandera y la descripción del escudo de España en las Leyes 39/1981, de 28 de octubre, y 33/1981, de 5 de octubre, respectivamente, parecía procedente configurar jurídicamente el himno nacional de España, completando la normativa por la que se han de regir los símbolos de representación de la nación española. Con este fin, desde la Presidencia del Gobierno se promovió la creación de un grupo de trabajo, integrado por miembros de la Sección de Música de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y representantes de los ministerios de Economía y Hacienda, Educación y Cultura, Defensa y Administraciones Públicas, que encargó al maestro Francisco Grau, director de la Banda Real de Palacio, que hiciera una nueva adaptación del himno.

Finalmente, y tras el informe favorable de la Real Academia, se aprobó una versión de la Marcha granadera que, respetando la armonización del maestro Pérez Casas, recupera la composición de su época de origen, despojándola de cambios de tono impropios de siglo XVIII. El maestro Francisco Grau ha orquestado dicha armonización, tanto para orquesta sinfónica como para banda, y una reducción para órgano que puede servir para interpretaciones por un cuarteto u otras formaciones. Con el fin de fijar el tiempo más conveniente se aprobó finalmente, de acuerdo con el informe de la Real Academia, que fuera el de M. M. —corchea— = 76, con lo cual queda una duración del himno con su normal estructura AABB de 52 segundos y, en su versión breve AB, de 27 segundos. El maestro Grau ha cedido al Estado español todos los derechos de explotación sobre su obra creada.

Muchas Gracias