Want to make creations as awesome as this one?

Transcript

Cristina Gallego ÁlvarezCelia Ríos Alfonso

EL DESASTRE DEL PRESTIGE

El Prestige era un viejo buque petrolero monocasco con bandera de Las Bahamas que el 13 de noviembre de 2002 se hundió a 28 millas de la Costa da Morte (Galicia, España).El fuerte temporal abrió una vía de agua y obligó a su capitán a enviar una solicitud de ayuda. La polémica decisión de remolcar el petrolero lejos de la costa terminó partiendo en dos el casco el día 19, ocasionando un vertido de 77.000 toneladas de chapapote (palabra gallega con la que se designa al alquitrán que se emplea en la construcción de carreteras) que provocó uno de los mayores desastres ecológicos de la historia de España.

1. INTRODUCCIÓN

2.¿CÓMO SE DESARROLLÓ?

El Prestige llevaba en funcionamiento desde 1976, cuando finalizó su construcción en Japón y empezó a navegar bajo bandera de Las Bahamas. Su licencia era estadounidense, pero llevaba tres años sin pasar ningún tipo de revisión y algunas empresas petroleras ya lo habían descalificado. Además, se trataba de una embarcación monocasco y, por tanto, incumplía la legislación vigente en aquel momento, que obligaba a que los petroleros fueran de doble casco para poder navegar por aguas comunitarias.

Como se ha sabido más tarde, el Prestige llevaba algo más de 2.000 toneladas de fuel por encima de su capacidad, por lo que, en el momento de su avería, portaba unas 76.972 toneladas. Todo ello contribuyó a agravar los daños causados por el temporal sobre la estructura del buque.

Fueron muy contestadas las declaraciones en rueda de prensa del entonces vicepresidente primero Mariano Rajoy, cuando afirmó el día 24 de noviembre, que lo único que sale del Prestige son "pequeños hilitos como de plastilina” y que “a una profundidad de 3.500 metros y a dos grados de temperatura, el fuel estaría en un estado sólido, por lo que, en principio, el combustible no se verterá”. En ese momento el petrolero estaba vertiendo un total de 125 toneladas diarias de petróleo.

El entonces secretario general del PSOE, José Luís Rodríguez Zapatero, visitó las zonas afectadas y solo el capitán del barco, Apostolos Mangouras fue considerado responsable y condenado a nueve meses por un delito de imprudencia contra el medio ambiente. Aunque nadie responsabilizó al “Gobierno de la Xunta" se afirma que no supo estar a la altura del desastre que vivieron los gallegos debiendo haber reaccionado con más rapidez.

Desde el principio, la coordinación del Gobierno español en la crisis fue "confusa", tal y como advierte la primera sentencia del caso. El capitán del navío, que se quedó a bordo, se negó a remolcar el barco lejos de la costa española, por lo que las tareas de rescate se retrasaron. Finalmente, fue detenido el día 15 de noviembre, después de que la Capitanía Marítima de A Coruña lo denunciara por obstrucción y desobediencia Un informe preliminar de una compañía estadounidense destacó que el derrame tóxico podría haberse evitado de haber acercado el Prestige a puerto y haber intentado contener las grietas allí.

Las oleadas de chapapote empezaron a llegar a las costas gallegas el día 16 de noviembre —tres días después de que se averiara la nave—, con un impacto inicial sobre el litoral entre Fisterra y Arteixo. Esta marea negra empeoró con el hundimiento del barco.

El vertido provocó una movilización solidaria de voluntarios, llamados “La Marea Blanca” dado que iban vestidos con trajes blancos y mascarillas decidieron acudir a las localidades más afectadas para retirar el chapapote de la costa. Unas 65.000 personas acudieron de toda España y Europa. A los voluntarios se sumaron la Guardia Civil y Cruz Roja, que enviaron a miles de trabajadores solo en el primer fin de semana. Nace con ellos el movimiento social “Nunca Mais” que organizó la ola de solidaridad y reclamó responsabilidades medioambientales, judiciales y políticas.

A partir del año 2003, la Xunta invirtió 882 millones de euros para "relanzar" Galicia y el Gobierno central duplicó el presupuesto destinado a esta comunidad, con el objetivo de paliar los daños que la marea negra había producido sobre la pesca de la región.

En un principio, el Gobierno se negó a reconocer los efectos del desastre. El antiguo presidente José María Aznar afirmaba que no se podía hablar de marea negra y que de producirse no llegaría a la costa. Federico Trillo, entonces ministro de Defensa llegó a declarar que las costas estaban esplendorosas. Sólo un día después de resquebrajarse el navío ya existía una mancha que cubría 200 kilómetros del litoral de Galicia.

El 19 de enero de 2002 “Nunca Mais” reprochó al Gobierno su mala gestión durante los primeros días de la crisis, pero el juicio por el hundimiento del Prestige no tuvo lugar hasta diez años después.

El buque fue remolcado hacia el sur hasta que las autoridades portuguesas indicaron que no podían seguir avanzando, por lo que se redirigió el rumbo hacia el oeste. No obstante, el viaje se truncó el 19 de noviembre, al mismo tiempo que la estructura del barco se rendía ante la sacudida de las olas. En pocas horas, el petrolero terminó en el fondo del mar.

La parte afectada de la costa no sólo tenía una gran importancia ecológica (Rías Bajas), sino que también una notable industria pesquera dejando sin trabajo a miles de pescadores. Costas españolas y francesas se vieron afectadas encontrándose restos de petróleo en 745 playas, sobre todo en Galicia. Miles de aves y especies marinas quedaron cubiertas de chapapote.

El Prestige fue el mayor desastre ecológico ocurrido en las costas debido a su impacto en el litoral norte. El fuel vertido tuvo un impacto severo en zonas intermareales debido a su baja evaporación y disolución, y su tendencia a emulsionar y degradarse lentamente.

Los efectos del vertido se traducen en una reducción de la biodiversidad en las aguas y costas afectadas por vertidos. El vertido reduce la producción primaria neta del fitoplancton, ya que, por una parte, disminuye la intensidad de la luz que llega a éste, reduciendo la fotosíntesis y, por otro lado, su carácter tóxico afecta a los organismos.

3. CONSECUENCIAS

Hay también un cambio en la flora y fauna, con una sustitución de especies sensibles por otras más resistentes y oportunistas. Se produce, así, una regresión del ecosistema afectado a etapas menos maduras. Por ello el vertido afectará directamente a todos los seres vivos que colonizan las aguas afectadas (Galicia, Asturias, Cantabria, Euskadi, costa francesa).

El fuelóleo y su emulsión colmatan las branquias de los peces, provocando su asfixia. El fuel se adhiere también a las plumas de las aves marinas, pegándolas entre sí, lo que se dificulta o impide el vuelo, y obstruyendo a la vez la salida de las glándulas que excretan los productos impermeabilizantes que permiten a las aves flotar y resistir el frío del agua. El agua entra en contacto con la piel de las aves, y muchas mueren de frío. Al intentar limpiar su plumaje manchado, las aves ingieren fuelóleo, y se intoxican, sufriendo daños renales, hepáticos, pulmonares e irritación intestinal. Esto provocó la muerte de 23000 especies de aves.

En los moluscos filtrantes, como los mejillones, se produce una acumulación de hidrocarburos que alcanza rápidamente niveles tóxicos.

El plancton, ingerido por otras especies marinas, contamina a éstas y la contaminación se extiende por todas las cadenas tróficas presentes (moluscos, peces, aves marinas…)

El zooplancton se ve perjudicado por la menor cantidad de fitoplancton disponible como alimento y, además, al ingerir el fuelóleo sufre los efectos tóxicos

Pasados 15 años desde que el Prestige vertiese al mar unas 63.000 toneladas de fuel y generase una marea negra que afectó a la costa gallega y a las de Asturias, Cantabria y Francia, consideramos que aún hay "lecciones por aprender". Además, de que es necesario de que un organismo único" tome las decisiones" ante este tipo de catástrofes ambientales que esté por encima de "intereses locales, regionales, nacionales o internacionales". Por otro lado, hemos aprendido de que es necesario tener un mayor control e incluso eliminar los buques que no cuentan con las condiciones para transportar mercancías peligrosas o a poner en marcha listas negras de embarcaciones”. Por último, consideramos que debemos aprovechar los años de calma para trabajar y no solo aprender los años siguientes a los que se producen los desastres.

4. CONCLUSIÓN

En relación a si se ha solucionado el problema, no se sabe con certeza ya que no se hizo un análisis previo de los daños causados al inicio del desastre. Además, años más tarde se detectaron fugas procedentes del fondo marino que siguen contaminando, aunque en menor medida, los mares.

5. VÍDEO

6. WEBGRAFÍA

https://es.greenpeace.org/es/en-profundidad/el-desastre-del-prestige-20-anos-despues/

https://www.caminodosfaros.com/paseo-de-la-memoria-el-desastre-del-prestige/

https://www.ecologistasenaccion.org/1042/catastrofe-del-prestige/

https://www.wwf.es/?62320/20-anos-del-desastre-del-Prestige

GRACIAS

Cristina Gallego ÁlvarezCelia Ríos Alfonso