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Módulo 5: WLB (Work Life Balance)

Equilibrio entre la vida y el trabajo

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Estado presente y pasado de las condiciones laborales de las mujeres en Italia

Desde la Primera Gran Guerra hasta hoyDurante la Primera Gran Guerra, muchos de los trabajos que quedaron vacantes fueron ocupados por mujeres, puesto que los hombres iban a la guerra; la contribución de las mujeres a la guerra puso sobre la mesa el debate acerca de su condición jurídica en Italia; en 1919, la ley abolió la necesidad de pedir permiso al marido para trabajar en oficinas públicas.Muy parecido a España, los pequeños progresos que empezaron a conseguir las mujeres se interrumpieron por el régimen fascista, que veía la procreación como una responsabilidad de las mujeres. Se impusieron políticas que encarcelaron a la mujer en casa, como esposas y madres, totalmente dependientes de sus maridos. En 1930, la ley 653 limitó el acceso de las mujeres a los trabajos considerados 'peligrosos' o 'perniciosos para la salud'. En 1938, las leyes rascistas dieron otro golpe a la emancipación dela mujer en Italia, como se ve en el porcentaje de mujeres judías en posiciones académicas. Las mujeres no podían trabajar más del 10% de lo que trabajaba un hombre, a no ser que el trabajo fuera específicamente 'para mujeres'. Progresivamente, después de la guerra, se promulgaron más y más liberales leyes, para la igualdad salarial entre mujeres y hombres (1956), los mismos derechos matrimoniales (1979), los beneficios de la maternidad y los profesionales autónomos (1990).

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Contexto socioeconómico hasta nuestros díasA pesar de todos los progresos realizados, los mismos problemas que ya hemos visto en secciones anteriores también se presentaron en Italia: la mujer trabajaba menos horas, tenía ingresos muy menores, no ganaba tanto prestigio en el lugar de trabajo, etc. La crisis sanitaria después de la pandemia afectó a las mujeres de forma desproporcionada, y aunque Italia es uno de los países europeos con un menor abismo salarial (4,7%, frente a 3,3% en Rumanía y 1.3% en Luxemburg), esto se explica sólo porque no estamos teniendo todos los factores en cuenta. Por ejemplo, el índice de ocupabilidad de las mujeres en Italia es el segundo peor en toda la Unión Europea (48,5% frente el 64% de media europea) y las mujeres en Italia, en general, trabajan solo 33 horas frente a las 40,2 horas que realizan los hombres. Como en otros países, las mujeres trabajan más a tiempo parcial y ocupan trabajos menos presitigiosos, otro factor a tener en cuenta. La puntuación de Italia es del 65% en el Índice de Igualdad de Género (el número 14 en Europa, 4 puntos por encima de la media euripea); a pesar de que la puntuación de Italia haya crecido 10,5 puntos desde 2018, no ha habido más cambios desde entonces (+0,3 puntos). Italia puntúa altísimo en el ámbito de la salud (el número 11) y también en el ámbito del acceso a la sanidad (el número 8); sin embargo, el país podría mejorar mucho en el ámbito del trabajo, porque Italia consistentemente puntúa muy bajo entre los otros países europeos. Aunque hayan se haya puntuado mejor en el ámbito del poder (+27 puntos desde 2010), desde 2018 ha bajado en el ámbito del conocimiento y la segregación en la educación ha incrementado ligeramente en poco tiempo (-6,3 puntos)

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