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Módulo 4: como usar una Economía Lila para la vida de las mujeres

¿Qué significa invertir en una Economía Feminista?

Así es como debería ser una Economía Feminista Las mujeres han estado a primera línea de los movimientos sociales para cambiar una economía injusta, especialmente tras ver deteriorada su situación a partir de 2020 debido a la pandemia del COVID y el colapso financiero de muchos países. ¿Pero por qué deberían luchar las mujeres? ¿Como sería una economía feminista en un futuro? 1. UNA ECONOMÍA QUE RECONOCE Y MERITA LAS TAREAS DE CUIDADO Una economía feminista reconoce los cuidados como un trabajo, sea pagado o no pagado. Del mismo modo que paliar con la grande brecha salarial entre géneros, luchar para las desigualdades de género en términos salariales i tareas domésticas es crucial. Los cambios en los sitios de trabajo modernos pueden añadir presión a las mujeres como consecuencia de que el trabajo en casa y el trabajo fuera de casa se haya difuminado gracias a la digitalización (que durante la pandemia incluía que los niños estudiaban en casa, lo que presionó a las mujeres durante su jornada). Para el feminismo es urgente desarrollar y luchar por una manera que proteja a las mujeres de las diferentes consecuencias de los cambios en los sitios de trabajo, tanto en sus vidas como en sus hogares.

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Unidad 4.3: ¿Qué significa invertir en una Economía Feminista?

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2. UN PODER FAMILIAR MAYOR PARA LAS MUJERES La mayoría de las injustícias económicas en contra de las mujeres está en el desequilibrado poder de género en famílias, especialmente en áreas rurales. El órden patriarcal puede limitar la independencia económica de las mujeres y el poder de tomar decisiones en referencia a la boda, a la reproducción, la educación, los viajes y las tareas domésticas de cuidado. Las leyes de habitabilidad, custodia, nacionalidad y estatus personal discriminan todas las mujeres en muchos países. 3. HOGARES Y EDIFICACIONES FEMINISTASUna de la crisis actuales tiene que ver con la accesibilidad a hogares decentes, seguros y asequibles. Esta cuestión es una prioridad para el feminismo por tres razones: la división de género de los espacios hace que las mujeres pasen más tiempo en casa. A pesar de que estos hogares deben ser seguros para las mujeres, la mayoría de violencia machista se produce en entornos domésticos, y muchas mojeres no tienen control sobre su hogar ni acceso a un hogar seguro. El número en incremento de refugiados debido a las guerras. Los regugiados están huyendo de las guerras hacia países vecinos donde tienen que afrontar la discriminación y peroes condiciones de vivienda, sin acceso a un hogar seguro y decente. Una teoría feminista para la vivienda defenderá que la vivienda es un derecho, más que una comodidad, como también el acceso a agua limpia, electricidad e internet. La carencia de acceso a estos derechos básicos están poniendo a los grupos desventajados en peligro (por ejemplo, la electricidad en los hogares es una necesidad para muchas personas inválidas o disminuídas). Del mismo modo que se defienden hogares seguros, decentes y asequibles como un derecho básico, también se pide un plan urbanístico feminista que incluya el derecho a los espacios verdes, a los centros comunitarios, a cocinas compartidas o vecinales y edificaciones que apoyen el cuidado de los niños y de los necesitados.

Similarmente, el transporte seguro, eficiente y asequible, sin acosos, es central para una economía feminista. Finalmente, como hemos dicho antes, el acceso a un internet rápido y estable es ahora una necesidad para muchos y debe ser también una parte esencial de los esquemas para un hogar decente. Una vez dicho esto, un mundo feminista futuro incluye también la eliminación de la violencia de género, tan presente en internet estos días. 4. ACCESO GRATUITO Y FÁCIL A LA SANIDAD, ESPECIALMENTE DE LOS SERVICIOS REPRODUCTIVOS Y SEXUALESDar a las mujeres control absoluto sobre su cuerpo y dar también acceso total a los servicios sanitarios es una cuestión central para empoderar económicamente a las mujeres. La violencia de género, las bodas forzadas, la mutilación genital femenina, la mobilidad reducida, la discriminación de género u orientación sexual, los códigos de vestuario, los planes familiares y la concepción, la dominación masculina sobre las decisiones reproductivas de las mujeres, tienen un impacto enorme en el bienestar económico y social de las mujeres.De ahí que el acceso y disponibilidad a la sanidad y a los servicios de atención sexual y reproductiva deban ser una de las cuestiones centrales de una economía feminista. La discriminación contra las mujeres en el sector sanitario es más agudo en países muy privatizados y gestionados desde un esquema privativo que omite o simplemente no cubre los procedimientos médicos que necesitan muchas mujeres, como las mamografías o las citologías. 5. MÁS MUJERES FEMINISTAS TOMANDO DECISIONES POLÍTICASMás mujeres feministas en posición de poder y de tomar decisiones no solo beneficiará a las mujeres, sino también a toda la sociedad en conjunto, porque traerá políticas más dirigidas a los cuidados y no a la privatización o a la acumulación de capital. La clave para una economía feminista no es resolver cuestiones económicas muy técnicas, sino cambiar las prioridades políticas. Un político feminista luchará contra las desigualdades y también defenderá sociedades más justas y verdes, para transformar las relaciones de trabajo y las leyes de propiedad, para expandir los esquemas de protección social y respetar todas las vidas como igualmente válidas. "Las personas por encima del beneficio", "Verde por encima de la codícia" y "derechos, no privilegios" serán nuestras guías motoras.

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