DIRECTOR GENERAL
El covid-19 representó la visibilidad de ciertos grupos en situación de vulnerabilidad, entre ellos las personas privadas de libertad. Los medios de comunicación y las organizaciones de la sociedad civil hemos logrado su visibilización y con ello su reconocimiento como sujetos de derechos; también se pudo documentar la parálisis del sistema de justicia que contribuyó a que las prisiones estuvieran en su momento más alto de sobrepoblación y hacinamiento, destacando especialmente lo sucedido en el Estado de México, Sonora y Puebla.

Al día de hoy las personas privadas de libertad están nuevamente en el olvido, el supuesto cese de la pandemia por la Covid-19 ha dejado violaciones graves a sus derechos humanos. Las autoridades penitenciarias, con el pretexto de una pandemia latente niegan el acceso a las visitas de las organizaciones de la sociedad civil y demás instituciones que desarrollan sus actividades en centros penitenciarios como corresponsables con la reinserción social,