“Para nosotros Milo, como cariñosamente la llaman sus compañeros de trabajo, es una mujer excepcional y no lo decimos por un simple cumplido. Es una persona con unas cualidades extraordinarias, pero por sobre todas las cosas la distingue su humanismo, su sentido de la solidaridad, el altruismo, el siempre poner todas sus fuerzas, energías y voluntad para el cumplimiento no solo de las tareas técnicas y profesionales, sino también de las múltiples responsabilidades que hoy ocupa en las organizaciones sociales y de masas. También es el soporte de la familia, por ejemplo, el niño de la sobrina la llama ‘Mi corazota’ y eso dice lo que se quieren”.

“Desde su comienzo en Etecsa me llamó la atención su compromiso con la organización, su nivel de entrega, de sacrificio y su esfuerzo por superarse y llevar a cabo esta actividad. Siempre solidaria, muy preocupada por desarrollar el trabajo en equipo, por mantener un clima laboral favorable. Ella mezcla las virtudes y los valores personales con los profesionales de una manera excepcional para convertirse en una persona íntegra. Como diputada tiene gran responsabilidad, se sobrecarga al máximo y aun así enfrenta con valentía, compromiso y una lealtad total todo lo que tiene que llevar adelante. Es una persona excelente, ejemplo vivo de ese paradigma de mujer cubana, que decimos que es de miel y acero”.