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SISTEMAS SENSORIALES

SISTEMA AUDITIVO

SISTEMA VISUAL

SISTEMA lIMBICO

El sistema límbico se encuentras implicado en enfermedades como la alexitimia, el estrés postraumático y enfermedades degenerativas como el Alzheimer, donde la memoria, el aprendizaje, el manejo de las emociones y la conducta sufren algún tipo de alteración. Snell (2005) define la palabra límbico como borde o margen, es decir, el sistema límbico se constituye de estructuras complejas que se encuentran al margen o en la zona limite de la corteza cerebral y el hipotálamo. En su conjunto, esta relacionado directamente con las emociones, la memoria y el aprendizaje. Se conecta con diversas estructuras del cerebro, como la corteza prefrontal, el cuerpo calloso y las fibras aferentes y eferentes del Sistema Nervioso Periférico (SNP), además de rodear al tallo encefálico, el cual participa en funciones básicas como la respiración, por lo que se considera una de las estructuras más primitivas a nivel cerebral del ser humano. Este sistema se compone por el tálamo, la circunvolución del cíngulo, cuerpos mamilares, hipocampo, amígdala e hipotálamo. Estos tres últimos en su conjunto están estrechamente vinculados para formar los núcleos septales, a los que se les atribuye el control del miedo y las sensaciones placenteras.

Sistema Límbico

Complejo nuclear amigdalino. Dividido en tres regiones, este reúne las aferencias y eferencias del tronco encefálico en su centro; en la parte media recibe información de la corteza olfativa; en su lado dorsomedial contiene un cuerpo estriado, como lo es el hipotálamo; en su parte basolateral se encuentran aferencias del tálamo. Es en el complejo nuclear amigdalino donde el hambre y la respuesta sexual se regulan y se recibe información de estímulos visuales y auditivos a través del tálamo (Correa y Muñoz, 2013). Cuerpos mamilares. Funcionan como una estación de transferencia, pues reciben impulsos nerviosos que proceden de la amígdala y el hipocampo, luego los envía hacia el tálamo a través del tracto mamilotalámico. Amígdala. También se involucra en el control y medición de algunas emociones como la pasión, el miedo y la tristeza. Se vincula estrechamente con el hipotálamo y por ello, interviene en las conductas alimenticias y sexuales (Saavedra, Diaz, Zúñiga, Navia y Zamora, 2015). Hipotálamo e hipófisis. Intervienen en la regulación homeostática y reproductiva, controlando la sed, el apetito, la temperatura corporal, el sistema endocrino, el sueño y la vigilia, la conducta, los ritmos biológicos e incluso participan en mecanismos relacionados con la lactancia y el parto, así como del aprendizaje y la memoria. En cuanto a las emociones, el hipotálamo tiene relación con la envidia, la vergüenza, la culpa, la calma y la depresión asociada a las relaciones humanas.

Circuitos límbicos. Son una red de conexiones nerviosas que interconectan las estructuras que realizan las funciones límbicas reflejadas en conductas en el ser humano (Peña,2007). Bandeleta diagonal de Broca. Conecta al hipocampo con la región olfatoria lateral. Esta banda se conforma por un conjunto de fibras nerviosas que en su proceso neuroquímico interviene el neurotransmisor acetilcolina (Descriptores en Ciencias de la Salud [DeCS], 5 de diciembre de 2018). Aquí también se ubica la circunvolución del cíngulo. Circunvolución del cíngulo. Es aquella que controla las funciones afectivas y cognitivas. Tálamo. Compuesto de materia gris, se encuentra ubicado en el centro del cerebro, donde recibe y decodifica los estímulos sensoriales, auditivos y visuales. Después de hacer un proceso de selección, los envía a la corteza cerebral, con lo que contribuye a la integración sensorial. El tálamo interviene en la fase 1 (somnolencia) del sueño, así como en la regulación de las emociones. Hipocampo. Su tarea es media entre la recuperación del recuerdo y la formación de los mismo. También participa en el almacenamiento de los recuerdos a largo plazo al asignar un valor según la experiencia de dolor físico o emocional, por lo que interviene en los procesos de memoria y aprendizaje. Es importante enfatizar que el hipocampo es solo un mediador y no el actor principal en la memoria a largo plazo. El hipocampo se encuentra en ambos hemisferios cerebrales y una lesión en esta área puede generar amnesia. Las emociones influyen sobre la memoria fortaleciendo u obstaculizándola, por lo que hay casos en que una persona con amnesia no precisamente presenta una lesión física en el hipocampo, pero si psicológica. El estrés es otro factor que puede obstaculizar la consolidación de la memoria de trabajo en la corteza prefrontal.

El sistema límbico y la corteza prefrontal colaboran en el procesamiento de los estímulos emocionales para posteriormente integrarlos a ciertas funciones cerebrales complejas, por ejemplo, el pensamiento, la conciencia y el lenguaje. Es importante mencionar que en esas estructuras es en donde se llevan a cabo la toma de decisiones racionales, la interpretación y la expresión de las conductas sociales y la generación de los juicios de valor en el ser humano. Una enfermedad psiquiátrica puede ser consecuencia de una variación en la forma de experimentar las emociones, como la esquizofrenia, la cual se clasifica dentro de las enfermedades mentales. Entre sus síntomas se encuentran los delirios, las alucinaciones auditivas, visuales u olfativas. Hay distorsión del pensamiento y de la realidad, así como una afectividad aplanada, es decir, presenta una falta en la expresión de las emociones. Conductualmente en la esquizofrenia se pueden observar comportamientos motrices anormales como posturas extrañas o inadecuadas, lenguaje desordenado o incomprensible. Estos síntomas afectan la vida de la persona que la presenta, sus relaciones interpersonales y su vida en sociedad. Cualquier alteración en el sistema límbico, ya sea por una malformación durante el desarrollo del sistema nervioso en el embarazo, una lesión por algún accidente o una alteración en la producción y liberación de neurotransmisores, puede impactar a la persona al grado de presentar una distorsión de la realidad y la forma de experimentar las emociones, manifestando síntomas en su salud mental.

En el sistema visual se realizan procesos perceptuales, de decodificación e interpretación de estímulos luminosos del entorno. Debido a que el sistema visual tiene conexiones con otras áreas de la corteza cerebral, el Sistema Nervioso (SN), advierte de los estados de conciencia, de la memoria, las emociones, el aprendizaje y el lenguaje. Las principales funciones que realiza este sistema son la percepción de todo lo que le rodea a una persona y el control de los movimientos oculares que le permiten enfocarse en los objetos con movimiento que se encuentran dentro de su campo visual. A través de este sistema es que se logra la coordinación ojo-mano, ojo-pie y es por ello que se puede patear una pelota con dirección, bailar, tener una visión periférica, leer y escribir.

Sistema Visual

Cuerpo geniculado. Esta estructura se reconoce por ser el engrosamiento del pulvinar del tálamo y los axones que se encuentran en el cuerpo geniculado forman la radiación óptica. Radiaciones ópticas. Son los axones de las células nerviosas del cuerpo geniculado lateral que terminan en la corteza visual Corteza visual. Se extiende a varias áreas del cerebro, como el área visual primaria en el lóbulo occipital, el área visual secundaria que rodea a la primaria y recibe información de esta, así como del tálamo a través de fibras aferentes. Es así que puedes relacionar y apreciar lo que observas. En la corteza visual también se llevan a cabo el procesamiento de la percepción de grafemas, es decir, las letras que se utilizan en el lenguaje escrito como “c”, “g”, “j”; además es la responsable del reconocimiento de objetos y la percepción del color (Snell, 2005).

estructuras y funciones del sistema visual en su parte interna y externa, según lo planteado por Velayos y Diéguez (2015): Blanco, Miguel y García-Castellón (2017): Tresguerres, Ariznvarreta, Cardinali, Escrich, Louzaga, Lahera et al (2017).

Quiasmo óptico. Se forma por la unión del nervio óptico derecho e izquierdo. Nervio óptico. Se constituye por los axones de las neuronas que se encuentran en la capa ganglionar de la retina. Una de las características que distinguen a las fibras del nervio óptico es la mielina que las recubre, sin embargo, esa mielina está formada por oligodendrocitos y no por células de Schwann, como otras neuronas del SN. Nervios craneales. En su parte interna, el globo ocular se encuentra conectado con los siguientes nervios craneales según Snell (2005, p.332):

Venas y arterias. En el globo ocular existe irrigación sanguínea que aporta nutrientes y oxígeno, este ultimo contribuye al logro de los movimientos oculares en actividades como la escritura y la lectura, es decir, en la coordinación ojo-mano. Al existir daño en ellos vasos sanguíneos del ojo produce la retinopatía, lo que trae como consecuencia el deterioro de la visión e incluso la perdida de esta; un ejemplo de esto es el producido por la diabetes. Mácula. A través de estudios oftalmológicos, como la angiografía o tomografía de coherencia óptica (OCT), se observa como una pequeña mancha de color amarillo en el globo ocular. Cumple una de las funciones mas importantes dentro del sistema visual ya que permite ver detalles finos, movimientos y los colores; en ella se encuentra la mayor concentración de conos. Fóvea. Da la forma cóncava al ojo y es el punto de mayor agudeza visual. Retina. Constituida por cinco capas en tres de ellas se encuentran los conos y bastones, es decir, los cuerpos neuronales especializados en la visión, en las dos restantes se lleva a cabo la sinapsis de los conos y bastones. Estas células son las encargadas de diferencias la intensidad en ala luminosidad y los colores, en conjunto, estas células discriminan la longitud de ondas y convierten la luminosidad en señales nerviosas. Coroides: esta capa del ojo le brida los nutrientes requeridos a través de pequeños vasos sanguíneos. Esclerótica. Es un tejido fibroso y fuerte que brinda el color blanco al globo ocular y se prolonga desde el iris hasta el nervio ótico en la parte ulterior del ojo (MedinePlus, 2019).

El sistema visual se conforma en su parte externa por el ojo, el cual se divide en varias capas; y en su parte interna por estructuras como el nervio óptico, el quiasma óptico y la corteza visual

Sistema auditivo

Uno de los procesos mentales que distinguen al ser humano de otras especies, es el lenguaje verbal y escrito. El sistema auditivo tiene influencia directa con este proceso, por ello es importante que conozcas sobre él.

El sistema auditivo participa del equilibrio y la postura de la persona, por lo que al recibir algún golpe en cualquiera de los oídos puede presentarse sordera temporal y falta del equilibrio. Es importante señalar que el oído humano capta los sonidos entre 20 y 120 decibeles(dB), algunos ejemplos de sonidos que se encuentran en este rango son una conversación, el tráfico, el sonido de una sirena (Muñiz, 2015).

Oído externoCompuesto por el pabellón auricular, la concha ye l canal auditivo. Es el receptor de las vibraciones, ya que realiza un filtrado y codificación de las señales que llegan del exterior, con lo que participa activamente en la localización del sonido. Además, es el área que protege al oído medio e interno. Oído medio. Esta parta del oído se integra por el tímpano, que es una membrana en forma de cono que vibra con las ondas acústicas de forma no homogénea, por el martillo, el yunque, el estribo en conjunto con los ligamentos y músculos de control, los cuales (excepto el tímpano) realizan las funciones mecánicas del oído. Oído interno. Esta sección del oído tiene un tamaño aproximado de 1 cm de diámetro y se conforma por los canales semicirculares que contienen células receptoras y partículas de calcio, el aparato vestibular, la cóclea, ventana oval y ventana redonda. Se conecta con los nervios craneales sensitivos VIII y IX, vestibular y coclear, respectivamente. Trompa de Eustaquio. Se conecta con la cavidad nasofaríngea se abre y cierra al trabar, masticar y bostezar. Kas ventanas oval y redonda también forman parte del oído medio. Una vez que las vibraciones entran al canal auditivo, el oído medio se encarga de que llegue con la energía necesaria a la cóclea. Nervio vestibulococlear. Se compone de dos partes vinculadas con la transmisión de la información procedente del oído interno hasta el Sistema Nervioso Central (SNC).

Según Muñiz (2015), la primera de sus partes es el nervio vestibular que proporciona información de la posición de la cabeza y los movimientos cefálicos. Sus fibras nerviosas entran en el borde inferior del tronco encefálico y en la parte superior del bulto raquídeo. El nervio coclear es la segunda parte que integra al nervio vestibulococlear. La función que desempeña es la conducta de impulsos nerviosos vinculados con el sonido en la cóclea. En el oído interno se llevan a cabo tres fases por las cuales las señales acústicas se transforman en impulsos eléctricos que llegan a la corteza auditiva. La primera fase conocida como mecánica coclear se origina gracias a los movimientos de membranas y líquidos que existen en la cóclea. En la segunda fase micromecánica coclear, ocurre un desplazamiento del órgano del Corti. En la fase de transducción se da la conversión de las señales acústicas a impulsos eléctricos. Es así que se pueden distinguir los tonos, la frecuencia e intensidad de los sonidos que se producen en el ambiente.

El sistema límbico, visual y auditivo tiene una relación muy importante para el hombre ya que son unos de los sistemas principales que dirigen e influyen en la conducta, a través de estos es que se perciben estímulos y se generan emociones las cuales influyen el comportamiento y la interacción con otros. En estos sistemas se desarrollan y definen emociones y las reacciones a estas, como ejemplo el hambre, si una persona ve o escucha que se prepara de comer el cerebro asocia estas imágenes y sonidos, provocando la necesidad de comer. También interactúan en acciones de peligro cuando se ve y escucha un accidente de trafico donde el cerebro indica que es mejor mantenerse alejando para ponerse a salvo.Cuando alguno de estos sistemas “falla” por alguna razón biológica o algún accidente, los demás sistemas se afinan o se “ajustan” para que el individuo pueda realizar sus actividades. Por ejemplo, si se nace con ceguera o se pierde este sentido en alguna etapa de la vida, el sistema auditivo se agudiza, de una manera que puede reconocer personas o cosas, que de forma normal algunas personas con visión saludable no podrían, esto también afectaría los estímulos de alerta cuando existiera una acción de peligro o en reacciones básicas como el hambre o la sed.