VOLVISTE A RECORDARME

VOLVISTE A RECORDARME

Una mañana de enero salí a la galería, a disfrutar del radiante sol que acababa de salir. Lo invité a que se sentara conmigo, y lo primero que me dijo fue “¿Me traes el desayuno?”. Fui a la cocina e hice su desayuno preferido, café con leche de máquina, con tostadas embadurnadas en mermelada de frutilla y frambuesa, tal como a él le gustaba. Se lo llevé y al minuto me dijo “¿Me traes el desayuno?”. Algo andaba mal, pero lo dejé pasar, pensando en que aún no se había despertado muy bien. Fui al colegio, ya eran las cuatro en punto, la hora de salir. Lo estaba esperando afuera pero no llegaba, algo raro de él ya que siempre fue muy puntual. Lo llamé y no me contestaba, así que decidí ir caminando. Llegué a mi casa y lo encontré sentado en el sillón viendo la televisión. Lo saludé y me dijo “hola Manuel”. Me quedé helada, ese nombre era el de mi papá. Él había caído en depresión por el abandono de mi mamá y meses después murió.

Sentía que mi abuelo estaba extraño, así que decidí llevarlo al médico. Esperamos dos horas a que nos atendieran pero, cuando nos hicieron pasar hubiese deseado que no nos hubieran recibido, esa noticia me destrozó. Mi abuelo tiene alzheimer.Mi único sostén algún día se iba a olvidar de mí. Pero voy a tratar de que eso no pase. Empecé a buscar en internet, e ir a médicos especialistas preguntando cómo atenuar su enfermedad. Mi abuelo se iba deteriorando de a poco, su mente se estaba poniendo cada vez peor, cada día se iba olvidando de algo, eso me hacía muy mal. Los médicos no me supieron decir cómo retrasar el alzheimer, solo me dijeron que no tenía cura.

RECUERDOS

Empecé a contarle cosas que habíamos pasado juntos

Siguiente

RECUERDOS

Volver

Volver

Volver

Volver

INicio

Pensé que el hecho de hacerlo volver al pasado finalmente no había servido de nada, pero no fue así. A los dos días ya internado, dejó este mundo, pero sus últimas palabras fueron “Hasta siempre, querida Sara”. Por fin había vuelto a recordar.