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Julieta Blasko, Carola Palicio y Delfina Lazaro

Transcript

La caja

Carola Palicio, Julieta Blasko y Delfina Lázaro

INicio

Cargo la noche sobre mis hombros, perdido entre las calles que adornan el invierno. El frío se escurre entre los retazos de mis pantalones, dejando al descubierto la piel. Saco las llaves, se oye el estremecedor ruido de ellas encajando en la cerradura, abro la puerta y siento el frío apaciguarse tras ella. Una caja, inomovil, justo frente a mí. Apoderada de la humedad del día. Apoderada de la entrada a mi casa. .

abrir caja

Abrir puerta

Noto un dejo de ausencia en su mirada. Inmovilizado, son solo sus ojos los que muestran indicios de vida. Sin meditarlo lo recojo, lo envuelvo en mi campera y entramos.

Volver hacia la puerta

Abro la alacena en busca de dos recipientes. Se los acercó al gato llenos de leche y restos de la cena anterior. Eso pensaba comer hoy, pero considero que él lo necesita más que yo. En cuanto tiro el abrigo al piso, el gato sin dudarlo se acurruca en él y sin nada más que hacer por él, me voy a dormir.

Ver la hora

Pasar la noche

Desayunar

Al levantarme noto que la criatura ya no está. No me preocupo mucho, cuando naces en la calle perteneces a la calle. El ruido de la pava hirviendo explota mis pensamientos y me reincorporo a la rutina.

Voltear a mirar

Ver de cerca al gato

Volvió, pero no solo. En su boca traía un pequeño reloj de bolsillo que jamás había visto. Sus detalles tan ínfimos y elegantes aportan una seriedad y riqueza que en mi vida escaseaba.

Lo suelta sobre la alfombra, me mira expectante. Tras unos segundos me inclino sobre el felino, agarro el reloj y lo dejo en el cajón de mi mesa de luz. Veo desde la ventana que la barrera del tren ya está baja, me tengo que ir. Tomo mi abrigo y salgo casi por inercia.

Irse de casa

El frío entre los retazos de mis pantalones ya se volvió rutina. Siento un profundo alivio cuando me siento abrazado por el calor de casa. Estoy exhausto. Lo único que puedo hacer con mis últimos esfuerzos es recostarme sobre el sillón. Mis párpados luchan por mantenerse abiertos, cuando el rasqueteo en la ventana de hoy a la mañana me pone alerta.

Mirar hacia la ventana

Entra sin titubear ni un segundo. Se dirige rápidamente hacia la manta sobre la cual pasó su primera noche resguardado del frío, a la vez que se acurruca logro ver algo que cuelga de su boca. En ese mismo instante recuerdo el reloj de mano de hoy a la mañana. Lo busco torpemente. Me acerco a mi nuevo compañero y tomó con seguridad la brillante lapicera que el gato había traído a casa.

Encuentro dos siglas grabadas en el oro que bañan a ambos objetos. ”J.C.”Este reloj y lapicera tienen que pertenecer a alguien. ¿A dónde se irá este gato en mi ausencia?

La noche siguiente...

El tercer día el animal ya no carga su boca con objetos. Una figura desdibujada lo seguía bien de cerca, parecía salir de él. Llego a notar las siglas JC en lo que creo es un sombrero, pero en ese instante la figura desaparece y con una ráfaga de viento se apodera de mí.

FIN