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Una posibilidad para la ciencia

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Dios y las leyes de la naturaleza

El creacionismo se define como una visión dogmatizante de la creación, desarrollada por defensores de la fe que se oponen a la visión dinámica de una creación abierta al futuro. Mientras que la creación es un concepto bíblico derivado no primigenio, ya que es una reflexión. Encontramos que el creacionismo es una visión fundamentalista, y los creacionistas defienden, las especies son permanentes, el hombre tiene pasados humanos y la creación del mundo es reciente. En el Génesis existen dos relatos, el primero es el documento de la fuente jota, elaborada en una sociedad agraria, consideran a Dios como alfarero y del barro sale Adán. Y por otro lado encontramos el relato sacerdotal dela fuente p , elaborado por los teólogos israelitas durante el exilio babilónico, la creación sería obra de la palabra de Dios y sigue un esquema litúrgico en la creación (sábado día de descanso). Se debe entender que tanto creación como evolución deben tomarse a la vez porque con la creación nos relata el origen del hombre, nos clasifica el proyecto detrás de él pero no nos cuenta su origen y la evolución trata de conocer y describir el origen pero no aclara el proyecto del hombre. Desde la doctrina de la fe se puede explicar el origen del hombre, el cuerpo por la hipótesis del evolucionismo. Ahora bien la doctrina de fe afirma que el alma espiritual ha sido creada por Dios, el alma humana por ser espiritual no puede ser de la materia.

Varios científicos como Galileo o Newton buscan conocer de una mejor manera la existencia De Dios por medio de la ciencia, así conocerían también la mente del creador. Ciencia y Religión comienzan a chocar en diferentes conceptos, mientras que Newton pensaba que por ejemplo la gravedad estaba influenciada por Dios por lo que debía estar en constante ordenamiento del universo, los religiosos encontraban que Dios era el creador inicial y posteriormente el universo funcionaba solo. Llegó el punto en el que se desvincula ciencia y religión ya que la religión habla de la salvación del alma humana y como vivir la vida pero no es necesario el conocimiento del universo. La ciencia no puede tratar el tema de Dios ya que no existía hasta que Dios creó el espacio y tiempo. La reflexión que realiza la Iglesia es que al encontrar nuevas formas de estudio de fenómenos de la naturaleza hace falta tener claro los métodos y delimitar lo que es sabido. Los teólogos deben conocer los avances de la ciencia y también saber distinguir entre las escrituras y su Interpretación.

El ser humano ha encontrado en la ciencia y religión una vía de salida ante su fragilidad física. Según Max Weber es normal que en Occidente gracias a las religiones judaísmo y cristianismo se desarrollaran la ciencia y la técnica ya que no plantean que la Naturaleza este llena de dioses y demonios y llevan a cabo un desencantamiento de la naturaleza. Esto nos ayuda a comprender que La Escritura lo que explica es que Dios ha creado el universo y por tanto no está compuesto por un cúmulo de energías malignas ni poderes. Es decir que esto procede de una fuerza creadora. Por medio de el Verbo se hizo todo, y sin él no se hizo nada, en donde el verbo se encontraba junto a Dios, él era Dios.

Diferentes ámbitos del conocimiento. Hoy en día parece que las ciencias empíricas son el único saber verdadero. En el S.XIX Comte estableció tres estados en la sociedad: teológico, metafísico, y científico o positivo. Para él solo el último traerá progreso a la humanidad. En el S.XX el Círculo de Viena sostuvo que solo tiene sentido lo empíricamente verificable por lo que palabras como "Dios" y "amor" son únicamente una vibración del aire. Peligros del cientifismo. El cientifismo no admite otras formas que no sean propias de las ciencias positivas, relegando al conocimiento teológico y religioso entre otros. Esto se expresaba en el positivismo y en el neopositivismo considerando sin sentido todo lo metafísico. Los valores se reducen a productos de la emotividad y la noción de ser se rechaza para dar lugar a lo puro y fáctico. La ciencia trata de dominar todos los aspectos humanos a través del progreso tecnológico. Esto contribuye a difundir la mentalidad cientifista, que ha aportado cambios radicales. El cientifismo considera el sentido de la vida como algo irracional o imaginario al igual que otros problemas de la filosofía que son tratados de forma superficial. Esto empobrece la reflexión humana, que es privada de los problemas de fondo que el animal rationale se ha planteado a lo largo de la historia. Al marginar la valoración ética, muchos han adquirido la idea de que lo que es técnicamente realizable es moralmente admisible.

Ciencia y Revelación Tendemos a encerrar a Dios en nuestras categorías mentales y no abrirnos a su grandeza, como resultado pensamos en un Dios muy pequeño. Hoy por hoy, cuesta aceptar a un Dios que nos habla de su creación con palabras humanas y en el cristianismo, asumiendo la condición de un hombre, como otro cualquiera, pero que murió violentamente y fue proclamado Hijo de Dios. Resulta más cómodo pensarlo modelado por nuestros intereses. Comprometemos nuestra comprensión del mundo cuando contemplamos a Dios en el mismo "recipiente" que nuestra razón. Con la revolución copernicana: dimensión del universo y expansión desde el Big Bang, se nos ha colocado en un escenario de vértigo. El problema está en tratar de pensar a Dios y el contenido de la Revelación de la misma manera que pensamos la naturaleza. Sería un error identificar el Big Bang con el acto creador de Dios. Sería empequeñecerlo. El objetivo de Dios y su revelación es iluminar nuestra comprensión, nuestro destino, nuestra existencia y que tipo de dependencia respecto de Dios tiene el mundo y cada uno de nosotros. Las ciencias nos permiten conocer La Revelación, pues exige la intervención creadora divina. Dios es más grande que ese "recipiente", y cuanto más grande sea más asombro y admiración nos debería producir su grandeza. Las posibilidades de la fe en el nuevo contexto científico. La ciencia y la filosofía han funcionado siempre basándose en la "causalidad lineal". Pero lo cierto es que no hay línea de causalidad posible que sea independiente de todo lo demás que está sucediendo. Siempre hay una red de causas y condiciones. Cada cosa natural es un sistema y parte de un sistema, un todo y parte de un todo mayor. Esto es denominado como "Holón". El golpe de gracia fue descubrir que cualquier todo es mayor que sus partes y por lo tanto determina su comportamiento. La Tierra, "Gaia", no es un organismo vivo, pero se autorregula con el fin de seguir evolucionando. Esto está revolucionando la relación entre ciencia y religión y tendrá mucha importancia para cualquier búsqueda genuina de Dios. La ciencia es un trampolín hacia la espiritualidad y la mística, pues ha reconocido sus propias limitaciones. El universo es un todo interconectado, no somos partes independientes, pero lo más importante es que no tenemos el control sobre él. La ciencia y religión son dos esferas independientes, pues tratan lo objetivo y lo subjetivo respectivamente. Pero la religión no puede reducirse a un ámbito privado porque existe precisamente para integrar al hombre y para dar una respuesta a su totalidad.