Eficacia en la detección y rapidez en la medicación. Es el mensaje con el que el doctor Estrada resume la necesidad de actuar sin demora frente al VIH. “Con ello conseguimos evitar la pérdida de linfocitos CD4, es decir, el deterioro de la inmunidad. Otro beneficio médico es que, con el tratamiento precoz, se reduce el tamaño del reservorio de VIH”. Los reservorios son células del sistema inmunológico que, aunque infectadas por el virus, no lo replican activamente. Esa latencia puede tornarse en actividad si
se deja de tomar la medicación o se toma erráticamente.
Junto a los beneficios médicos y epidemiológicos, el doctor Estrada destaca también la importancia de que se hable de VIH: “Se sigue teniendo anclada en el subconsciente colectivo una idea de personas marginadas, drogadictas; una suerte de maldición. Por tanto, tenemos que conocer la realidad del VIH para vencer el estigma moral que todavía hoy persiste”, enfatiza.