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Fragmentos de la ponencia "Amalia Solórzano de Cárdenas", de la Dra. Marcela Briz Garizurieta, presentada en las XXXIV Jornadas de Historia de Occidente, 2012.

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Amalia Alejandra

Solórzano Bravo

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Nacimiento

NACIMIENTO Amalia Alejandra Solórzano Bravo nació en Tacámbaro, Michoacán, el 10 de julio de 1911. Fue la segunda de ocho hijos del matrimonio formado por Cándido Solórzano y Albertina Bravo Sosa.

Recuerdos

RECUERDOS[…] Amalia contaba: “Nuestra mayor diversión era subir a las carretas e irnos con ellos, los campesinos, a sacar la papa y el maíz para traerlos a la troje. Casi todo el día lo pasábamos fuera de casa. Nos regalaban papas asadas […] Regresábamos al atardecer […]. Se escuchan a esa hora toda clase de ruidos: silbidos, aullidos, ladrar de perros que presienten la proximidad de un descanso en casa, los burros que caminan más de prisa [sic], casi trotan, las vacas de ordeña que corren para darle de comer al becerro que queda en el pesebre. Son recuerdos preciosos que viví en mis primeros años”.[1] [1] Amalia Solórzano de Cárdenas, Era otra cosa la vida, México, D. F., Editorial Nueva Imagen, s/f., p. 12.

Estudios

ESTUDIOS Sus estudios los cursó como todas las niñas de su condición y de su época. Los primeros años asistió a la escuela pública, la única que había entonces en el pueblo. Los siguientes, en el colegio para niñas que instalaron las madres guadalupanas, primero en Tacámbaro y luego en la Ciudad de México.

Bodacivil

BODA CIVIL Una situación azarosa que llevó a Amalia de regreso a Tacámbaro para acompañar a su hermano mayor enfermo, la hizo coincidir con el general Lázaro Cárdenas cuando él realizaba su gira como candidato al gobierno de Michoacán, el 3 de junio de 1928. La pareja contrajo matrimonio al concluir el periodo de gobierno constitucional en Michoacán. La boda se verificó el 25 de septiembre de 1932. Para Amalia fue difícil tomar la decisión sin obtener el consentimiento de su padre, quien no estaba de acuerdo en que su hija se casara con un militar, como también lo fue para su familia aceptar que no se realizara un matrimonio religioso. En la ceremonia civil solamente estuvieron presentes su madre y sus hermanos. Fungió como testigo un primo del novio.

Guerracivilespañola

GUERRA CIVIL ESPAÑOLA Durante los arduos años en la presidencia de la República, Amalia cerró filas con el general. Al sobrevenir la guerra civil española y ante la solidaridad mostrada por el gobierno de México con el pueblo español, ella sugirió y participó del difícil compromiso de albergar a quinientos niños que fueron enviados al país para ponerlos a salvo de la guerra. Todavía en vida, Amalia recibió la Cruz de Oro de la Orden Civil de la Solidaridad Social, de parte de la reina Sofía, en el Palacio de la Zarzuela, acto al que ella ya no tuvo la fuerza para estar presente y para el que nombró como su representante a su nieta Camila Cárdenas Batel, señalando que recibía esa condecoración, además de en nombre de su esposo, Lázaro Cárdenas, en el de “miles de mujeres y hombres de mi país que fueron solidarios con el exilio”.[2] [2] Carta de Amalia Solórzano de Cárdenas a la Secretaría de Estado de Servicios Sociales, Familias y Discapacidad, Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales del gobierno de España, 19 de enero de 2008, Centro Lázaro Cárdenas y Amalia Solórzano, A. C.

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Amalia yCárdenas

AMALIA Y CÁRDENAS La participación de Amalia en la vida de su esposo siempre fue crucial. Hay aspectos de él que no se entienden sin ella. Existía una estrecha comunicación entre ambos. Ella participaba dando sus puntos de vista sobre los acontecimientos políticos y él también se los pedía. Era una pareja profundamente unida y muy coincidente ideológicamente. Fueron como dos almas gemelas, que afortunadamente coincidieron. La personalidad de Amalia nunca se opacó con la del General. Existía admiración y reconocimiento mutuo. Al reflexionar sobre las razones de su actuar, Amalia apuntaba: “Fue el ejemplo cotidiano de ver cómo [el general] se manifestaba ante cualquier persona de diferente condición social, su trato y atenciones con la gente; su actitud fue lo que se dice ‘predicar con el ejemplo’. Yo me propuse seguirlo en todo. Y creo que no tuvo frustración por mi conducta”.[4] El mismo sentimiento de admiración mantuvo el general Cárdenas hacia la que fue su compañera de vida por casi cuarenta años. El 21 de mayo de 1967, él anotó en sus Apuntes: “Hoy que cumplo setenta y dos años dedico estas líneas a Amalia en quien he tenido siempre un gran estímulo. Inteligente, comprensiva y cariñosa, ha sabido compartir mis responsabilidades. Afín a mis ideas políticas y sociales durante mi gestión en la Primera Magistratura del país, su actitud fue discreta y de gran sensibilidad”.[5] [4] Amalia Solórzano de Cárdenas, Hojas sueltas, op. cit. [5] Lázaro Cárdenas, Apuntes, 1967, México, D. F., UNAM, 1972

Convicción

CONVICCIÓNNo hubo lucha social a la que Amalia no estuviera atenta y sin dudar de qué lado debía estar; en algunos casos con su presencia siempre reflexiva, como en los actos del Movimiento de Liberación Nacional. Durante el movimiento de 1968, Amalia también se hizo presente. En su libro Era otra cosa la vida, ella cuenta la forma en que fue sorprendida por el General en una de sus salidas a las marchas convocadas por los estudiantes: “Caminamos sobre Reforma, vimos la manifestación, que era la que se llamó manifestación del silencio, pues desfilaban con la boca tapada. Era una cantidad muy grande y la gente mostraba respeto y simpatía por ellos […] regresé a la casa a eso de las ocho y media de la noche. Entré al despacho del General, pues yo ya sabía que casi siempre estaba en el escritorio, leyendo o escribiendo. Toqué, entré y le dije que ya había regresado. Nada más se paró, se me quedó mirando y lo primero que me dice es: ‘¿Y cómo estuvo la concentración, Chula?’ Y le contesto: ‘Pues muy buena, muy concurrida’. No sé si él se haya imaginado que mis salidas eran siempre por ese motivo, pero ni me lo prohibía ni lo autorizaba. Era cuestión mía y era valor entendido que a mí me interesaba e iba.[5] [5] Amalia Solórzano, Era otra cosa..., op. cit., pp. 93-94.

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CAUSA SOCIALES 2[…] Amalia cuenta en su libro Estampas para el recuerdo cuáles fueron sus motivaciones para estar presente en el congreso de los zapatistas en Michoacán: “¿Por qué decidí asistir al congreso de Nurío? Porque desde hace varios años he apoyado en lo que puedo a los indígenas mexicanos, pero también porque sentí que mi participación significaría algo para mucha gente que estaría en ese encuentro, pues es una presencia que quiero guardar para el General”. Un cubano estudiante de periodismo, impresionado por la personalidad de Amalia, decidió seguir sus pasos para lograr una entrevista con ella […] Al final de toda una serie de preguntas sobre la historia de su vida y la obra del general, el joven le preguntó a Amalia: “¿Le queda mucho por hacer?”. Y ella contestó: “Me gustaría regresar a la zona Mixteca y ordenar mis papeles”. Y a la última pregunta, “Doña Amalia, ¿qué le deja a su pueblo?”, con la contundencia que la caracterizaba, respondió: “Más que dejarle, a mi pueblo le deseo que luche por lo justo”.[7] [7] Mario Cremata Ferrán, Juventud Rebelde, La Habana, Cuba, 11 de junio de 2008.

Expropiaciónpetrolera

EXPROPIACIÓN PETROLERAAnte la expropiación petrolera, y siempre en solidaridad con los actos de su esposo, Amalia comandaría una colecta nacional para cubrir el pago de la deuda. La respuesta fue multitudinaria: el pueblo de México se volcó a cooperar con lo que tenía; con gran satisfacción y maravillada por la respuesta de la gente, Amalia contaba: “Llegaron con animales, gallinas y borregos, dinero, alhajas, anillos de matrimonio, medallas de bautizo, objetos distintos, miniaturas, de todo [...] Era muy emocionante, la gente estaba muy motivada, [hasta] los niños entregaron sus alcancías”.[3] [3] Amalia Solórzano de Cárdenas, Era otra cosa la vida, op. cit., p. 61.

“Más que dejarle, a mi pueblo le deseo que luche por lo justo”

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CAUSAS SOCIALES 1Desde 1971, durante dieciocho años ininterrumpidos, Amalia volcó su atención hacia los pobladores de la región más marginada de la Mixteca oaxaqueña. Una o dos veces por año, generalmente en enero y en mayo, se trasladaba a aquella zona a repartir alimentos, cobijas y enseres entre la gente, y para conocer de cerca sus necesidades más apremiantes en materia de obras, educación o salud […] Poco a poco, con el apoyo de amistades, ella formó un equipo de trabajo que entusiastamente fue creciendo y que en su mayoría colaboraba en forma voluntaria. La solidaridad con las causas de los indígenas hizo a Amalia mostrar su apoyo a la causa zapatista, al participar en la Comisión de Seguimiento y Verificación de los Acuerdos de San Andrés, en torno de los derechos y la cultura indígenas, a finales de 1996.

Con el apoyo de:

JHO

Jornadas de Historia de Occidente UAER - UNAM Informes: gramos@humanidades.unam.mx

AH

Archivo Histórico UAER UNAM Informes: ccastillo@humanidades.unam.mx

Universidad Nacional Autónoma de México Coordinación de Humanidades Unidad Académica de Estudios Regionales Textos: Fragmentos de la ponencia "Amalia Solórzano de Cárdenas", de la Dra. Marcela Briz Garizurieta, presentada en las XXXIV Jornadas de Historia de Occidente, 2012. Revisión de textos: Lic. Ma. Guadalupe Ramos García Reproducción fotográfica y realización: Mtra. María Georgina Salgado López e Ing. Jesús Alberto Morales Morales Informes: georgina@humanidades.unam.mx Última actualización: junio 2022 Esta infografía se realiza con fines culturales y educativos

Encuentra el libro "Era otra cosa la vida" en el acervo de la biblioteca UAER - UNAM: https://bit.ly/AmaliaSolorzano Ingresa alguno de los siguientes datos (autor, título u otro)

Portada del libro:

Poco tiempo después de entregar la gubernatura del Estado de Michoacán al General Benigno Serrato, el Gral. Lázaro Cárdenas se casa con la señorita Amalia Solórzano Bravo, en Tacámbaro, Mich., el 25 de septiembre de 1932, trasladándose posteriormente a la ciudad de Puebla, donde asumirá la comandancia de la 1ª. Zona Militar, cargo que ocuparía del 1o. de noviembre al 31 de diciembre de 1932. Fuente: Fotografía y texto "Museo Vida y Obra de Lázaro Cárdenas Del Río", Etapa V, Biografía.

El 17 de julio de 1936, el General Francisco Franco, junto con otros miembros del ejército español estacionado en Marruecos, se levantaron en contra del gobierno de la Segunda República Española, el cual se hallaba formado por un Frente Popular. Las fuerzas franquistas recibieron el apoyo material de los países fascistas: Alemania e Italia; mientras que las fuerzas republicanas no encontraron en las demás potencias un refuerzo para su lucha, sino tan sólo en las llamadas “brigadas internacionales”, donde se encontraban destacados intelectuales y artistas, así como comunistas y líderes obreros de todos los países del orbe, y en la ayuda aportada por México y la Unión Soviética. Festival en Bellas Artes de los refugiados españoles Fuente: Fotografía y texto "Museo Vida y Obra de Lázaro Cárdenas Del Río", Etapa VI, Internacional.

Fuente: Unidad Académica de Estudios Regionales-UNAM: Archivo Histórico. Archivo personal Amalia Solórzano, foto 016, caja 1G, Amalia Solórzano en el Cañón de Tonalá, junio de 1971.

1968 fue un año en el que la juventud de todo el mundo, manifestó violentamente su inconformidad por los sistemas de explotación que imperan sobre la tierra. México, por tanto, no podía ser ajeno a las conmociones de tipo social; Cárdenas ante los sucesos estudiantiles tuvo una firme posición, que expresa de esta manera: “Una sensación de depresión he mantenido todos estos días del conflicto. Siento, hace daño a la causa democrática que fue postulado de la Revolución Mexicana y que si no ha fructificado como lo anhelan las clases populares, la violencia registrada como la del 2 de octubre, la retrasa por más tiempo y con agrado de las clases conservadoras… La época actual tiene en las nuevas generaciones savia joven que dará mejores bases morales, educativas y económicas determinantes a los pueblos de todos los continentes.” Fuente: Fotografía y texto "Museo Vida y Obra de Lázaro Cárdenas Del Río", Etapa VII, Biografía.

Fuente: Unidad Académica de Estudios Regionales-UNAM: Archivo Histórico. Archivo personal Amalia Solórzano, foto 001, caja 1G, Amalia Solórzano en la presa “Yosocuta”, junio de 1971.

Fuente: Unidad Académica de Estudios Regionales-UNAM: Archivo Histórico. Archivo personal Amalia Solórzano, foto 019, caja 1G, Amalia Solórzano en su visita Juxtlahuaca, junio de 1971

La señora Amalia Solórzano murió el 12 de diciembre de 2008. Fuente: Fotografía y texto "Museo Vida y Obra de Lázaro Cárdenas Del Río", Etapa VI, Biografía.