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Córdoba es una ciudad llena de encanto. En esta guía interactiva encontrarás las calles, plazas, museos y monumentos que no te puedes perder de esta gran ciudad.

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Guía

Córdoba

Prepara un viaje único que no olvidarás jamás

Calles y plazas

Casas y palacios

Restaurantes

Conjuntos escultóricos

Monumentos

Mapa

Museos

Calles y Plazas

Lugares con encanto en cada rincón de la ciudad ¡Descúbrelos!

El lugar donde hoy se encuentra esta plaza se cree que en su día ocupó parte del Circo Romano.

La calleja del Pañuelo es uno de los destinos obligados del viajero.

Debe su nombre a la fuente renacentista que la preside, cuyo principal elemento decorativo es la figura de un potro.

Aquí tienes algunas sugerencias que no te puedes perder en tu visita a Córdoba.

En pleno barrio de la Judería encontramos esta apacible calleja, una de las más tradicionales de la ciudad.

Calleja de las Flores

Plaza de la Corredera

Calleja del Pañuelo

Plaza del Potro

Estrechita y sinuosa, sube en una suave pendiente hasta la pequeña plazoleta en la que desemboca. Los balcones enrejados se llenan de flores aromatizando el agradable paseo del visitante. Desde la fuente que centra la plazoleta podemos disfrutar de una de las más bellas vistas de la torre de la Mezquita-Catedral.

Las intervenciones arqueológicas han rescatado, de esta época, unos fabulosos mosaicos, expuestos en el Alcázar de los Reyes Cristianos. La actual disposición rectangular y porticada con arcos en su parte inferior, entronca esta construcción con las realizadas en las ciudades castellanas, lo que la constituye como única de su especie en Andalucía. Antiguamente se utilizaba como plaza de toros, conservando aún hoy una calleja llamada Toril. Después de pasar por zona de celebración de actos de fe, pregones y ejecuciones durante la Invasión Francesa, hoy puede disfrutarse de una amplia gama de cafés y bares de copas.

La anchura de esta calle de estilo morisco que parte de la plaza de la Concha, no es más que la de un pañuelo de señora. Al final de la misma se abre una plaza de reducidas dimensiones, considerada por algunos como la más pequeña del mundo, se decora con una fuentecilla y un aromático naranjo. El suave murmullo del agua y el olor del azahar envuelven al visitante en este íntimo espacio.

Situada en el barrio de la Ajerquía. Tradicionalmente fue lugar de compra-venta de ganado y de actividades artesanales, tal y como demuestra la famosa Posada del mismo nombre. Hoy en día acoge en uno de sus laterales los museos de Bellas Artes y Julio Romero de Torres.

Casas y Palacios

Majestuosas edificaciones llenas de historia

Es el prototipo de una vivienda popular de los siglos XIV y XV.

Posada del Potro-Centro Flamenco Fosforito

Este antiguo convento mercedario es la actual sede de la Diputación de Córdoba.

Palacio de La Merced

Una bella muestra de una Casa–Patio de Córdoba,

Casa de las Cabezas - Patios de Leyenda

Conoce las visitas imprescindibles de Córdoba y sácale el máximo partido a tu viaje.

En la plaza de Don Gome se levanta este majestuoso palacio,

Palacio de Viana

Con sus cuatro Patios de Leyenda y su estrechísimo callejón de origen musulmán, llamado “de los Siete Infantes de Lara” o “Calleja de los Arquillos”, es una bella muestra de una Casa–Patio de Córdoba, que hunde sus raíces en la Edad Media. Según la tradición, fue Alcázar de Almanzor y prisión de Gonzalo Gustioz, padre de los Siete Infantes de Lara, quien contempló las cabezas seccionadas de sus hijos, presentadas en bandeja de plata. También dice la tradición que, como trofeos, las cabezas fueron expuestas en el callejón, colgando una por arco, de ahí que esta angosta vía tenga siete arquillos, y que la calle principal, hasta hoy, conserve el nombre de Cabezas.

Se encuentra cerca de la Plaza de Colón. Es un edificio muy singular, ejemplo representativo del barroco cordobés. Construido en dos fases durante el siglo XVIII tiene como eje divisorio una iglesia principal alzada en 1745 con unas excelentes placas de yeserías y el mejor retablo barroco de Córdoba. En sus patios y salas el Palacio acoge durante todo el año interesantes exposiciones nacionales e internacionales organizadas por la Diputación de Córdoba.

Llamadas coloquialmente corrales, las estancias se disponen en torno a un patio común presidido por un pozo. Se trata de uno de los lugares cordobeses preferidos por Cervantes tanto en su vida como en su obra, pues además de hospedarse en ella, le sirvió de escenario para desarrollar algunas de sus obras. Hoy día, la Posada del Potro-Centro Flamenco Fosforito es un nuevo espacio destinado a la interpretación, producción, investigación y difusión del flamenco. El Centro se articula alrededor de dos principales ejes:-Un espacio, la Posada del Potro, el corral de vecinos del S. XV destinado a posada hasta 1972, con una larga y dilatada vida, así como un valor histórico cultural-Un cantaor cordobés, Antonio Fernández, Fosforito, una de las más importantes figuras del flamenco universal La Posada del Potro–Centro Flamenco Fosforito es el único centro de Andalucía dedicado al Flamenco de estas características, al ser al mismo tiempo un lugar de interpretación, promoción y exposición museística. Un recorrido en el tiempo permite descubrir el nacimiento y la evolución del flamenco hasta la actualidad, a través de los distintos elementos que conforman la singularidad cultural del Flamenco. El objetivo del Centro de Interpretación es que el visitante salga del edificio con más conocimiento sobre el Flamenco y sobre todo con curiosidad e interés por saber más. La sala abarca temas como: el origen del Flamenco, palos, tipos, instrumentos, artistas, trajes y relaciones con otros aspectos culturales.

Sus dependencias se desarrollan en torno a doce magníficos patios y un fantástico jardín. Las distintas especies florales decoran y perfuman cada rincón del ampuloso museo. La última marquesa de Viana, Sofía de Lancaster, supo mantener el exquisito origen de este palacio del siglo XIV. Las múltiples dependencias del Palacio de Viana acogen numerosas colecciones de todo tipo (pinturas, vajillas, mosaicos, tapices, azulejos, armas de fuego). Las fabulosas obras de arte que se exhiben en este recinto hacen de esta visita una de las más constructivas de Córdoba. Destacan la colección de guadamecíes y la gran biblioteca de los siglos XVI al XVIII.

Conjuntos escultóricos

Esculturas emblemáticas de la ciudad ¡Te sorprenderán!

Conoce la trascendencia cultural de Córdoba de la mano de sus esculturas.

Cristo de los Faroles

Cuidadores de los patios

Averroes

Julio Romero de Torres

La popular plaza de Capuchinos sobrecoge por la sobriedad de su diseño. Las austeras paredes inmaculadas se ven interrumpidas por las portadas en piedra del convento Santo Ángel. En el centro de la plazoleta se levanta una de las imágenes más singulares de Córdoba: El Cristo de los Faroles. La blancura de los muros que lo rodean sobresalta el efecto dramático de este crucificado barroco. Los faroles de hierro que lo acompañan han configurado el nombre de la escultura.

Como homenaje a la Fiesta de los Patios, en abril de 2014 en la puerta del Rincón se inauguró una escultura de bronce creada por el escultor José Manuel Belmonte (Córdoba, 1964) que muestra a una mujer regando con la tradicional caña con lata. Posteriormente, otras dos esculturas de bronce, las de un abuelo que entrega macetas a su nieto, fueron colocadas en el barrio del Alcázar Viejo (o barrio de San Basilio), representando así el pasado y el futuro de esta fiesta que es Patrimonio de la Humanidad desde 2012.

Llamado en árabe Abu-l -Walid Muhammad Ibn Ahmad Ibn Rushd, fue el filósofo, astrónomo y escritor árabe más avezado de su tiempo, llegando a ser figura de gran peso en la historia del pensamiento árabe-islámico. Nació en Córdoba en el año 1126 y muere en Marrakesh en 1198. Proveniente de una notable familia de cadís, su formación corrió a cargo de la élite intelectual cordobesa. Ibn Rushd recibe la tradicional educación alcoránica, la jurídica y la médica, estando especializado en cada una de éstas ciencias. Seguidor de la filosofía aristotélica, sus obras se encaminaron a conciliar la postura del filósofo griego con la fe musulmana. Escribió numerosos tratados, entre los que destacan sus Comentarios a Aristóteles, escritos de gran repercusión en la filosofía posterior. En la calle Cairuán la ciudad de Córdoba ha levantado un monumento este erudito, uno de los más universales de la urbe.

El 9 de noviembre de 1874 nace en Córdoba, en el edificio que acoge el Museo de Bellas Artes, Julio Romero de Torres. Su padre Rafael Romero Barros, fue pintor y director-fundador de dicho museo. Inicia su vida artística en una época de corrientes pictóricas enfrentadas y vive intensamente la vida cultural cordobesa de finales del siglo XIX, que giraba en torno a la Academia de Ciencias, Bellas Letras y Nobles Artes. Elegido académico numérico de esta organización, compagina su trabajo de profesor de Artes y Oficios con otros de restauración de obras de arte. En sus viajes a Madrid entabla amistad con los tertulianos del café Nuevo Levante, entre los que destacan Zuloaga, José Gutierrez Solana, los hermanos Baroja y Valle Inclán. Su pintura pasa por distintas etapas, desde el folklore más tradicional hasta el simbolismo más absoluto. Ha pasado a la historia por pintar a la mujer morena, de rasgos agitanados, ojos profundos y una melancolía eterna, plasmado todo ello en el famoso cuadro La Chiquita Piconera. Julio Romero ha sido de los pocos pintores que ha gozado de fama y reconocimiento en vida, participando en varias exposiciones universales. El diez de mayo de 1930 moría en su casa de la plaza del Potro. Tras la desaparición del pintor, su familia donó las obras presentadas en la Exposición Iberoamericana sevillana de 1929 al Ayuntamiento de Córdoba para la creación de un museo en su memoria. En 1931 abre las puertas dicho museo, recuerdo vivo de la poesía en colores de Julio Romero de Torres.

Museos

Descubre los tesoros de esta ciudad Patrimonio de la Humanidad

Sorpréndete con la apasionante historia de Córdoba a través de sus variados museos.

Uno de los más completos museos arqueológicos de España.

En el extremo sur del Puente Romano se sitúa este enclave de control y defensa desde la antigüedad.

Se encuentra en la plaza Maimónides, muy cerca del Hospital del Cardenal Salazar.

Museo Arqueológico

Torre de la Calahorra

Museo Taurino

Desde 1965 el palacio de estilo renacentista de los Páez de Castillejo, alberga a unos de los más completos museos arqueológicos de España: El Museo Arqueológico de Córdoba. Es la institución encargada de conservar, investigar y difundir los restos materiales pertenecientes al patrimonio arqueológico de Córdoba y provincia, desde la prehistoria hasta Al-Andalus. Sus numerosas salas y patios recogen muestras de distintas épocas y estilos arquitectónicos. A lo largo de tres patios y ocho salas la Historia parece hablar desde las piezas expuestas, transportándonos, de sala en sala, de patio en patio, a esa Córdoba del recuerdo. Además, en enero de 2011 fue inaugurado un nuevo edificio contiguo al ya existente. Esta ampliación, de un lenguaje arquitectónico contemporáneo, acompaña al Palacio renacentista de Jerónimo Páez. El nuevo edificio ofrece unos espacios museísticos modernos, atractivos y funcionales, que dotan al museo arqueológico de Córdoba de los crecientes espacios y servicios que demanda su proyección en la sociedad actual. Este nuevo edificio presenta además una pieza excepcional, el yacimiento arqueológico del teatro romano de la ciudad, que fue hallado en el solar del edificio y que se encuentra abierto al público en su planta sótano, restaurado, musealizado y accesible. Es esta una visita obligada para todos los amantes del arte y de la historia.

Mencionada en alguna fuente árabe sobre al-Andalus, y en numerosas referencias históricas desde la conquista cristiana de Córdoba hasta la actualidad. Su arquitectura refleja sus sucesivas remodelaciones. El arco de herradura funcionaría como puerta anexa al puente, y su recinto rectangular flanqueado por torres se reforzaría en el siglo XII. A principios del siglo XX fue declarada monumento histórico artístico. Tras variados usos, en la actualidad acoge el Museo Vivo de al-Andalus, sobre la convivencia entre las culturas judía, cristiana y musulmana.

Emplazado en una antigua mansión señorial del siglo XVI. La fuerte tradición taurina cordobesa ha conseguido reunir parte del ingente patrimonio dedicado a los cinco califas del toreo, Lagartijo, Guerrita, Machaquito, Manolete y Manuel Benítez, El Cordobés. El recorrido a través de material fotográfico, trajes de luces, antiguos carteles de feria, grabados, instrumentos de lidia, esculturas y pinturas, hace la historia del toreo más cercana al visitante. Remodelado completamente en sus contenidos y rehabilitado en su integridad el histórico edificio que alberga, el Museo Taurino de Córdoba reabrió sus puertas al público el 1 de abril de 2014.

Monumentos

Numerosos monumentos que reflejan el paso de romanos, judíos, musulmanes y cristianos.

Córdoba es un importante núcleo turístico que atrae a visitantes de todo el mundo.

La Mezquita-Catedral

Alcázar de los Reyes Cristianos

Puente Romano

Medina Azahara

La Mezquita-Catedral de Córdoba (Patrimonio de la Humanidad desde 1984) es el monumento más importante de todo el Occidente islámico y uno de los más asombrosos del mundo. En su historia se resume la evolución completa del estilo omeya en España, además de los estilos gótico, renacentista y barroco de la construcción cristiana. El lugar que hoy ocupa nuestra Mezquita-Catedral parece haber estado, desde antiguo, dedicado al culto de diferentes divinidades. Bajo dominación visigoda se construyó en este mismo solar la basílica de San Vicente, sobre la que se edificó, tras el pago de parte del solar, la primitiva mezquita. Esta basílica, de planta rectangular fue compartida por los cristianos y musulmanes durante un tiempo. Cuando la población musulmana fue creciendo, la basílica fue adquirida totalmente por Abderraman I y destruida para la definitiva construcción de la primera Mezquita Alhama o principal de la ciudad. En la actualidad algunos elementos constructivos del edificio visigodo se encuentran integrados en el primer tramo de Abderraman I. La gran Mezquita consta de dos zonas diferenciadas, el patio o sahn porticado, donde se levanta el alminar (bajo la torre renacentista), única intervención de Abd al- Rahman III, y la sala de oración o haram. El espacio interior se dispone sobre un concierto de columnas y arcadas bicolores de gran efecto cromático. Cinco son las zonas en las que se divide el recinto, correspondiendo cada una de ellas a las distintas ampliaciones llevadas a cabo.

El Alcázar de los Reyes Cristianos, fortaleza y palacio de sólidos muros, encierra en su interior gran parte de la evolución arquitectónica de Córdoba. Restos romanos y visigodos conviven con los de origen árabe en este majestuoso solar, ya que fue lugar predilecto de los distintos gobernantes de la ciudad. Cuando en 1236 Córdoba es conquistada por Fernando III el Santo, el edificio, que formaba parte del antiguo Palacio Califal, estaba totalmente asolado. Alfonso X el Sabio comienza su restauración, completada durante el reinado de Alfonso XI. A lo largo de la Historia se le ha dado múltiples usos, como Sede del Santo Oficio (Inquisición), o cárcel (en la primera mitad del siglo XIX). El visitante que por primera vez vislumbra esta fortaleza se sorprende ante una construcción casi rectangular con extensos muros de sillares pétreos y cuatro torres que perfilan los ángulos (la de Los Leones, la del Homenaje, la de La Inquisición y la de Las Palomas) Dentro, las distintas dependencias se articulan en torno a patios con exóticas y bellas flores, hierbas aromáticas y frondosos árboles. Las estancias y corredores se cierran con cúpulas góticas de piedra. En una de las galerías de acceso se exhibe un sarcófago pagano del primer cuarto del siglo III. En su frontal muestra un altorrelieve sobre una alegoría del paso de los difuntos hacia el más allá a través de una puerta entreabierta. Resalta, de todas las salas una pequeña capilla barroca: el Salón de los Mosaicos, en la que se exponen piezas romanas de este tipo procedentes del subsuelo de la Corredera. Bajo esta estancia se encuentran los baños, de inspiración árabe, divididos en tres salas abovedadas con tragaluces estrellados. Éstas se comunican con la caldera situada bajo la torre del Homenaje. De los dos patios, el Mudéjar llama la atención por su belleza. Con enlosado en mármol, el murmullo del agua que corre por los canales y albercas refresca el ambiente y relaja al fatigado visitante. Los extensos jardines que cierran el conjunto dan muestra de la monumentalidad y esplendor de este Alcázar cordobés.

El conjunto de la Mezquita Catedral, el río, la Puerta del Puente y el mismo Puente Romano de Córdoba, conforman una de las vistas más exquisitas de la ciudad, máxime aún si se visita al atardecer, en esa hora incierta en la que los últimos rayos de sol doran las superficies. El citado puente, levantado en el siglo I a. C., ha sufrido varias remodelaciones a lo largo de la Historia. La estructura principal data del medievo, siendo la intervención más reciente de 1876. Consta de dieciséis arcos, cuatro apuntados y el resto de medio punto. En el centro del antepecho se erige una escultura de San Rafael, obra del siglo XVI, realizada por Bernabé Gómez del Río.

Medina Azahara: Declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2018. Medina Azahara, la fastuosa y misteriosa ciudad que Abd-al Rahman III mandó construir a los pies de Sierra Morena, a ocho kilómetros de Córdoba capital, encierra, incluso en su nombre, historias legendarias. La tradición popular afirma que, autoproclamado Abd al-Rahman III califa en el 929 d.C., y tras ocho años de reinado, decidió edificar una ciudad palatina en honor a su favorita, Azahara. Sin embargo, recientes estudios aportan fuertes evidencias de la causa que impulsó al califa a fundar Medina Azahara. Una renovada imagen del recién creado Califato Independiente de Occidente, fuerte y poderoso, uno de los mayores reinos medievales de Europa, se acepta como el origen más probable de la nueva Medina. Se dispone la ciudad en tres terrazas rodeadas por una muralla, situado el Alcázar real en la más superior y la intermedia. La zona más baja se reservó para viviendas y la mezquita, edificada extramuros. Las fuentes históricas apuntan a la participación de unas diez mil personas que trabajaban diariamente en su construcción. Abd al-Rahman no escatimó en materiales para lograr el efecto buscado: la insignia del poderoso reino que gobernaba. Ricos mármoles violáceos y rojos, oro y piedras preciosas, además del cuidado trabajo artesanal de los mejores canteros y las legendarias contribuciones bizantinas, ayudaron al encumbramiento del preciado proyecto.

Monumentos

Numerosos monumentos que reflejan el paso de romanos, judíos, musulmanes y cristianos.

Córdoba es un importante núcleo turístico que atrae a visitantes de todo el mundo.

Templo Romano

Caballerizas Reales

Sinagoga

Torre de la Malmuerta

Junto al Ayuntamiento, se encuentra situado el único Templo Romano de Córdoba del que nos ha llegado evidencia arqueológica. Dedicado al culto imperial, asombra por sus grandes dimensiones. Formó parte del Foro Provincial junto con un circo. Originariamente estaba elevado sobre un podio y contaba con seis columnas exentas de tipo corintio en su entrada. Frente a ésta se levantaba el ara o altar. La reconstrucción, llevada a cabo por el arquitecto Félix Hernández, ha aportado a Córdoba una muestra más de la grandiosidad de esta urbe en época romana. Algunas de las piezas originales del templo se encuentran expuestas en el Museo Arqueológico o en inusuales y bellos rincones de la ciudad, como la columna estriada de la plaza de la Doblas.

Felipe II, el Rey en cuyo imperio no se ponía el sol, fundó en 1572 las Caballerizas Reales de Córdoba "con el objeto de criar buenos caballos para el servicio de la Casa Real". Fué encargado de su construcción D. Diego López de Haro, Caballerizo Mayor. El edificio se alzó junto al Alcázar de los Reyes Cristianos, donde hoy sigue existiendo, ininterrumpidamente utilizado para la cría del caballo cordobés. Desde 1842 y hasta 1995, pasó a ser cuartel de Caballería, destinado a la reproducción equina, instalándose allí el importante 7º depósito de Sementales del Ejército. En sus instalaciones llegaron a cuidarse más de un centenar de caballos andaluces y árabes de excelente calidad, usados para el enganche de carruajes, para la doma y para inseminar yeguas, tanto de propiedad militar como civil. El conjunto original de Caballerizas Reales se perdió en un incendio en 1735, siendo inmediatamente reconstruido durante el reinado de Fernando VII y ultimándose en el de Carlos III, cuyo escudo aparece sobre la puerta principal. Del gran edificio destaca la cuadra, a la que García Lorca comparó con una "Catedral para caballos", organizada en tres naves de suelo enchinado con bóveda de arista, soportadas por arcos de ladrillo y recias columnas de piedra delimitando los boxes situados a ambos lados. (Extracto del libro "Córdoba Ciudad Eterna").

Única en Andalucía y tercera de las mejor conservadas de época medieval de toda España, la Sinagoga de Córdoba está situada en el barrio de la Judería. Construida entre los años 1314 y 1315 según las inscripciones halladas en el edificio, sirvió de templo hasta la definitiva expulsión judía. A través del patio se accede a un pequeño vestíbulo. A la derecha de éste suben las escaleras que dan acceso a la zona femenina. Al frente se abre la estancia principal. De planta cuadrangular, se encuentra decorada con atauriques mudéjares. El muro que soporta la tribuna de las mujeres se abre con tres arcos ornamentados con yeserías de gran belleza. En 1492 los judíos son expulsados, utilizándose el templo como hospital, siendo después ermita de San Crispín y, por último, escuela infantil. A finales del siglo XIX es declarada Monumento Nacional.

Cerca de la Plaza de Colón, la Torre de la Malmuerta de Córdoba, es una torre albarrana que se envuelve en la leyenda. La tradición popular asegura que el nombre de la torre se debe a la muerte de una noble dama cordobesa a manos de su marido celoso. Al margen del mito, esta torre, que fue edificada sobre una construcción islámica anterior, se levanta en el siglo XV. Se halla unida a la muralla a través de un arco de medio punto, bajo el que puede apreciarse una leyenda inscrita con datos alusivos a su construcción. En el interior, diversas escaleras conducen al adarve y, más arriba, a la única sala del edificio, con bóveda y abierta al exterior mediante saeteras.

Mapa

Su situación estratégica, cercana al río Guadalquivir y la herencia de los distintos pueblos asentados en sus ricas tierras, la han convertido en un lugar privilegiado.

Córdoba es una ciudad con un ingente legado cultural y monumental.

Córdoba, Patrimonio de la Humanidad (España)Córdoba es una ciudad con un ingente legado cultural y monumental. Su situación estratégica, cercana al río Guadalquivir, antaño navegable, y la...Turismodecordoba