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La ovejita que vino a cenar

Steve SmallmanJoelle Dreidemy

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-¡Otra vez sopa de verduras! - se quejó el viejo lobo-. ¡Ojalá tuviera una ovejita! Me prepararía un buen estofado, mi comida favorita. Justo entonces...

¡TOC,

TOC!

Era una joven ovejita.-¿Puedo pasar?- dijo la joven ovejita-Sí, querida, pasa, pasa. Llegas justo a tiempo para la cena. -Respondió el viejo lobo con tono burlón.

Arrastra la puerta para ver quién llama

¡BRRR

BRRR!

La joven ovejita tiritaba de frío: ¡BRRR, BRRR!<<¡Santo cielo!- pensó el lobo-. No puedo comerme una ovejita que esté tan helada. ¡ODIO la comida fría!>>.Y la puso cerca de la chimenea para que entrara en calor.

Arrastra la ovejita a la silla para que esté cerca de la chimenea

El viejo lobo buscó la receta de un estofado en un libro de cocina. ¡Mmmmm! Se le hacía la boca agua solo de pensarlo.

R E C E T A

Una ovejaDos vasos de aguaTres zanahoriasUna cebolla

Lee y une. El lápiz se encuentra en la parte superior derecha.

La joven ovejita también tenía hambre y le sonaban las tripas: ¡RUNRÚN!Los dos fueron a la cocina.

<<¡Santo cielo!- pensó el viejo lobo-. No puedo comerme una joven ovejita a la que le suenan las tripas. ¡Podría tener una indigestión!>>.

Y le dio una zanahoria para que se la comiera.

Busca la zanahoria en la cocina y dásela a la joven ovejita. ¿Dónde guardamos las zanahorias?

La joven ovejita se zampó la zanahoria tan rápido que le entró hipo. ¡HIP, HIP, HIP!

¡HIP, HIP, HIP!

<<¡Santo cielo!- pensó el viejo lobo-. No puedo comerme una joven ovejita que tenga hipo. ¡Podría darme hipo a mi también!>>. Pero el lobo no sabía que hacer para que se le pasara el hipo.

¿Qué harías tú para quitar el hipo a la ovejita?

¡A A A A!

¡E E E E !

Lo intentó lanzando a la joven ovejita por los aires.

Pero no funcionó.

La levantó sujetándola por los pies.

Pero no funcionó.

¡I I I I !

Pero tampoco funcionó.

Le hizo dar vueltas y más vueltas.

Á

A

A

E

O

O

O

O

L

B

V

J

R

J

P

Ordena las palabras y cuenta cuántas letras hay en total. Recuerda el número porque lo vas a necesitar.

El viejo lobo puso a la joven ovejita sobre su hombro y le dio unas palmaditas en la espalda con su grande y peluda garra. La joven ovejita dejó de tener hipo y se quedó dormida en los brazos del lobo. Roncaba dulcemente bajo su oreja. Un ronquido tras otro. -¡Santo cielo! -susurró el viejo lobo-. ¡No puedo comerme una ovejita que ronque!

El viejo lobo se sentó en el sillón junto a la chimenea, con la tierna ovejita en su regazo, y pensó que hacía mucho tiempo que nadie lo abrazaba. El lobo la olfateó una y otra vez.

Aquella joven ovejita olía muy... muy... pero que ¡MUY BIEN!-¡Oh! -refunfuñó el lobo-. Si me la como rápidamente, no pasará nada. Y cuando estaba apunto de zampársela...

.

... la joven ovejita se despertó y le dio un gran beso.-¡¡¡NOOO!!! -gritó el lobo-. ¡NO ES JUSTO!Soy un lobo grande y malo y tú eres... ¡UN ESTOFADO!-Tofado -dijo sonriente la joven ovejita. Y, señalando al viejo lobo, añadió-. ¡Dobo!-¡Oh, Señor, dame fuerzas! -rogó el viejo lobo-. ¡Tienes que irte!

¡MUÁ!

El lobo abrigó bien a la joven ovejita y la sacó fuera.-¡AHORA VETE! -gritó-. Si te quedas aquí conmigo, te comeré, y después, ¡los dos nos arrepentiremos!Y cerró la puerta con un portazo.

¡PUM!

Arrastra la puerta para abrirla y echar a la ovejita fuera de casa

Casa del lobo

Fuera estaba oscuro y hacia frío.La joven ovejita golpeó la puerta.-¿Dobo? -gritó-. ¿Puedo entrar, Dobo?Pero el viejo lobo se tapó las orejas con las manos y empezó a cantar <<¡LA, LA, LA!>> hasta que ya no oyó a la ovejita.Al fin se hizo el silencio.<<¡Gracias a Dios, se ha ido! -pensó el lobo-. Aquí, con un viejo lobo hambriento como yo, no estaba a salvo>>.

Después se puso a pensar en la joven ovejita, sola en la oscuridad del bosque.

<< ¡Quizá se ha congelado!>>.

<< ¡Quizá se ha perdido!>>.

<< ¡Quizá se la han comido!>>.

Casa del lobo

-¡OH, NO!

¿Qué he hecho?

-aulló el lobo. Se levantó y abrió la puerta. La ovejita se había ido.

Abre la puerta para que salga el lobo

El viejo lobo salió a toda prisa hacia el oscuro bosque, gritando:-¡Ovejita! ¡Ovejita! ¡Vuelve! No te comeré... ¡Te lo prometo!

Casa del lobo

Más tarde, mucho más tarde, el viejo lobo regresó a su casa, triste, decaído, cansado y solo.

¿Qué le habrá pasado a la ovejita? ¿Dónde estará?

Y el lobo abrió la puerta y, ahí, junto a la chimenea, ¡estaba la ovejita!-¡HAS VUELTO! -dijo el lobo sonriendo-. ¿No tienes otro lugar al que ir?La ovejita dijo que no con la cabeza.

-Hmm... hmm... entonces, ¿te gustaría quedarte aquí... conmigo? -preguntó el lobo.La joven ovejita lo miró fijamente. -No me comerás, Dobo, ¿verdad? -dijo. -¡SANTO CIELO! -respondió el lobo-. ¡No puedo comerme a una joven ovejita que me necesita! ¡Podría darme dolor de estómago!

La joven ovejita sonrió y se lanzó a los brazos del viejo lobo. -¿Tienes hambre, estofado mío? -le preguntó el lobo.

-¿Te apetece un poco de sopa de verduras? Es mi comida favorita.

fin