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El viaje de Odiseo

Personajes

Recorridos

Mapa

Intro

Música: Journeyman, de Aakash-Gandhi Disponible en Studio.youtube.com

El viaje de Odiseo

Recorrido 1

Recorrido 2

Recorrido 5

Recorrido 4

Recorrido 3

Recorrido 6

Recorrido 7

Recorrido 8

Recorrido 10

Recorrido 9

Recorrido 11

Recorrido 12

Llegada a ítaca

El viaje de Odiseo

Recorrido 1

Recorrido 2

Recorrido 5

Recorrido 4

Recorrido 3

Recorrido 6

Recorrido 7

Recorrido 8

Recorrido 10

Recorrido 9

Recorrido 11

Recorrido 12

Llegada a ítaca

Intro

"Háblame, Musa, del hombre de múltiples tretas que por muy largo tiempo anduvo errante, tras haber arrasado la sagrada ciudadela de Troya, y vio las ciudades y conoció el modo de pensar de numerosas gentes. Muchas penas padeció en alta mar él en su ánimo, defendiendo su vida y el regreso de sus compañeros. Más ni aún así los salvó por más que lo ansiaba. Por sus locuras, en efecto, las de ellos, perecieron, ¡insensatos!, (. . . . ) De esto, parte al menos, diosa hija de Zeus, cuéntanos ahora a nosotros."

Continúa leyendo

Mientras tanto en el palacio del Olimpo....

Continúa

"¡Oh Crónida, padre nuestro, el más excelso de los poderosos! A mí se me desgarra el corazón por el valeroso Odiseo, el desventurado, que todavía lejos de los suyos sufre pesares en una isla batida por las olas, allí donde está el ombligo del mar..."

"¡Ay, ay! ¡Cómo les echan las culpas los mortales a los dioses! ¡Pues dicen que de nosotros proceden las desgracias cuando ellos mismos por sus propias locuras tienen desastres más allá de su destino!"

Continúa

"¿Y ni con eso se te conmueve el corazón, Olímpico? ¿Es que no te era querido Odiseo cuando en tu honor te ofrecía las víctimas que sacrificaba junto a las naves de los argivos en la anchurosa Troya? ¿Por qué tanto te has encolerizado contra él, Zeus?"

"¡Hija mía, qué palabras se te escaparon del cerco de los dientes! ¿Cómo iba yo a olvidarme tan pronto del divino Odiseo, que tanto sobresale entre los mortales por ingenio y que más que ninguno ofreció sacrificios a los dioses inmortales, que habitan el amplio cielo? Pero Poseidón, que ciñe la tierra, de continuo sin tregua se mantiene enfurecido (...) Por eso, en efecto, Poseidón, sacudidor de la tierra, no llega a dar muerte a Odiseo, pero lo aleja de su tierra patria."

"Mas, venga, nosotros, los aquí reunidos meditemos todos su regreso, a fin de que llegue. Y Poseidón depondrá su rencor. Porque no podrá sostener su cólera contra todos los inmortales, él solo en contra de la voluntad de los dioses..."

Vuelve a la nave de Odiseo y busca en ella un objeto escondido para iniciar el viaje

zeus

Poseidón

Personajes divinos

He aquí los personajes divinos que te ayudarán o tratarán de obstaculizar tu misión . . .

Atenea

Debes visitar todos los lugares e ir completando las misiones.

Recorrido 1

Bloqueada

Bloqueada

Bloqueada

Recorrido 2

Misión 3

Misión 4

La primera de las aventuras de Odiseo y sus hombres durante su regreso a Ítaca tuvo lugar en Tracia......

"Sucedió que al poco de hacerse a la mar desde las costas de Troya, el viento desvió las naves donde viajaban los itaquense al país de los Cicones. Como Odiseo y los suyos eran hombres de guerra, decidieron atacar por sorpresa la capital del reino Ísmaro. Allí mataron a muchos y lograron hacerse con un buen botín . . . Cuando hubieron repartido las riquezas y víveres atesorados tras el ataque, Odiseo se dirigió a sus compañeros y les instó a abandonar aquellas tierras...."

– Es peligroso quedarse aquí por más tiempo. (Temía que los cicones pudieran vengarse) Vayámonos ya. Ítaca nos espera.

¡No olvides esta imagen!

¿Qué crees que hicieron los hombres de Odiseo?

Obedecerle porque era su líder y rey

no le obedecieron a pesar que lo respetaban

algunos le obedecieron, otros no

"Los hombres no quisieron escuchar a Odiseo, a pesar de que lo amaban y respetaban, y para celebrar su victoria, degollaron muchas ovejas y comenzaron a beber vino. Fue una gran imprudencia, pues mientras estuvieron así, comiendo y bebiendo, los cicones llamaron a otros de los suyos que vivían en el interior del país y eran expertos en luchar a caballo y a pie"(Toma el escudo y sígueme)

"Por la mañana vinieron tantos que era imposible contarlos. Se pusieron en formación frente a las naves y entablaron una feroz lucha con sus lanzas de bronce. Mientras fue de día y el sol alumbraba, los hombres de Odiseo contuvieron su furioso ataque pero, al atardecer, ya no pudieron resistir más. Cayeron seis valientes hombres de cada embarcación y, los demás, a duras penas lograron salvarse de una muerte segura."

¿QUÉ DIOS CREES QUE SE MOLESTÓ MUCHO CON ESTA IMPRUDENCIA DE ODISEO Y SUS HOMBRES?

ESPERA., NO TE APRESURES.......

"Las naves se hicieron a la mar pero el padre de los dioses Zeus, molesto, levantó contra los barcos una gran tempestad, que los desvío de la ruta hacia su hogar. Durante nueve días los vientos soplaron con fuerza. Los barcos se movían a merced de las olas. Los hombres remaban sin descanso, pese a que comenzaban a agotarse"( Huye de la tempestad . . . )

Recorrido 1

Bloqueada

Bloqueada

Recorrido 2

Recorrido 4

Completada

Recorrido 3

"Se hicieron a la mar afligidos todavía por la cruel derrota. Y entonces, como si el cielo quisiera castigarlos por su osadía, estalló una tempestad espantosa; verdaderos torrentes de agua hinchaban las olas; las naves griegas fueron empujadas por el viento hasta alta mar.."

"Dos largos días lucharon los navegantes entre el mar y el cielo y al cabo del tercero vieron, al fin, el iris de paz y después de reparar los desperfectos de las naves y de arbolar velas nuevas, pudieron, con viento en popa, emprender nueva ruta hacia Ítaca. Más no tardó el tiempo en serles de nuevo desfavorable.".

"Un viento del norte les desvío nuevamente de su derrotero y empujó las naves siempre mar adentro.. Durante nueve largos días, vientos contrarios se empeñaronen conducir a los navegantes en dirección opuesta al punto al que se dirigían; el décimo día llegaron a una costa en la que habitaba una raza de hombres que se alimentaban de un fruto llamado “loto”.

Recuerda esta clave del recorrido 2

¿Qué efecto crees que tenía comer flores de loto?

Los hacía perder la razón

Los volvía más fuertes

Les hacía perder la memoria

Odiseo envió a tres de sus hombres a tierra para que trajesen agua potable, y en su camino estos hombres se toparon con habitantes del lugar, quienes les dieron a probar el fruto que era su único alimento, no con mala intención hacia ellos, pero a final de cuentas resultó pernicioso, pues al comer el fruto les resultó tan dulce y embriagador que en un minuto olvidaron cualquier pensamiento de su patria, o de sus compañeros de viaje, o incluso de regresar a los barcos para dar noticia de la clase de habitantes que poblaba el sitio. Lo único que querían era quedarse allí y vivir entre la gente del lugar y comer por siempre ese precioso alimento.

"Odiseo envió entonces a otros hombres a buscarlos y atraerlos por la fuerza; los tres exploradores se resistieron y lloraron, y no habrían cambiado aquel alimento ni por el mismo cielo, hasta tal punto los había embrujado aquel fruto seductor. En vista de ello Odiseo dio orden de que los ataran de pies y manos a los bancos de los remeros, y de que partieran con la mayor rapidez posible de aquella costa infausta, para impedir que otros tripulantes pudieran probar la flor del loto, quehace olvidar penas, deberes y hasta la nostalgia de la patria de origen."

Busca en el mar una pista para continuar tu camino

Si ya sabes la clave presionael botón

Aquí hay solo agua...

Aquí no es, sigue buscando...

Aquí tampoco

¿Cuántos ojos viste?

Aquí tampoco

Recorrido 1

Bloqueada

Recorrido 3

Recorrido 4

Recorrido 2

Completada

Completada

Después de bordear durante toda aquella noche costas desconocidas y remotas, al amanecer llegaron los navegantes a la tierra en la que habitan los cíclopes, una especie de pastores gigantescos . . .

Quedaos aquí mientras yo y unos cuantos nos acercamos con una de las naves a ver qué clase de hombres viven en esa tierra, si son hostiles, salvajes y sin leyes, o si, por el contrario, son hospitalarios y respetan a los dioses.

¿Recuerdas la clave que recibiste en el recorrido anterior? Da clic sobre ella para leer qué pasó en la tierra de los cíclopes.

Primero escucha con atención . . .

Con gran trabajo llegó Odiseo a la isla donde aguardaban los restantes navíos. Los hombres se afligieron mucho al saber lo sucedido. Después de hacer el reparto de las reses de Polifemo, Odiseo tomó el mejor de los carneros e hizo un sacrificio a Zeus pero el dios lo rechazó, porque ya estaba tramando de qué manera podrían perderse todos los barcos y los hombres de Odiseo.

Recuerda que debes ir al Classroom y realizar el reto #4 para seguir en tu recorrido

Recorrido 2

Recorrido 4

Recorrido 3

Recorrido 1

Completada

Completada

Completada

Espantados por la crueldad de Polifemo, los hombres de Odiseo remaron con fuerza y sin descanso para alejarse de aquellas tierras malditas. Días después apareció ante sus ojos una hermosa isla que movían las olas. Se trataba de Eolia, una isla flotante que cambia de lugar y que nadie puede localizar. Allí vivía el astuto Eolo, señor de los vientos con su esposa y sus seis hijas y otros tantos hijos, rodeado de riquezas y manjares.

Y este poderoso monarca, sabiendo quién era Odiseo, le agasajó durante un largo mes, instándole a que anclara allí sus naves y permaneciera largo tiempo con él como huésped. Dio grandes fiestas en honor al héroe. Hizo que su mujer y sus hijos le trataran con gran regalo, y cuando Odiseo, transcurridos treinta días con sus noches, mostró deseos de volver a su patria, quiso hacerle un espléndido regalo.

¿Qué regalo crees que le dio Eolo a Odiseo?

cuerno de buey

pergamino

arpa

Dentro de un gran cuero de buey encerró a todos los vientos sobre los cuales reinaba, excepto el viento del Oeste, que quedó fuera. Después ató con fuerza la boca de la piel de buey con un hilo de plata y lo regaló todo a Odiseo, que lo colocó en el puente de su nave; tras esto Eolo dió terminantes órdenes al viento del Oeste, que, colocado tras las naves del héroe, debía soplar dulcemente para conducirlos de una vez hasta Ítaca.

y así navegaron los héroes de Troya durante nueve días, de veras deliciosos. El viento del Oeste soplaba con suavidad tras ellos y apenas necesitaban del esfuerzo de los remeros para avanzar hacia su patria. Y así llegaron hasta muy cerca de Ítaca, tan cerca, que divisaban ya los bosques de las colinas y las hogueras que encendían los pastores para alejar a las fieras. y al ver tan cercana su patria, Odiseo sintió una gran alegría. Como ya no creía tener que temer nada, y estaba muy cansado, pues durante aquellos últimos nueve días no había querido descansar ni un momento, sintiendo que los ojos se le cerraban de sueño, quiso reposar unas horas para llegar a su reino sin fatiga ni pena. Puso a sus hombres de guardia en el puente y él bajó, dispuesto a dormir tranquilamente un rato.

y los hombres que estaban en el puente, y otros que se les unieron, viéndose cerca del término de su Viaje, empezaron a murmurar entre sÍ.

Y llevados por la codicia empezaron a tratar de si sería prudente, ya que Odiseo estaba dormido y el término del viaje se aproximaba, desatar el cuero y apoderarse de los tesoros que según ellos creían, de fijo contenía. y dicho y hecho: con gran ligereza, para realizar su mal pensamiento antes de que Odiseo se despertara, desataron la boca del pellejo de buey . . .

Ya veis cuán ricos tesoros lleva Odiseo consigo. Y nosotros que hemos combatido por Grecia lo mismo que él, apenas si llevamos nada que ofrecer a nuestras mujeres. La verdad es que no se porta bien con nosotros... nada nos ha dicho del regalo que le ha hecho Eolo ni en él hemos tenido parte alguna. De fijo que el cuero de buey está lleno de oro y plata y Odiseo, por no partir su botín con nosotros que le hemos ayudado a llegar hasta aquí, nos oculta su contenido

Inmediatamente se escaparon del pellejo todos los vientos. Arremolinándose, luchando entre sí, soplando unos contra otros, levantaron un violento huracán, tan fuerte que la nave que tan cerca había estado ya de las costas deseadas, fue arrojada de nuevo hacía la lejanía. Cuando los navegantes vieron que se alejaban de ellos los verdes bosques, los prados floridos, las hogueras prometedoras, la patria adorada, cuando contemplaron a Ítaca como una manchita lejanísima en el mar azul, se arrepintieron de su mal pensamiento y lanzaron al viento sus gemidos. El fragor del huracán y el llanto de sus hombres despertÓ a Odiseo. Por un momento al saber lo ocurrido, el héroe prudente se sintió descorazonado, triste, sintió a su vez tentaciones de arrojarse al mar y concluir con su vida.

Mas, haciéndose fuerte, logró recobrar su valor y vencer con su pericia de marino a la tempestad. De nuevo volvió a hallarse ante las murallas de bronce que cerraban el palacio del rey de los vientos. Como sus naves estaban casi deshechas y sus hombres rendidos y sus provisiones agotadas, Ulises orden6 a los navegantes que se acogieran a las orillas de la isla de su amigo Eolo para pedirle provisiones y descanso. Desembarc6, pues, y se encaminó al palacio del rey de los vientos. Hallábase Eolo a la mesa con su mujer y sus hijos, y al ver al héroe le pregunt6 sorprendido:

Mis hombres-repuso-, soltaron a los vientos mientras yo dormía. Esta es la causa de mi regreso. Ayúdame de nuevo a volver a mi patria.

¿ Cómo regresas tan pronto Odiseo? ¿Qué desgracia ha malogrado tu viaje cuando yo te di todos los medios de llegar felizmente a tu patria?

¿Qué crees que hizo Eolo?

Se negó a ayudarle y lo sacó enseguida de su tierra

Él mismo lo acompañó para evitar inconvenientes

Le volvió a ayudar a Odiseo dándole nuevos vientos

¡ Vete ! -le gritó. No quiero ayudarte! Muy infame debes ser cuando los dioses han permitido que te ocurra semejante desgracia.

Recorrido 5

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Recorrido 6

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¡Has hecho un gran trabajo hasta aquí!Aparta la calavera para recoger tu premio.

"Hijo de Laertes, de linaje divino, Odiseo rico en ardides, no permanezcáis más tiempo en mi palacio contra vuestra voluntad. Pero antes tienes que llevar a cabo otro viaje; tienes que llegar a la mansión de Hades y la terrible Perséfone para pedir oráculo al alma del tébano Tiresias, el adivino ciego, cuya mente todavía está inalterada. Pues sólo a este, incluso muerto, ha concedido Perséfone tener conciencia; que los demás revolotean como sombras."

Recuerda hacer la actividad correspondiente en classroom

Recorrido 5

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Recorrido 7

Recorrido 8

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Completada

Y Helios se sumergió, y todos los caminos se llenaron de sombras. Entonces llegó nuestra nave a los confines de Océano de profundas corrientes, donde está el pueblo y la ciudad de loshombres Cimerios cubiertos por la oscuridad y la niebla. Nunca Helios, el brillante, los mira desde arriba con sus rayos, ni cuando va al cielo estrellado ni cuando de nuevo se vuelve a la tierra desde el cielo, sino que la noche se extiende sombría sobre estos desgraciados mortales.

Consulta quiénes son: Hades, Perséfone y Tiresias.

Llegados allí, arrastramos nuestra nave, sacamos los ganados y nos pusimos en camino cerca de la corriente de Océano, hasta que llegamos al lugar que nos había indicado Circe. Allí Perimedes y Euríloco sostuvieron las víctimas y yo saqué la aguda espada de junto a mi muslo e hice una fosa como de un codo por uno y otro lado. Y alrededor de ella derramaba las libaciones para todos los difuntos, primero con leche y miel, después con delicioso vino y, en tercer lugar, con agua. Y esparcí por encima blanca harina.

Y llegó el alma del Tebano Tiresias —en la mano su cetro de oro—, y me reconoció, y dijo: «"Hijo de Laertes, de linaje divino, Odiseo, ¿por qué has venido, desgraciado, abandonando la luz de Helios, para ver a los muertos y este lugar carente de goces? Apártate de la fosa y retira tu aguda espada para que beba de la sangre y te diga la verdad.""Tratas de conseguir un dulce regreso, brillante Odiseo; sin embargo, la divinidad te lo hará difícil, pues no creo que pases desapercibido al que sacude la tierra. Él ha puesto en su ánimo el resentimiento contra ti, airado porque le cegaste a su hijo. Sin embargo, llegaréis, aun sufriendo muchos males, si es que quieres contener tus impulsos y los de tus compañeros cuando encontréis unas novillas paciendo y unos gordos ganados, los de Helios, el que ve todo y todo lo oye. Si dejas a estas sin tocarlas y piensas en elregreso, llegaréis todavía a Itaca, aunque después de sufrir mucho; pero . . .

si les haces daño, entonces te predigo la destrucción para la nave y para tus compañeros. Y tú mismo, aunque escapes, volverás tarde y mal, en nave ajena, después de perder a todos tus compañeros. Y encontrarás desgracias en tu casa: a unos hombres insolentes que te comen tu comida, que pretenden a tu divina esposa y le entregan regalos de esponsales..."(Odiseo también se encontró allí con su madre, la cual no sabía que había muerto y una tristeza enorme lo invadió, para saber la causa de su muerte pulsa en su rostro..)

«"En cuanto a mí, así he muerto y cumplido mi destino: no me mató Artemis, la certera cazadora, en mi palacio, acercándose con sus suaves dardos, ni me invadió enfermedad alguna de las que suelen consumir el ánimo con la odiosa podredumbre de los miembros, sino que mi nostalgia y mi preocupación por ti, brillante Odiseo, y tu bondad me privaron de mi dulce vida."

(Entre tantos muertos que encontró Odiseo en la morada de Hades, habló con el último hombre de su tripulación que falleció y le prometió regresar donde estaba su cuerpo (orillas del palacio de Circe) para enterrarlo como era debido con su remo. Volviendo al castillo de la maga le contó lo vivido y ella le dio nuevas orientaciones: le dijo qué debía hacer cuando pasara cerca a las sirenas y en el posible encuentro de dos monstruos: Escila y Caribdis)

Recorrido 5

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Recorrido 8

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Escucha ahora tú lo que voy a decirte y lo recordará después el dios mismo. "Primero llegarás a las Sirenas, las que hechizan a todos los hombres que se acercan a ellas. Quien acerca su nave sin saberlo y escucha la voz de las Sirenas ya nunca se verá rodeado de su esposa y tiernos hijos, llenos de alegría porque ha vuelto a casa; antes bien, lo hechizan estas con su sonoro canto sentadas en un prado donde las rodea un gran montón de huesos humanos putrefactos, cubiertos de piel seca. Haz pasar de largo a la nave y, derritiendo cera agradable como la miel, unta los oídos de tus compañeros para que ninguno de ellos las escuche. En cambio, tú, si quieres oírlas, haz que te amarren de pies y manos, firme junto al mástil —que sujeten a este las amarras—, para que escuches complacido, la voz de las Sirenas; y si suplicas a tus compañeros o los ordenas que te desaten, que ellos te sujeten todavía con más cuerdas.

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"Cuando tus compañeros hayan pasado las sirenas de largo, ya no te diré cuál de dos caminos será el tuyo; decídelo tú mismo en el ánimo. Pero te voy a decir los dos: a un lado hay unas rocas altísimas, contra las que se estrella el oleaje. Los dioses felices las llaman Rocas Errantes. No se les acerca ningún ave, ni siquiera las temblorosas palomas que llevan ambrosía al padre Zeus. En cuanto a los dos escollos, uno llega al vasto cielo con su aguda cresta y le rodea oscura nube. Esta nunca le abandona, y jamás rodea su cresta un cielo despejado. No podría escalarlo mortal alguno, ni ponerse sobre él, aunque tuviera veinte manos y veinte pies, pues es piedra lisa. En medio del escollo hay una oscura gruta vuelta hacia Poniente, por donde vosotros podéis hacer pasar la cóncava nave, ilustre Odiseo. Pero . . .

Allí habita Escila, que aúlla que da miedo: su voz es en verdad tan aguda como la de un cachorro recién nacido, y es un monstruo maligno. Nadie se alegraría de verla, ni un dios que le diera cara. Doce son sus pies, todos deformes, y seis sus largos cuellos; en cada uno hay una espantosa cabeza y en ella tres filas de dientes apiñados y espesos, llenos de negra muerte. De la mitad para abajo está escondida en la hueca gruta, pero tiene sus cabezas sobresaliendo fuera del terrible abismo, y allí pesca por si consigue apresar delfines o perros marinos, o incluso algún monstruo mayor. . .

También verás, Odiseo, otro escollo más llano —cerca uno de otro—. Harías bien en pasar por él como una flecha. En este hay un gran follaje y debajo de él la divina Caribdis sorbe ruidosamente la negra agua. Tres veces durante el día la suelta y otras tres vuelve a sorberla que da miedo. ¡Ojalá no te encuentres allí cuando la está sorbiendo, pues no te libraría de la muerte ni el que sacude la tierra! Así que, acércate, más bien, con rapidez al escollo de Escila y haz pasar de largo la nave, porque mejor es echar en falta a seis compañeros y no a todos juntos.

¿Qué camino crees que escogió Odiseo?

Escila

caribdis

Circe me había dicho: "Como Escila no es mortal es inútil luchar contra él. No hay defensa ninguna para el hombre contra sus ataques. Será, pues, en vano que, fiado en tus armas y en tu gran valor intentes combatir contra él. Lo único que puedes hacer es huir a todo remo, lo más de prisa que te sea posible", pero ya en el lugar, no hice caso de la penosa recomendación de Circe, así que vestí mis armas y con dos lanzas en mis manos subí a la cubierta de proa, pues esperaba que allí se me apareciera primero la rotosa Escila, la que iba a llevar dolor a mis compañeros. Pero no pude verla por lado alguno y se me cansaron los ojos de mirar por todas partes la brumosa roca.

Más no apareció Escila, y entonces Odiseo volvió sus ojos hacia el remolino de Caribdis. El monstruo formaba la espantosa tromba engullendo el agua del mar hacia el interior de su caverna. Pálidos y temblorosos de temor, los marineros remaban con toda su fuerza, más, apartándose de Caribdis cuanto podían para no caer en la tromba, se acercaron a la caverna de Escila. "El terror se apoderó de mis compañeros y, mientras la mirábamos temiendo morir, Escila me arrebató de la cóncava nave seis compañeros, los que eran mejores de brazos y fuerza. Mirando a la rápida nave y siguiendo con los ojos a mis compañeros, logré ver arriba sus pies y manos cuando se elevaban hacia lo alto. Daban voces llamándome por mi nombre y así mis compañeros se elevaban palpitantes hacia la roca"

"Escila los devoró en la misma puerta mientras gritaban y tendían sus manos hacia mí en terrible forcejeo. Aquello fue lo más triste que he visto con mis ojos de todo cuanto he sufrido recorriendo los caminos del mar"

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Completada

«Cuando todavía me encontraba en la negra nave pude oír el mugido de las vacas en sus establos y el balar de las ovejas. Entonces se me vino a las mientes la palabra del adivino ciego, Tiresias, y Circe, quienes me encomendaron encarecidamente evitar la isla de Helios, el que alegra a los mortales. Así que dije a mis compañeros acongojado en mi corazón:

"Escuchad mis palabras, compañeros que tantas desgracias habéis sufrido, para que os manifieste las predicciones de Tiresias y de Circe, quienes me encomendaron encarecidamente evitar la isla de Helios, el que alegra a los mortales, pues me dijeron que aquí tendríamos el más terrible mal. Conque conducid la negra nave lejos de la isla"

"Eres terrible, Odiseo, y no se cansa tu vigor ni tus miembros. En verdad todo lo tienes de hierro si no permites a tus compañeros agotados por el cansancio y por el sueño poner pie a tierra en una isla rodeada de corriente, dónde podríamos prepararnos sabrosa comida. Por el contrario, les ordenas que anden errantes por la rápida noche en el brumoso ponto, alejándose de la isla. De la noche surgen crueles vientos, azote de las naves. ¿Cómo se podría huir del total exterminio si por casualidad se nos viene de repente un huracán, que son quienes, sobre todo, destruyen las naves por voluntad de los soberanos dioses? Cedamos, pues, a la negra noche y preparémonos una comida quedándonos junto a la rápida nave. Y al amanecer embarcaremos y lanzaremos la nave al vasto ponto"

Todos los navegantes se unieron a la súplica de Euriloco. Aunque partiéndosele el corazón, que presentía algún nuevo desastre, Odiseo accedió.

"Pues soy yo solo contra todos no me queda más remedio que cumplir vuestro gusto" dijo-. "Más prometedme que por muy hermosas vacas y muy espléndidas ovejas que veáis no caeréis en la tentación de matar animal ninguno y os contentaréis con los manjares que Circe nos dio al partir de su palacio y que aún llevamos a bordo"

Juráronlo así gustosos los navegantes y la nave fue anclada en un pequeño puerto natural. Tras lo cual, los guerreros prepararon la cena y comieron alegremente. Tranquilos ya, hablaron largo rato de los compañeros que les había arrebatado E.scila, el terrible monstruo, y se durmieron llorando su pérdida. Aquella noche estalló en el mar una tempestad espantosa, y al amanecer soplaba un fortísimo viento. En vista de ello, Odiseo y sus hombres condujeron la nave a una cueva, donde quedó resguardada de la tormenta y ellos permanecieron en la bella isla.

cumplieron su palabra

Se comieron las reses

¿Qué crees que hicieron los tripulantes de la nave?

Un largo mes duró la tormenta. Al principio, esta forzosa permanencia en tierra les alegró; las provisiones con que Circe les regalara eran abundantes y duraron todavía largos días. Pero transcurrido algún tiempo, las provisiones escasearon, llegaron al fin, a su término, y los navegantes tuvieron que dedicarse a la pesca por la isla, para acallar el hambre. Pero ni como no era abundante, pronto los navegantes empezaron a padecer hambre sin poder satisfacerla. Cuando los veía sufrir se retiraba a lo más profundo de un bosque y allí invocaba a los dioses para que remediasen su mal. . . Un día en que Odiseo se hallaba solo en el interior del bosque, Euriloco convocó a todos los navegantes y empezó a darles malos consejos:

-Es verdad- les dijo- que hemos sufrido males sin cuento y que ya deberíamos estar a ellos acostumbrados. Pero yo os digo que ninguno de los que hemos sufrido ni de los que puedan quedarnos por sufrir, es tan horrible como este de irnos muriendo lentamente de hambre. Ello es, además, una tontería, teniendo, como tenemos, al alcance de la mano, vacas hermosísimas. Sacrifiquemos, si os parece, las terneras más jóvenes, que cuando estemos en Ítaca tiempo nos quedará de elevar al Sol magnífico templo y ofrecerle en él nuestros sacrificios.

Sin perder tiempo, antes de que Odiseo pudiera volver y sorprenderles, se apoderaron de algunas vacas, las más hermosas de cuantas por allí pacían, las mataron y encendiendo una magna hoguera, asaron en ella, a fuego vivo, grandes tajadas de la carne de los animales. Como aún conservaban algún vino del que se habían llevado en el barco, se regalaron a su gusto, comiendo y bebiendo hasta que no pudieron más.

Cuando Odiseo, al despertarse, se encaminó al bosque, un fuerte olor de carne asada llegó hasta él, haciéndole prorrumpir en una exclamación de horror. Corrió hacia el lugar donde sus hombres estaban, y aún pudo ver los restos del festín en el suelo y sobre la hoguera. El espanto le paralizaba, permitiéndole apenas amonestar a los culpables. Además, el mal ya estaba hecho y era irreparable.Los navegantes, sin embargo, continuaron alimentándose con la carne de las vacas muertas durante seis días que aún duró su permanencia en la isla. Transcurridos estos, al llegar el séptimo, el tiempo mejoró y fue le posible a Odiseo y sus hombres poner a flote la nave abandonando la isla.

Mientras tanto en el palacio del Olimpo....

Continúa

"Helios, sigue brillando entre los inmortales y los mortales hombres sobre la tierra, que yo lanzaré mi brillante rayo y quebraré enseguida su nave."

"Padre Zeus y los demás dioses felices que vivís siempre, castigad ya a los compañeros de Odiseo que me han matado las vacas —¡obra impía!—, con las que yo me complacía al dirigirme hacia el cielo estrellado y al volver de nuevo hacia la tierra desde el cielo. Porque si no me pagan una recompensa equitativa por las vacas, me hundiré en el Hades y brillaré para los muertos."

Alejáronse de la isla lo más rápidamente que les fué posible, y siempre con buen tiempo. Más, apenas la hubieron perdido de vista, cuando una nube negra como la noche se cernió sobre la nave y las aguas volviéronse también, en torno de ella, obscuras. Y sin dar a los navegantes tiempo de prepararse, desencadenóse la más horrible de las tempestades. El mástil doblábase casi al empuje del viento. Y al fin, cayó so1bre el piloto, destrozándole la cabeza y arrojándole al mar, al mismo tiempo que un rayo incendiaba la nave. Todos los hombres que la tripulaban, a excepción de Odiseo, cayeron al agua.

Recorrido 9

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Recorrido 10

Recorrido 11

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Recuerda después de leer, realizar la actividad en el classroom

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A1 fin emergió mucho después y escupió de su boca la amarga agua del mar que le caía en abundancia, con ruido, desde la cabeza. Pero ni aun así se olvidó de la balsa, aunque estaba agotado, sino que lanzándose entre las olas se apoderó de ella. El gran oleaje la arrastraba con la corriente aquí y allá. Pero lo vio la ninfa Leucotea, de hermosos tobillos, la hija de 1Cadmo. Compadecióse de Odiseo, que sufría pesares a la deriva, y emergió volando del mar semejante a una gaviota; se sentó sobre la balsa y le dijo:

«¡Desgraciado! ¿Por qué tan acerbamente se ha encolerizado contigo Poseidón, el que sacude la tierra, para sembrarte tantos males? No te destruirá por mucho que lo desee. Obedece esto que te digo: quítate esos vestidos, deja que la balsa sea arrastrada por los vientos, y trata de alcanzar nadando la tierra de los feacios, donde es tu destino que te salves. Toma, extiende este velo inmortal bajo tu pecho, y no temas padecer ni morir. Mas cuando alcances con tus manos tierra firme, suéltalo enseguida y arrójalo al ponto rojo como el vino, muy lejos de tierra, y apártate lejos.»

Odiseo creyó que acaso la protección de la ninfa no fuera otra cosa que un lazo tendido para, de una vez, perderle. No siguió, pues, el prudente consejo; no se desnudó ni se arrojó de la balsa al agua, antes decidió quedarse en ella mientras los troncos permaneciesen unidos. Pero el dios del mar no cesaba en su cruel persecución. En aquel momento envió contra la balsa una onda tan formidable, que su choque destruyó la primitiva embarcación. Los troncos se desunieron, comenzando a flotar, dispersos. Odiseo pudo asir uno de ellos, poniéndose a horcajadas encima de él, como sobre un caballo. Y en el último extremo de la desesperación, decidió seguir el consejo de la ninfa.

Pero Atenea, la hija de Zeus decidió otra cosa: cerró el camino a todos los vientos y mandó que todos cesaran y se calmaran; levantó al rápido Bóreas y quebró las olas hasta que Odiseo, movido por Zeus, llegara a los feacios, amantes del remo, escapando a la muerte y al destino. Así que anduvo este a la deriva durante dos noches y dos días por las sólidas olas, y muchas veces su corazón presintió la muerte

Así que emergiendo del oleaje que rugía en dirección a la costa, nadó dando cara a la tierra por si encontraba orillas batidas por las olas o puertos de mar. Y cuando llegó nadando a la boca de un río de hermosa corriente, aquél le pareció el mejor lugar, libre de piedras y al abrigo del viento. Y al advertir que fluía le suplicó en su ánimo:

«Escucha, soberano, quienquiera que seas; llego a ti, muy deseado, huyendo del ponto y de las amenazas de Poseidón. Incluso los dioses inmortales respetan al hombre que llega errante como yo llego ahora a tu corriente y a tus rodillas después de sufrir mucho. Compadécete, soberano, puesto que me precio de ser tu suplicante.»

Odiseo no podía más. Sus fuerzas estaban agotadas. exhaustas. Moribundo casi, despuésde las duras pruebas pasadas, después, sobre todo, de la última ruda lucha, tocó la playa sin poder apenas sostenerse en pie. No obstante, hizo un soberano esfuerzo para acercarse a la orilla rocosa, desprenderse del velo de la ninfa, que llevaba atado a la cintura, y arrojarlo sobre las hirvientes aguas.

Odiseo, en tanto, derramando lágrimas de agradecimiento, besaba la tierra, entre lascañas de la orilla del río. Subió después, casi repuesto por la alegría, hasta l0 alto de una pequeña colina y llegó a un bosque, al pie de dos olivos que juntaban su follaje, tan espeso, que ni el sol ni la lluvia lo hubieran podido atravesar. Se hizo con las hojas secas que halló en torno una mullida cama y se echó en ella a dormir.

Mientras el héroe permanecía un buen rato ante los muros de la ciudad feacia, aguardandoa que la princesa llegara a su palacio, la hermosa Nausica penetraba en su regio aposento.Sus hermanos, que la adoraban, quisieron con sus manos descargar la ropa y desuncirlas mulas. Pasó una hora larga y Odiseo creyó que ya era tiempo de entrar en la citldad de altas muranas. Y admiró Odiseo el hermoso puerto, en el que se hallaban ancladas numerosas naves.

Llegó ante los muros mismos de palacio y quedó maravillado al ver que eran de bronce por lo que la luz del sol reflejaba de modo deslumbrante en ellos. Las puertas eran de oro macizo, con las jambas de plata; los llamadores de oro, y de bronce los umbrales. Atravesó y llegó al vestíbulo, en el que se veían numerosas estatuas de oro, representando animales y hombres quesostenían hachas encendidas. De prisa, de prisa, cruzó las estancias hasta llegar a una en la que halló, en efecto, a la reina hilando purpúrea lana, rodeada de sus doncellas.

En medio del asombro de los presentes, Odiseo llegó ante ella e hincó en tierra una rodilla. Y habló así, dirigiéndose a la soberana:-He llegado hasta aquí ¡Oh, reina! a través de los mayores peligros que jamás hayan rodeado a hombre alguno. He sufrido mucho. lejos de mi patria y de tu piedad aguardo los medios para volver a ella.Y, esto dicho, el héroe se levantó y fue a sentarse en un rincón, cerca del fuego. POr unos momentos todos los que allí estaban permanecieron callados....

Ayudó a Odiseo

Rechazó a Odiseo

¿Qué crees que decidió la reina Arete?

En ese momento intervino el rey:: -No está bien que permanezcas sentado junto al fuego, en un rincón. Toma asiento en la silla de mi hijo, la de bellas aplicaciones de plata, y mis criados te traerán ricos manjares y exquisitos vinos. En seguida, los criados del rey de los feacios trajeron. al náufrago agua en que lavarse las manos. y se preparó una gran comida, compuesta de los más delicados manjares, y en la que, por mejor honrar al huésped del rey. tomaron parte todos los allí presentes.

Fue una gran fiesta, que terminó a altas horas de la noche, y en la que el héroe, a petición de los presentes, narró su rara historia y los numerosos trabajos en su viaje padecidos, aunque no dijo quién era. Y el rey prometió a Odiseo que le proporcionaría los medios de volver prestamente a su país. Cuando terminaron el banquete y la fiesta, Odiseo quedó solo con los reyes, la reina le preguntó:

-La princesa Nausica-añadió-es la doncella más hermosa, más buena y más valiente de cuantas existen.

Si fue Nausica ha obrado mal no trayéndote con ella al palacio para honrarte desde el primer momento-dijo.

-Ese vestido que llevas lo he hecho yo con mis manos: ¿Quién te lo ha dado, extranjero?

No obstante, el rey suplicó a Odiseo que no dejara la ciudad tan pronto. En honor al extranjero se celebraron unos juegos magníficos, en los que hubo lucha, salto, carrera y lanzamiento de disco. En ellos se distinguieron notablemente los príncipes, hermanos de Nausica, sobresaliendo entre todos; mas, cuando, por deferencia al extranjero, le rogaron que lanzara el disco a su vez, Odiseo dejó a todos maravillados, arrojando un disco mayor a muchísima más distancia

Toma el disco y continúa

Por la noche se celebró, también en honor del forastero, una magnífica fiesta a la que asistió toda la corte, y en donde los rapsodas del rey entonaban ca:nciones bellísimas. Pero las que más entusiasmaron a los concurrentes fueron aquellas en que se relataba el sitio de Troya y las hazañas del prudente Odiseo. Al oir esto el héroe no pudo contener por más tiempo las lágrimas que le ahogaban y que se deslizaron, silenciosas, por sus mejillas. Sólo el rey le observó, lo que le movió a preguntar la causa. Contestó el héroe::

Es que yo soy el propio Odiseo, de quien hablan esas canciones y las hazañas que ensalzan tus rapsodas no son sino las mías.

El monarca regaló al héroe una magnífica espada con puño de plata, y la reina, los príncipes y los cortesanos le hicieron también presentes magníficos. Nausica contemplaba ahora al héroe vestido de púrpura y rodeado de toda majestad y grandeza, y pensaba que jamás, en toda su vida, había visto un héroe tan valiente y tan fuerte.

Recorrido 9

Recorrido 10

Recorrido 11

Recorrido 12

Completadac

Completadac

Completadac

Completadac

lotófagos

cicones

polifemo

eolo

lestrigones

circe

feacios

calipso

sirenas

helios

Recuerda arrastrar cada elemento hacia el nombre del lugar. Luego toma una foto o captura y envíala al grupo de Whatsapp del taller. ¡Rápido que se acaba el tiempo!

¡Buen trabajo!

inframundo

escila-caribdis

Antes de continuar la historia relaciona cada lugar donde fue Odiseo con un elemento característico del mismo.

CONTINUEMOS CON NUESTRA AVENTURA, PUES ¡ODISEO POR FIN ESTÁ EN ÍTACA!

LEE EL PRINCIPIO DEL CAPÍTULO FINAL Y CULMINA LA HISTORIA VIENDO UN FRAGMENTO LA DE PELÍCULA "ULISES" DE 1954.

UBÍCATE EN EL MINUTO 1:20:40

¡Hasta la próxima aventura!

¡Que Atenea te siga protegiendo!

¡Respuesta incorrecta!

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