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El pez de oro

El pez de oro

Había una vez un pobre pescador que vivía en una cabaña. Estaba casado con una mujer gruñona y egoísta que cada día lo despertaba a gritos: - ¡Venga, perezoso ! ¡Ve a pescar y no vuelvas hasta tener la barca llena! Y el pescador salía a pescar en su barca. Una tarde, cuando ya se ponía el sol, sacó con su caña el pececillo dorado:-¡Qué pez más bonito!- dijo el pescador.

El buen pescador dejó libre al pescadito. Al atardecer, llegó a su casa y se lo explicó a su mujer:-¿Y no le has pedido nada? ¡Mira que eres tonto! Vuelve ahora mismo y dile que quieres un cubo nuevo.El buen pescador volvió al mar y llamó al pececillo:-¡Pececillo de oro, pececillo de oro! ¿Me concedes ese deseo?

Pero cuál fue su sorpresa cuando oyó que el pez hablaba:-Déjame libre, pescador. Soy el pececillo de oro, el hijo del rey del mar. Si me perdonas la vida, te concederé lo que quieras.

El pescador llegó a su casa muy contento. Pero su mujer le dijo:-¿Solo le has pedido esto? ¿Crees que es suficiente con un cubo nuevo? ¡Pídele una casa nueva!El buen pescador se fue otra vez hacia el mar:-Pececillo de oro, mi mujer cree que necesitamos una casa...El pez sacó la cabeza del agua, un poco irritado:-Está bien, te lo prometí.-¡Gracias, muchas gracias, pececillo de oro!

El pez salió del agua muy contento y contestó:-Claro que sí, lo que quieras.-Mi mujer quiere un cubo nuevo...-Ve a casa y allí lo encontrarás- le dijo el pez.

El pobre hombre, muy avergonzado, llamó otra vez al pececillo de oro:-Pececillo de oro, pececillo de oro. Mi mujer, ya la conoces, quiere ser reina y yo...Pero, por más que lo llamó, el pez no salió del agua.

El pescador se fue a casa, pero antes de poder ver su casa nueva, su mujer ya le salía al paso:-¡Hombre sin ambiciones! ¿Crees que puedo vivir en esta casa sin criadas? Ve y dile a tu pez que me haga reina y me dé un palacio.

Pero, en el fondo, el pescador era feliz al ver que las cosas volvían a ser como siempre. Y del pececillo de oro nunca más se volvió a saber nada.

Cuando oscureció, el pescador volvió a su casa. De repente, un gran rayo iluminó el cielo y el pescador descubrió la cabaña de siempre en lugar de la casa nueva...-¡Lo hemos perdido todo! ¡Qué tonto eres! -le gritaba su mujer.

¡Y colorín colorado, este cuento se ha acabado!

Alumnos y alumnas de 5ºA

C.E.I.P. Ginés Díaz-San Cristóbal

Día del libro 2021