En memoria

A la memoria de Tio "Cando"

Carlos Humberto de Coss Coutiño

A mi padre

Mi padre fue un hombre bien plantado con raíces bien cimentadas, que desde su infancia carga con la popularidad de sobresalir por cuenta propia, con firme propósito de ser un buen padre, hijo y hermano.

Tío Cando como lo conocieron, hombre que supo lo que era justo, dio sin recibir nada, fue semilla que se esparció en muchas direcciones.

Hubo respeto hacia sus semejantes. Fue atento, fiel servidor a quien lo buscó; la perseverancia no fue su actitud, pero generaba amabilidad más cuando desempeñaba una labor.

Caracterizado por ser un buen amigo que sufrió más por mí que por el mismo "No vas, tú te quedas" rompió con los esquemas de padre súper protector, que de niño no comprendía sino hasta ahora que soy padre entendí el por qué nos limitó a ir a lugares donde los primos frecuentaban.

En este día, a un año de tu partida con el divino creador, digo con orgullo que tuve al mejor padre "Tío Cando" como siempre lo llamé, a quien nunca olvidare en mí existir.

Él fue una madera fuerte para soportar adversidades de su existir, tanto que se obligó a luchar para sobrevivir con ayuda maravillosa de sus hermanas (Margarita y Luchita) para enfrentar los hábitos cultivados en el paso por este mundo.

Edgar Horacio de Coss Mendoza

13 de febrero del 2020

Tío Cando: No hiciste grandes cosas, sino hiciste cosas pequeñas de una gran manera que hoy día se extrañan que nos duele tanto. Padre, dicen que uno solo muere cuando es olvidado, por eso sé que tú vivirás eternamente.