MI PRIMERA CONFESIÓN

mi primera confesión

una hermosa parábola para enseñarnos el amor misericordioso de Dios

• Busco un lugar tranquilo
• pido al Espíritu Santo que me ilumine
• tengo a mano papel y lápiz
• voy revisando uno por uno los 10 mandamientos

• cuando rezo en todo momento
• cuando leo su Palabra y la trato de poner en práctica
• cuando lo busco en todo momento: cuando estoy alegre, triste, preocupado
• cuando acepto con sencillez lo que su amor dispone para mí cada día: Dios es Padre, Dios es Bueno, bueno es todo lo que Él hace

• cuando uso respetuosamente el nombre de Dios
• cuando trato con respeto los temas de Dios, no hago chistes de ellos ni me burlo

• cuando participo con alegría en la santa misa dominical y fiestas de guardar
• cuando estoy atento y guardo el debido respeto por estar en la iglesia

• cuando obedezco con prontitud a mis padres y maestros
• cuando los trato con respeto
• cuando los escucho con atención y sigo sus consejos

• cuando trato a las personas con respeto, no los insulto, no me burlo, no los critico ni hago comentarios negativos de ellos.

• cuando trato mi cuerpo y el de los demás con respeto
• cuando evito ver imágenes no adecuadas para mi edad

• cuando respeto las cosas de los demás: dinero, juguetes, etc
• cuando devuelvo algo que no es mío

• cuando me esfuerzo por decir la verdad aunque por decirla me lleve un reto
• cuando no digo mentiras acerca de otras personas
• cuando he sido honesto en mis tareas y exámenes

• cuando me esfuerzo por mantener mis pensamientos puros

• cuando me alegro por los demás, por lo que tienen, por sus triunfos y éxitos
• cuando comparto mis cosas con generosidad

• sentir pena de haber ofendido a Dios y a los demás con mis pecados.
• Rezo una oración pidiendo perdón: Jesús te pido perdón por mis pecados con los cuales te causé tristeza.

• me pongo un propósito para mejorar y lo cumplo hasta la próxima confesión. Puedo tomarlo como un capital de gracias
• el propósito será en relación a las faltas cometidas

La confesión

• mientras espero mi turno permanezco tranquilo, en oración, pensando en el gran amor de Jesús por mi que está dispuesto a perdonar mis pecados.
• Cuando toque mi turno saludo al sacerdote y le digo con mucha sinceridad mis pecados. Al final espero el consejo del sacerdote

Pueden celebrar este paso importante en la vida espirituald e sus hijos con una pequeña celebración..la fiesta del hijo pródigo

TODOS NOS ALEGRAMOS POR SU PRIMERA CONFESION