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Presentacion

joel narvaez, facundo guaymas, chalub nicolas, mariano alanis

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los conventillos europeos

oleadas de los imigrantes

el viaje de los imigrantes

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imigrantes europeos

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La gran ola de inmigración europea a la Argentina que tuvo lugar a finales del siglo XIX y primeras décadas del siglo XX. Consistió mayormente en el arribo de inmigrantes italianos y españoles, junto con otras nacionalidades, especialmente ucranianos, polacos, y rusos, franceses, alemanes, e irlandeses entre otros.Los extranjeros, sin proponérselo, produjeron cambios en el lenguaje y las costumbres de los argentinos. La inmigración ayudó al crecimiento en gran escala de la población. Contribuyeron al desarrollo de la educación, las artes y los oficios. Las causas de la inmigración son diversas, así como sus realidades: desde crisis económicas, hasta conflictos armados que pusieron en peligro sus vidas. Como a partir de fines del siglo XIX y parte del XX, los inmigrantes forman parte del mercado interno como productores, pero también como consumidores.

Sabias que?

Fue un fenómeno especialmente intenso en la época colonial, durante las guerras y dictaduras europeas, debido a los aumentos demográficos de la población en la región y a las crisis económicas, hambrunas, represión política y otras dificultades presentes en el continente en aquel tiempo. La Ley de Inmigración y Colonización Nº 817 de 1876 (también conocida como Ley Avellaneda, por el presidente en cuyo mandato se aprobó) es la primera ley nacional de Argentina que regula sobre temas migratorios. Esta Ley se organiza en dos partes, una primera sobre inmigración llamada "De la inmigración" y otra sobre colonización. La primera parte está integrada por 60 artículos, organizados en diez capítulos. La segunda parte fue derogada en 1903 al sancionarse la Ley Nº 4167 de Venta y Arrendamiento de Tierras Fiscales.

Los conventillos nacieron entre fines del siglo XIX e inicios del XX, para albergar a la ola inmigratoria. En 1919 llegó a haber 2.470 con 148.393 habitantes. Hoy no se sabe cuántos quedan. Y aunque los que subsisten parezcan pintorescos, la forma de vida en ellos no cambió demasiado a través de las décadas. En Argentina y Uruguay fue el primer hogar de muchos inmigrantes recién llegados de la Inmigración europea al país. En él se mezclaba gente de todos los idiomas y nacionalidades, principalmente italianos, españoles, franceses, judíos y árabes. Fue caldo de cultivo para la cultura popular, expresada en el tango y los sainetes, entre los que merecen destacarse las obras musicales de Alberto Vaccarezza.

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imigrantes europeos

Tema: Inmigrantes Europeos ¿Por qué venían los inmigrantes? ¿Por qué millones de personas desde principios del siglo XIX emigraron masivamente, dejando sus países de origen para establecerse en tierras lejanas? ¿Cómo se combinaron los factores estructurales, es decir, las condiciones de los países de origen y de destino con las estrategias de los propios migrantes, es decir cómo decidían emigrar en función de sus proyectos, de la información de la cual disponían y de sus relaciones sociales primarias: amigos, parientes, paisanos? En primer término, las circunstancias internacionales durante ese período hicieron posible la emigración de europeos hacia América. Los rasgos particulares que tuvo la "gran emigración" fueron en cierta medida la continuación de una movilidad geográfica anterior, dentro de Europa, pero que presentó características que la convirtieron en un fenómeno diferente, por la masividad del fenómeno, y por la preeminencia de destinos más allá de los océanos.

A continuación, las condiciones en la Argentina a partir de 1880: la pacificación política, el crecimiento de la economía, y las transformaciones de la estructura institucional del país impulsadas por el gobierno de Roca. Por último, si bien existió, desde mediados del siglo XIX, un contexto internacional y nacional que favoreció el proceso migratorio de masas, los inmigrantes no respondieron mecánicamente a los estímulos externos; tomaron la decisión de expatriarse después de evaluar la información de que disponían, eligiendo determinados destinos en vez de otros, y resolviendo cuáles miembros del grupo familiar emigrarían y cuáles permanecerían en el país de origen.A continuación, las condiciones en la Argentina a partir de 1880: la pacificación política, el crecimiento de la economía, y las transformaciones de la estructura institucional del país impulsadas por el gobierno de Roca. Por último, si bien existió, desde mediados del siglo XIX, un contexto internacional y nacional que favoreció el proceso migratorio de masas, los inmigrantes no respondieron mecánicamente a los estímulos externos; tomaron la decisión de expatriarse después de evaluar la información de que disponían, eligiendo determinados destinos en vez de otros, y resolviendo cuáles miembros del grupo familiar emigrarían y cuáles permanecerían en el país de origen.

Asimismo, las motivaciones que empujaron a abandonar la patria, incluso en el cuadro predominante de la pobreza y de la ausencia de ofertas satisfactorias, podían ser varias: el deseo de mejorar las propias experiencias profesionales; la búsqueda de ahorros para impedir la proletarización del grupo familiar en el pueblo de origen; o el malestar por una marginalidad social o política sin perspectiva de adecuadas salidas locales, en comparación con ocasiones más apetecibles en otros lugares y demasiado a menudo largamente ensalzadas.

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¿Cuáles fueron los países desde los cuales partieron más emigrantes?

Ello fue variando con el tiempo. Durante la mayor parte del siglo XIX, los mayores contingentes de emigrantes salieron de Europa Nord-occidental, con las Islas Británicas -incluyendo a Irlanda- a la cabeza, seguida por Alemania (más correctamente los estados que constituirán en futuro imperio alemán) y en tercer lugar por los países escandinavos. Durante los primeros decenios del siglo XIX, la emigración del noroeste europeo se dirigió a América del Norte, lo que ayudó a consolidar el origen anglosajón ya instalado en aquellas tierras del nuevo mundo. Los flujos menos intensos, procedentes de España, Italia, Portugal y, en menor medida, de Polonia y Rusia (que tomó importancia luego de que Estados Unidos cerrara la inmigración a estos grupos en 1921) se concentraron en América Latina, manteniéndose una característica diferenciación en la población de las dos áreas americanas. Desde la segunda mitad del siglo XIX los principales países de emigración fueron los de Europa del Sud - Italia y España- y de Europa centro-oriental, zonas que adquirieron una neta predominancia en los movimientos transoceánicos, incluidos aquellos hacia Norteamérica.

Los países que, como los Estados Unidos, recibieron inmigrantes desde comienzos del siglo XIX, fueron el destino privilegiado de la "vieja emigración" de Europa del Norte; aquellos que, como la Argentina, abrieron más tardíamente las puertas a la inmigración, recibieron en cambio mayoritariamente a europeos del Sud y del Este. Durante la primera fase, de la "old inmigration", la que se dirigió a Norteamérica y Australia, los factores de expulsión parecen predominar sobre los factores de atracción, aún en su estrecha interdependencia recíproca. Los componentes cualitativos, el papel de guía de los primeros inmigrantes, y las políticas gubernativas, ejercieron una función determinante en la orientación de los flujos migratorios. En la segunda mitad del siglo XIX maduran las condiciones para la entrada de otros países europeos que hasta el momento habían permanecido al margen del fenómeno migratorio. La consolidación de las economías americanas, en particular de la estadounidense, tras la guerra de secesión (1861-1865), y la revolución en los transportes marítimos, favorecen un éxodo desde Europa de proporciones gigantescas. La producción industrial del mundo aumenta siete veces en este período, permitiendo una fuerte acumulación de capital y la progresiva conformación de un mercado mundial. Los economistas del siglo XIX, a diferencia de los del siglo precedente, que consideraban negativamente los procesos migratorios, los ven ahora de modo positivo, como instrumento para descargar las poblaciones excedentes y las tensiones sociales en otros territorios, así como para crear nuevos mercados. Se suelen considerar predominantes en esta fase los factores de atracción para la formación de un verdadero mercado internacional del trabajo. También Argentina y el Brasil adoptarán,

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El viaje de los emigrantes

Para los emigrantes el viaje comenzaba en el momento en que partían de su pueblo natal para dirigirse a los puertos. La partida solía ser un acontecimiento colectivo, en el que eran protagonistas grupos de parientes y paisanos que se dirigían al exterior de acuerdo a un itinerario prefijado. Desde mediados del siglo XIX el medio de transporte hacia los puertos fue el ferrocarril, y los barcos a vela fueron siendo reemplazados por los vapores. El extraordinario impulso que la navegación transoceánica recibió durante toda la segunda mitad del siglo XIX y hasta la Primera Guerra Mundial fue el vehículo, no sólo técnico - material sino también económico de la gran emigración europea hacia el Nuevo Mundo. Los progresos en la navegación contribuyeron a la integración del mercado mundial uniendo a mercados muy distantes entre sí, alimentando el flujo creciente de personas y mercaderías a medida que decrecían los costos de transporte. La revolución de los transportes marítimos provocó una reducción sostenida de los costos de los pasajes: en 1885 el precio del pasaje entre Nueva York y Hamburgo era de 8 dólares, y esta suma era a menudo inferior a la que debían pagar los emigrantes por el transporte a los puertos atlánticos. Bajos costos y rapidez de los viajes transoceánicos permitieron ampliar el área de reclutamiento de los emigrantes agregando a las tradicionales regiones de emigración Europa del Norte

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¿Cuántas oleadas hubo?

Consistió mayormente en el arribo de inmigrantes italianos y españoles, junto con otras nacionalidades, especialmente ucranianos, polacos, y rusos, franceses, alemanes, e irlandeses entre otros. Entre 1880 y 1915 llegaron más de 7.000.000 de europeos. Las inmigraciones italiana y española fueron las dos más numerosas e importantes hacia la Argentina. Por eso se dice que la mayoría de los argentinos tienen descendencia completa o parcialmente italiana y/o española.

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Los conventillos europeos

Los conventillos eran viviendas urbanas donde cada cuarto era alquilado por una familia o por un grupo de hombres solos. Los servicios (comedor, baños) solían ser comunes para todos los inquilinos. Los conventillos eran abastecidos por carros de aguateros, situación que se volvía intolerable en los meses de verano. El Estado Nacional había construido, en el Puerto de Buenos Aires un Hotel de Inmigrantes, como lugar de estancia transitoria, para los inmigrantes sin recursos. Pero, solo podían permanecer allí unos 4 o 5 días luego, debían salir y hallar un sitio en el que alojarse. Este hotel se creó, para atender la gran cantidad de extranjeros llegados al país y brindarles todo lo prometido, en las campañas realizadas, en las agencias de inmigración europeas. La oferta más accesible fueron los “conventillos”. Se trataba de grandes caserones, con numerosas habitaciones que se comunicaban con un patio central, ubicados en la zona sur, de la provincia de Buenos Aires. Originalmente, estas casas, habían pertenecido a ricas familias porteñas, que fueron abandonas cuando, en 1871, se produjo una epidemia de fiebre amarilla, que provocó la muerte del 10 % de la población de la ciudad. En esas casas viejas y deterioradas, por los años de abandono, se alojaron numerosas familias, condenadas a vivir, en condiciones de hacinamiento y precaried

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echo por Nicolas Chalub

Hecho por la integrante: Malena Caucota (yo puedo)

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Hecho por: Joel Narváez Pulido por: Mariano Alanís