Want to make creations as awesome as this one?

Actividad para detectar micro y macro machismos en conversaciones habituales de WhatsApp de adolescentes y jóvenes. Creada para las VIII Jornadas Bloquea el Machismo del Departamento de Juventud del Ayuntamiento de Madrid por el Servicio de Dinamización de la Participación de Infancia y Adolescencia

More creations to inspire you

Transcript

Utiliza un apelativo que infantiliza. Infantilizar a una mujer, es una manera de mostrar superioridad, de generar dependencia “como eres pequeña tengo que cuidarte”.

Manifiesta que en la biblioteca tiene más distracciones. Es una manera de hacer alusión al hecho de que podría querer ir por otros motivos diferentes a estudiar, o incluso, por otros chicos.

Aparece el mansplaining: definido como la manera paternalista o ser condescendiente que puede tener un hombre, de explicarle algo a una mujer; “Tú eres quien está estudiando, pero soy yo quien puede explicarte como tienes que hacerlo…”

Continúa el mansplaining.

Aparece el menosprecio: en este caso, quitando importancia al hecho de estudiar o dedicarle tiempo.

Este punto hace referencia a las consecuencias de vivir en una sociedad patriarcal. Se repite un patrón que perpetúa el machismo, las mujeres son enemigas de otras mujeres. No hay cabida para la aceptación, el apoyo, la hermandad…

Decide sobre el tiempo de la otra persona, sus necesidades, sus gustos… se siente con la capacidad y derecho de disponer de la otra persona (implica posesión) y valorar que cualquier otro plan es una nimiedad.

De nuevo mansplaining, en este caso además utilizando un apelativo que falta el respeto.

Por último, aparece la infravaloración. El esfuerzo de la otra persona no sirve de nada, pesar de todo, la otra persona va a fallar.

Rechaza el lenguaje inclusivo, que busca la igualdad en la base comunicativa de la sociedad. Critica que una mujer lidere y usa un término típicamente en femenino para ridiculizarlo.

Usa expresión típica que suele usarse para indicar que las mujeres tienden a mandar a los hombres cosas.

Denuesta y le quita valor a la lucha feminista por la inclusión y visibilidad femenina en igualdad. Emplea expresiones y conceptos de masculinidad tóxica para intentar alegar inclusividad, perpetuando el efecto contrario.

Perpetúa el concepto de que los hombres son vagos y pasotas, lo cual solo fomenta el que se siga manteniendo esa posición que conlleva privilegios y desigualdad.

Vuelve a cuestionar la actitud de liderazgo de la mujer.

Perpetúa conceptos de que las mujeres son cuidadosas y tienden a la estética y los hombres descuidados y tienden al caos, con las consecuencias citadas antes.

Sigue perpetuandolo también, lo cual es indicativo de lo profundos que están estos conceptos que llevan a la desigualdad en nuestra sociedad.

En este caso, incluso una mujer sigue perpetuando el concepto que en realidad conlleva desigualdad hacia ella.

Alega que es broma como motivo para no tenerlo en cuenta, sin pararse a pensar que con esa "broma" puede ofender u oprimir.

Existe un desconocimiento generalizado y en la transmisión de los conocimientos del papel de muchas mujeres importantes para nuestra historia y sociedad. En ocasiones tampoco hay interés por conocer esta información.

El fondo de imagen de la conversación muestra la cosificación hacia las mujeres. No importa la cara, el protagonismo de la imagen se centra en su boca y sus pechos.

Habéis corrido como niñas asocia la idea de perder, ser débiles, ser torpes, no saberlo hacer… a un estilo de juego típico de niñas.

Emplear términos diminutivos como princesita es una estrategia para restar importancia y suele emplearse en adjetivos calificativos que desvalorizan para describir roles asociados a lo femenino.

Utilizar el término maricones como un adjetivo descalificativo hacia los hombres, por la idea machista de vincular una orientación sexual a características asociadas a roles femeninos y, por tanto, no deseables en la masculinidad normativa.

Al contrario que el GIF que hace alusión a la idea de princesitas como algo humillante, en este GIF se representa una imagen de hombre fuerte, duro y con éxito en esta sociedad: un machote.

Mostrar una foto y hacer alusión al aspecto de la persona es cosificarla. La cosificación denigra a cualquier persona, aunque los atributos que suelen acompañarla tienden a tener unas características y concepción social diferentes cuando se hace con hombres a cuando es con mujeres.

No importa lo que ellas quieran, lo importante son los deseos de él, aunque sean a costa de ellas.

Uno de los mitos del amor romántico es el de que finalmente encontrarás tu media naranja-príncipe azul, que es el que te completará y te hará feliz porque es perfecto para ti.

Si Maluma fuese una chica, con estas mismas características de personalidad y actitud, lejos de ser perfecta, sería juzgada socialmente. En cambio, el ideal de chico pasa por tener un cuerpo normativo, hacer alarde de una vida lujosa, tener relaciones con varias chicas y que ellas sean complacientes a todo sus deseos.

Se asume que es responsabilidad de las mujeres de la casa el encargarse de comprar la comida y la bebida. Parece que el tío Juan va a ver el partido de fútbol SOLO con el padre, reproduce la idea de que el fútbol es una cosa por y para chicos.

“¿Qué te cuesta, mujer?”: es una manera de disponer del tiempo de otra persona, con Marcos no lo hace (“no le gusta, o tiene cosas más importantes que hacer”) con Sonia sí, perpetuando la idea de que hay responsabilidades que corresponden a las mujeres (la compra, la responsabilidad, los cuidados…)

Se dan varios micromachismos: - Por un lado, como se comentaba en el punto 2, la madre se siente con la potestad de disponer del tiempo de Sonia, pero no del de Marcos. - Por otro lado, da por hecho que a Sonia sí le gusta ir a comprar y por eso se lo pide a ella (y no a Marcos). De alguna manera, extiende la idea de que las compras son cosas de mujeres no solo por gusto sino por obligación. - Además legitima que pedirle algo a Marcos supone un conflicto que se puede “ir de las manos” (conducta violenta de los hombres) pero Sonia (como mujer) se mostrará dispuesta y sumisa.

Chantaje emocional, dando por sentado el “sentimentalismo” históricamente ligado a las mujeres.

La madre reconoce como una obligación suya, algo que en realidad es para el padre, perpetúa la idea del cuidado y de que la responsabilidad de las cosas de los hombres, recae sobre las mujeres.

Se da una situación de acoso callejero. El chico no la conoce de nada, ella no le ha invitado a entablar conversación, él opina sobre su aspecto físico, se siente con el derecho a seguirla, hablar con ella y cuestiona que ella vaya sola por la calle.

A pesar de que ella le ha expresado su malestar y le ha dicho que se vaya, él no lo hace hasta que ella está en compañía de otro chico. Se va no por respeto hacia ella, si no por respeto a Pedro.

Aunque la amiga la apoya, existe una normalización de situaciones de acoso callejero, donde es responsabilidad de las chicas poner medios para evitarlas y no que los chicos dejen de acosar.

La berenjena hace alusión a la figura del pene. Los símbolos fálicos se emplean como sinónimo de poder masculino.

El fondo es una forma más de cosificación e hipersexualización de la representación de las chicas desde una mirada machista.

Parece que el único interés que puede tener un chico por una chica es si van a acabar manteniendo relaciones.

Utilizar el sufijo -ita para nombrar a Marta es una forma de hacerla pequeña, restarle valor como persona. Igual que el icono de los melones, que hace alusión a una parte sexualizada de su cuerpo. Parece que Marta solo es de interés como objeto de deseo.

Al igual que el anterior, se trata de un comentario que desvaloriza a las chicas, poniendo en cuestión su valor como personas con relación a suposiciones machistas sobre ella respecto a su libertad sexual.

Es un comentario que desvaloriza a las chicas, poniendo en cuestión su valor como personas con relación a suposiciones machistas sobre ella respecto a su libertad sexual.

De nuevo, un comentario que desvaloriza a las chicas, poniendo en cuestión su valor como personas con relación a suposiciones machistas sobre ella respecto a su libertad sexual.

Nuevamente se nombra una parte sexualizada del cuerpo de Marta cosificándola.

Se emplea una forma de plantear una duda desde la agresividad y dejando fuera la parte afectiva y de cuidado, pues estas son características asociadas a roles femeninos.

Se vuelve a hacer alusión únicamente al aspecto físico de la chica. Y como norma no escrita dentro de la masculinidad no se pueden tener relaciones afectivas con otras chicas que hayan estado con amigos, compañeros o colegas.

Como es el único chico que no está entrando a valorar a Marta con comentarios sexistas, le atacan sosteniendo la idea de que un chico solo puede pretender ser amigo de una chica con interés sexual y si esto no sucede es un “pringado”.

Se utilizan frases típicas de un personaje televisivo que denigra a las mujeres, como modelo a seguir a la hora de relacionarse con las chicas y hablar sobre ellas entre chicos. Modo de referente que hace vejaciones a las mujeres de la serie.

Poner un mote que hace referencia a una característica del aspecto físico es una forma de descalificar y cosificar a las chicas, tanto a la que nombran con el mote como a la mujer en cuestión.

De nuevo interpelan al chico que no está participando en la conversación con comentarios sexistas como forma de forzarle a participar.

Utilizar el término maricon como un adjetivo descalificativo hacia los hombres, por la idea machista de vincular una orientación sexual a características asociadas a roles femeninos y, por tanto, no deseables en la masculinidad normativa.

Utilizar el término "maricón" como un adjetivo descalificativo hacia los hombres, por la idea machista de vincular una orientación sexual a características asociadas a roles femeninos y, por tanto, no deseables en la masculinidad normativa.

Pedir una foto como símbolo de conquista y de complicidad de la masculinidad normativa, en la que no se tiene en cuenta la intimidad de la chica.

Evidencia, el “deber” de preguntarle al “hombre de la casa”, de referirse a él como la persona con poder, que toma las decisiones importantes/relevantes dentro del hogar familiar, ya sea sobre la educación de los y las menores, como de la economía del hogar, etc., es decir, perpetúa la superioridad del hombre sobre la mujer.

Tanto la foto de perfil del grupo, como los iconos que acompañan al nombre del grupo y el fondo de imagen de la conversación muestran la cosificación hacia las mujeres.

En lugar de valorar a las mujeres como jugadoras y a las características deportivas, su técnica, estilo de juego….solo se fijan en sus cuerpos, perpetuando la cosificación a las mujeres.

En lugar de valorar a las mujeres como jugadoras y a las características deportivas, su técnica, estilo de juego….solo se fijan en sus cuerpos, perpetuando la cosificación a las mujeres.

En lugar de valorar a las mujeres como jugadoras y a las características deportivas, su técnica, estilo de juego….solo se fijan en sus cuerpos, perpetuando la cosificación a las mujeres.

En lugar de valorar a las mujeres como jugadoras y a las características deportivas, su técnica, estilo de juego….solo se fijan en sus cuerpos, perpetuando la cosificación a las mujeres.

Restan valor al partido y a su interés como contenido deportivo y a la profesionalidad de las jugadoras. Parece que no son jugadoras de fútbol si no que están ahí para deleite de los chicos que las observan.