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PERSONAS CONDIABETES

FICHA EQUIPO DE SALUD

¿Qué seguimiento debe realizarse?

¿Cuáles son las metas del tratamiento?

¿Cuáles son las complicaciones?

¿Cómo se manifiesta y cómo se diagnostica?

¿Cuáles son sus causas?

¿Qué es?

La diabetes es una enfermedad crónica que se caracteriza por presentar niveles altos de azúcar en sangre. El azúcar en sangre (glucemia) cuando tiene valores por encima de lo normal, se lo denomina hiperglucemia, y si se la sostiene en el tiempo, puede dar lugar a complicaciones en diferentes órganos, principalmente en los ojos, los riñones, el corazón, el cerebro, las arterias y los pies. La diabetes acompaña toda la vida a la persona que la padece, sin embargo, con un seguimiento y tratamiento adecuado se pueden prevenir complicaciones y llevar una vida normal. Se estima que la glucosa elevada o diabetes afecta al 12.7% de personas a partir de los 18 años en nuestro país y dado que, por varios años permanece silenciosa, aproximadamente 4 de cada 10 personas que la padecen desconocen su condición.

¿Quiénes están en riesgo ?

¿Cuáles son las metas del tratamiento?

  • No fumar.
  • Mantener un peso adecuado.
  • Mantener valores de glucemia en ayunas entre 90 y 130 mg/dL.
  • Mantener valores de glucemia 2 hs después de las comidas menores a 180 mg/dl.
  • Hb A1C menor a 7%.
  • Tener controlado el colesterol.
  • Tener la presión arterial (PA) menor a 140/90 mmHg. Las metas de glucemia y Hb A1C deben adecuarse a cada persona, su edad, presencia de complicaciones crónicas y otras enfermedades asociadas. El tratamiento debe ser individualizado, por ello estas recomendaciones son generales. Los pacientes de mayor edad o con poca expectativa de vida tienen diferentes objetivos.
  • Realizar actividad física.
Las metas de glucemia y Hb A1C deben adecuarse a cada persona, su edad, presencia de complicaciones crónicas y otras enfermedades asociadas. El tratamiento debe ser individualizado, por ello estas recomendaciones son generales. Los pacientes de mayor edad o con poca expectativa de vida tienen diferentes objetivos. ¿Cuál es el tratamiento? El control adecuado de la glucemia y los FRCV asociados permiten a la persona con diabetes prevenir complicaciones y preservar su calidad de vida. Los 4 pilares del tratamiento son: Educación diabetológica: Incorporar conocimientos acerca de la enfermedad y las estrategias para los cuidados cotidianos es un componente esencial del tratamiento de la diabetes y otras enfermedades crónicas. Estilo de vida saludable, que comprende: Plan alimentario equilibrado con porciones adecuadas que incluyan verduras, frutas, granos integrales, legumbres, carnes magras, lácteos descremados y bajo en sodio; con reducción al mínimo del consumo de alcohol. Actividad física: antes de iniciar, consulte a su equipo de salud para elegir el tipo, la intensidad, frecuencia y duración de actividad física que puede realizar según su edad, estado de salud y sus preferencias. No fumar: incluso un cigarrillo por día es muy dañino para las arterias, en especial para las personas con diabetes. Tratamiento farmacológico: medicación vía oral o inyecciones de insulina.
  • - Antidiabéticos orales: son comprimidos que se toman por boca. Dentro de ellos, la metformina es la droga más usada. Es muy efectiva y segura. El efecto no deseado más frecuente es la intolerancia digestiva, que se reduce al tomarlo con las comidas.
  • - Insulinas humanas y análogos de insulinas: Su utilización requiere de inyecciones diarias.
  • - Otros medicamentos inyectables.
  • Tratamiento de sus factores de riesgo y enfermedades asociadas: hipertensión, sobrepeso u obesidad, colesterol alto.
RecordarLa diabetes mellitus tipo 2 suele ser consecuencia del sobrepeso, la obesidad, la mala alimentación y el sedentarismo. Por esta razón, gran parte del tratamiento consiste en modificar la alimentación, aumentar la actividad física y, así, regularizar el peso corporal. La mayor parte de las personas necesitan recibir además antidiabéticos orales. En etapas más tardías de la enfermedad, frecuentemente es necesario incorporar insulina al tratamiento.

La diabetes es una enfermedad crónica que se caracteriza por presentar niveles altos de azúcar en sangre. El azúcar en sangre (glucemia) cuando tiene valores por encima de lo normal, se lo denomina hiperglucemia, y si se la sostiene en el tiempo, puede dar lugar a complicaciones en diferentes órganos, principalmente en los ojos, los riñones, el corazón, el cerebro, las arterias y los pies. La diabetes acompaña toda la vida a la persona que la padece, sin embargo, con un seguimiento y tratamiento adecuado se pueden prevenir complicaciones y llevar una vida normal. Se estima que la glucosa elevada o diabetes afecta al 12.7% de personas a partir de los 18 años en nuestro país y dado que, por varios años permanece silenciosa, aproximadamente 4 de cada 10 personas que la padecen desconocen su condición.

Seguimiento Se recomienda que las personas con diabetes mellitus tipo 2 realicen visitas cada tres meses para controlar su peso, la circunferencia de cintura, los niveles de presión arterial, examinar los pies, reforzar educación, controlar los niveles de glucemia y hemoglobina glicosilada, y revisar la adherencia a las pautas de tratamiento acordadas. Se recomienda que una vez al año se realicen ciertos estudios para descartar complicaciones de la diabetes que requieran un abordaje específico, como fondo de ojo, análisis de sangre y orina, y electrocardiograma. Conocer los parámetros de seguimiento permite que la persona advierta a su médico cuándo está pendiente la realización de alguno de ellos. Por ejemplo:“Doctor, mi libreta dice que tengo que hacer un fondo de ojo y nunca me hice”ninguno”.

La glucosa es un tipo de azúcar que proviene de la digestión de los alimentos que comemos, circula por la sangre y es utilizada por el organismo como fuente de energía. Para que el organismo pueda utilizarla necesita la presencia de insulina. La insulina es una hormona fabricada por el páncreas, que actúa como una llave que permite la entrada de la glucosa a las células de los órganos y tejidos. La causa de la diabetes es una alteración en la producción o en el funcionamiento de la insulina por lo que la glucosa no puede ingresar a la célula y se acumula en la sangre. Existen varios tipos de diabetes:

  • En la diabetes tipo 1 no hay producción de insulina, por lo tanto, la glucosa no puede ingresar a las células. Generalmente comienza antes de los 30 años y su tratamiento requiere seguir un plan de alimentación adecuado y la aplicación de inyecciones de insulina todos los días.
  • La diabetes tipo 2 es la forma más común. Si bien existe producción de insulina, esta es insuficiente y la misma actúa de forma incorrecta, de modo que el ingreso de la glucosa a las células, se ve dificultado (insulinorresistencia). Si bien suele comenzar después de los 40 años, la enfermedad se observa en forma cada vez más frecuente en personas más jóvenes. Este tipo de diabetes se asocia a sobrepeso y obesidad, alimentación inadecuada, falta de actividad física y antecedentes familiares de diabetes tipo 2.
  • La diabetes gestacional es la glucemia alta que se inicia o se diagnostica en el embarazo.
  • Otros tipos específicos de diabetes, menos frecuente, es la diabetes causada por otras enfermedades o medicamentos como por ejemplo enfermedades del páncreas.

¿Cuándo decimos que una persona tiene diabetes? SE CONSIDERA NORMAL: el valor de glucemia en ayunas menor a 110 mg/dl (miligramos por decilitro, la unidad de medida para la glucemia) en personas sin factores de riesgo para desarrollar diabetes. Si tiene factores de riesgo, el valor de la glucemia debe ser menor a 100 mg/dl. Si el resultado es normal, repetir cada 3 años o más frecuentemente según criterio médico. La determinación en sangre capilar (punción en la yema del dedo para obtener una gota de sangre) es útil para la supervisión del tratamiento, pero no sirve como método diagnóstico. ¿CÓMO SE DIAGNOSTICA? Contamos con las siguientes pruebas:

  • Glucemias en ayunas con valores mayores o iguales a 126 mg/dl.
  • Síntomas de diabetes (polidipsia -muchas sed-, poliuria –mucha orina-, y/o polifagia –mucho apetito) más una glucemia (realizada en cualquier momento del día, sin importar cuando comió) con valores iguales o mayores a 200 mg/dl.
  • Glucemia igual o mayor a 200 mg/dl 2 horas después de ingesta equivalente a 75 gramos de glucosa en 375 ml de agua (prueba de tolerancia oral a la glucosa), esta prueba se recomienda a las personas que tengan glucemias en ayunas entre 110 y 125 mg/dl o de 100 a 109mg/dl más algún factor de riesgo para desarrollar diabetes.
Para establecer el diagnóstico de DM2 se requieren dos determinaciones con valores iguales o por encima del punto de corte diagnóstico ya sea de un mismo método, ejemplo: dos GPA iguales o mayores a 126 mg/dl; o de 2 métodos diferentes, ejemplo: una GPA igual o mayor a 126 mg/dl + una PTOG75 igual o mayor a 200 mg/dl. El único criterio que NO requiere una segunda determinación para establecer el diagnóstico es la glucemia plasmática al azar igual o mayor a 200 mg/dl en presencia de síntomas (poliuria, polidipsia, polifagia, pérdida de peso). ¿Cómo se presenta la enfermedad? Los síntomas de la diabetes pueden variar en intensidad en diferentes personas y según el tipo de diabetes. La diabetes tipo 1 suele producir síntomas de forma rápida y clara tras la falta de producción de insulina, por lo que su diagnóstico suele ser prácticamente inmediato tras el inicio de los síntomas. En cambio, la diabetes tipo 2, es mucho más gradual, pueden pasar varios años sin que se produzcan síntomas que hagan sospechar su presencia por lo cual, el diagnóstico se puede producir al realizar un análisis de sangre por otro motivo. Sin embargo, hay alertas o situaciones que pueden hacer sospechar que una persona tiene diabetes (esto le sirve a la persona para alertar a sus amigos y a su familia):
  • Cansancio (astenia)
  • Visión borrosa
  • Picazón o ardor en la vagina o en el pene
  • Sequedad de boca
  • Aumento de la sed (polidipsia)
  • Aumento del apetito (polifagia)
  • Aumento de la producción de orina (poliuria)
  • Pérdida de peso
  • Problemas de erección
  • Infecciones en la piel a repetición.
La presencia de varios de estos síntomas, por ejemplo, polidipsia, sequedad de boca y poliuria, sobre todo en personas con riesgo a desarrollar diabetes, deben hacer sospechas la presencia de la enfermedad.

¿Cuáles son sus principales complicaciones? La persona con diabetes puede presentar complicaciones agudas y complicaciones crónicas. Las complicaciones agudas son aquellas que aparecen en forma brusca, incluyen complicaciones por azúcar elevada (hiperglucemia) o por azúcar baja (hipoglucemia). Las complicaciones hiperglucémicas son la cetoacidosis diabética y al coma hiperosmolar, ambas son complicaciones hiperglucémicas graves que requieren internación y pueden comprometer la vida de la persona. La hipoglucemia se da cuando la glucemia baja a valores menores o iguales a 70 mg/dl, si se acompaña de alteración del estado de conciencia es una hipoglucemia grave. Las complicaciones crónicas son entidades de evolución lenta y curso silencioso, por eso es muy importante que la persona realice controles periódicos para detectarlas precozmente (antes de que se desarrollen los síntomas). Son más frecuentes en personas con mayor tiempo de evolución de la enfermedad y aquellos con mal control de la glucemia y los factores de riesgo cardiovascular (FRCV) asociados. El curso silencioso que la enfermedad puede tener por varios años determina que, en ocasiones, las complicaciones estén presentes al momento del diagnóstico. Hay dos tipos de complicaciones crónicas:

  • Complicaciones macrovasculares.
  • Complicaciones microvasculares.
Las complicaciones macrovasculares son aquellas que afectan las arterias de gran tamaño (macro-gran y vascular -vasos sanguíneos, en este caso, arterias). Dentro de ellas se distinguen: las que afectan las arterias del corazón (enfermedad coronaria), del cerebro (enfermedad cerebrovascular), de los miembros inferiores (enfermedad arterial periférica) y del cuello (enfermedad carotídea). Es muy importante poner énfasis en este aspecto ya que habitualmente las personas (y en ocasiones el equipo de salud) están más atentos al control de la glucemia que al de los FRCV asociados y ambos aspectos del tratamiento tienen igual jerarquía. El desarrollo de estas complicaciones se relaciona principalmente con la presencia o control inadecuado de los FRCV asociados (tabaquismo, HTA, dislipemia, sedentarismo, obesidad). Las complicaciones microvasculares son aquellas que afectan las arterias de pequeño tamaño (micro-pequeño y vascular-vasos sanguíneos, en este caso, la microcirculación). Dentro de ellas se distinguen las que afectan el sistema nervioso (neuropatía diabética: neuro-nervios y patía-enfermedad), el riñón (nefropatía diabética: nefro-riñones y patía-enfermedad) y los ojos (retinopatía diabética): enfermedad de la retina). Su desarrollo depende principalmente del mal control de la glucemia. La neuropatía diabética constituye la complicación crónica más frecuente. Hay distintos tipos de neuropatías: Sensitiva: Provoca alteraciones de la sensibilidad de las manos y los pies. La persona puede presentar hormigueos, quemazón, dolor, disminución de la sensibilidad al frío o al calor aumentando el riesgo de quemaduras e incluso perder la sensibilidad, esto aumenta el riesgo de heridas ya que al no sentir dolor cuando se lastiman, puede generarse una úlcera. En algunos casos las molestias y el dolor pueden ser muy importantes. Motora: Es menos frecuente. Provoca disminución de la fuerza y falta de desarrollo de los músculos del cuerpo. Autonómica: La persona puede presentar alteraciones de la frecuencia del corazón, diarreas o sudoración. Los hombres pueden desarrollar problemas de erección. Una de las consecuencias más importantes es que la persona deja de sentir los síntomas de alarma de la hipoglucemia (azúcar bajo en sangre: hipo- bajo y glucemia-glucosa en sangre), por lo que deben extremarse las medidas de prevención. Los pies se deben revisar todos los años con la técnica del monofilamento. La retinopatía diabética, constituye la principal causa de ceguera en menores de 60 años. En esta complicación está comprometido un sector interno del ojo denominado retina. La detección precoz y el seguimiento se realizan a través del fondo de ojo con dilatación de la pupila. Éste se debe realizar en las personas con diabetes tipo 2 al momento del diagnóstico y en las personas con diabetes tipo 1 a los 5 años del diagnóstico, la frecuencia de controles será indicada según el tipo de retinopatía que tenga el paciente. En caso de ser normal, el fondo de ojo debe realizarse una vez al año. La nefropatía diabética representa la causa más comúnmente involucrada en personas con enfermedad renal crónica terminal y tratamiento de diálisis. Se manifiesta por la eliminación de proteínas a través de la orina que usualmente no deberían detectarse, en las primeras etapas se eliminan pequeñas cantidades (etapa reversible), pero de no realizarse un correcto control pueden perderse en mayor cantidad y si progresa el cuadro puede sobrevenir falla renal. La hemoglobina glicosilada A1C es una determinación en sangre que permite conocer el promedio de las glucemias que presentó la persona en los últimos 3 meses. Es un excelente indicador del control metabólico de la enfermedad. La detección precoz se realiza a través de la medición anual de creatinina en sangre y albúmina en orina para detectar la presencia de albuminuria. Dentro de las complicaciones, una mención especial merece el “pie diabético”. Son las lesiones que ocurren en los pies de las personas con diabetes que, de no tratarse oportunamente, pueden evolucionar a una complicación grave. La hemoglobina glicosilada A1C es una determinación en sangre que permite conocer el promedio de las glucemias que presentó la persona en los últimos 3 meses. Es un excelente indicador del control metabólico de la enfermedad.

¿Quiénes están en riesgo de tener diabetes? El diagnóstico de diabetes se realiza mediante la medición de la glucosa en sangre venosa en ayunas (sacada con jeringa de una vena), se denomina glucemia basal y se recomienda en las siguientes circunstancias:

  • En todas las personas a partir de los 45 años.
  • Y en los menores de 45 años, cuando existe al menos 1 factor de riesgo.
¿Cuáles son los factores de riesgo?
  • Familiares con diabetes (padres, hermanos, hijos).
  • Diabetes durante el embarazo.
  • Mujeres con hijos nacidos con peso mayor a 4 kg.
  • Sobrepeso u obesidad.
  • Actividad física insuficiente, sedentarismo.
  • Enfermedad cardiovascular.
  • Hipertensión arterial.
  • Colesterol alto. Por esto es importante educar para la prevención a familiares de personas con diabetes y a aquellos que presenten hipertensión, obesidad, dislipemia y/o sedentarismo
  • Tabaquismo.