La estrella de Sofía

La estrella de Sofía

Cuento adaptado por Inma Pérez de Cuentos y Recetas.

@inmapg4

Música

Audio Library. Ana Captainslogue - Noir Et Blanc Vie

A Sofía siempre le ha gustado la hora de ir a dormir, porque desde su ventana se pueden ver todas las estrellas que iluminan el oscuro cielo.¡Mamá!, de mayor quiero ser astronauta para poder viajar hasta el cielo en un gran cohete espacial. Y cuando esté allí elegiré la estrella más brillante y me la quedaré solo para mí.

Un día sus padres decidieron regalarle un traje espacial por haber sido tan trabajadora. Estaba muy nerviosa y lo llevó rápidamente a su habitación para estrenarlo al día siguiente. Esa noche, le costó conciliar el sueño pero al fin lo consiguió.

– Buenas noches astronauta Sofía. Que sueñes con las estrellas. – dijo mamá mientras apagaba la luz. Sofía se quedó dormida en seguida, pero algo la despertó.

Se levantó de su cama y… ¡no podía creer lo que estaba viendo!En la ventana le esperaba un cohete.– Abróchense los cinturones. Despegamos en 3, 2, 1, 0…Sss ¡Pum! Y el cohete despegó con destino al cielo estrellado.Voló y voló hasta llegar a las estrellas. – ¡Cómo brillan! – dijo Sofía.

Sofía aterrizó en un planeta que brillaba más que ninguno. Este debe ser el planeta de las estrellas. Buscaré la más brillante.– Hola, soy Sofía y he venido de la Tierra para buscar la estrella más brillante y llevármela.La estrella se giró y casi se cae del susto, al ver a una niña en su Planeta Brillante. Cuando al fin se recuperó dijo: _ ¡Eso es imposible!

Pues vera usted. Quiero llevarme la estrella más brillante del cielo para poder pintar las paredes y los árboles y así todo brillará en mi planeta, la Tierra.

– ¿Y para qué quieres una estrella?

La estrella se puso sus gafas para ver bien y sacó unos papeles que llevaba guardados en un maletín morado. – La ley del Espacio prohíbe que las estrellas salgan del Planeta Brillante, salvo para iluminar el cielo. Pero si quieres puedes quedarte tú a vivir aquí.

– ¿Cómo voy a quedarme yo aquí? Tengo que volver a mi casa, con mi mamá. – dijo Sofía.– Haremos una cosa, abre tu mano. Sofía abrió su mano y la estrella le dio un pequeño saco. – Sí, eso será suficiente. Ya puedes marcharte Sofía, date prisa que pronto se hará de día. Sofía montó en su cohete rumbo a la ventana de su casa.

Al llegar abrió el saco y cual fue su sorpresa al ver que le habían regalado polvo de estrellas. Desde entonces, cada noche, Sofía abre su saco para pintar con polvo de estrellas y las cosas bonitas que hay en el planeta Tierra.