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Cómo abordar los

Rasgos lingüísticos

REGISTRO Y TIPO DE LENGUA

LO PRIMERO ES INTERPRETAR EL SENTIDO DEL TEXTO

CADA MODALIDAD DISCURSIVA TIENE UNAS CARACTERÍSTICAS

RASGOS ESTILÍSTICOS

RASGOS LÉXICOS

RASGOS MORFOSINTÁCTICOS

INTERPRETAR

MODALIDAD DEL DISCURSO

COMIENZA EL COMENTARIO

1

SIGNIFICADO DE LAS PALABRAS

2

TIPO DE PALABRA Y SINTAXIS

RELACIONES TEXTUALES

3

RASGOS TEXTUALES

CÓMO SE EMBELLECE EL TEXTO

4

5

Leer más

1. Lectura comprensiva. 2. Subrayado de las palabras o expresiones que nos llamen la atención. 3. Interpretación y explicación de esas expresiones o palabras a través de los rasgos lingüísticos.

De tal forma, por ejemplo, si vemos que el texto es eminentemente subjetivo, no podrá ser un texto expositivo. Aunque los puntos los encuentres en forma de tabla o esquema, para su mejor comprensión, tú debes redactarlos y SIEMPRE aportando EJEMPLOS DEL TEXTO entrecomillados y explicando el porqué de su uso.

Lo primero que debes destacar es el registro que se utiliza, el tipo de lenguaje (connotativo o denotativo), con lo que estarías hablando el código, la intención del texto y su finalidad (funciones del lenguaje que puedan aparecer), situar el medio en el que ha sido emitido y determinar si es un texto completo o un fragmento. Asimismo, debes pensar en cómo es el emisor y el receptor al que se dirige (si es un texto divulgativo o especializado), y el canal (ámbito de uso en el que se ha encontrado).

El análisis semántico se centra en el estudio del significado de las palabras y en la explicación de los diferentes tipos de relaciones de significado que se establecen entre ellas. La teoría de los textos que se refiere a la coherencia (coherencia en enunciados, coherencia estructural y coherencia global) entraría en este punto. A través del estudio del nivel semántico o léxico de un texto se pueden determinar factores tan relevantes como la selección del léxico o la presencia y disposición de determinados campos semánticos, con su consiguiente incidencia en el tema y la estructura generales. Dentro de los rasgos léxicos o semánticos, hablaremos de recurrencia semántica, uso de campos semánticos que aparecen (normalmente asociados al tema que se trata, claro; grado de especialización del texto y su léxico), sinónimos o antónimos textuales importantes (que evitan las repeticiones y hacen que el texto avance con temas y remas), tipos de palabras: sustantivos, adjetivos o verbos que predominan; es decir, habrá más subjetividad si se utilizan adjetivos valorativos o, dependiendo del tema que se trate, los sustantivos pueden ser más abstractos. Si es un texto argumentativo y uno de los argumentos que se usan es el de autoridad, habrá verbos de habla u opinión, etc. Uso de morfemas diminutivos, peyorativos… también será destacable por mostrar una actitud específica. El uso de tecnicismos también es relevante en la mayoría de los textos. También habrá que explicar el significado de fragmentos o expresiones: refranes, oraciones, frases hechas, etc. teniendo siempre en cuenta el contexto en el que aparecen.

Los rasgos textuales establecen la relación del texto, a través de los mecanismos de cohesión que interrelacionan las distintas ideas que se van sucediendo en un texto. Dentro de los rasgos textuales, se puede hablar de la estructura del texto (si es deductiva o inductiva); es preciso marcar los conectores textuales explicando su uso y cuando aporten algo diferente (la ausencia de ellos también es relevante, si así fuese). “Y” ,“o”, “pero”, son nexos que suelen aparecer siempre y, por tanto, no son especialmente relevantes. Nos referimos a otros, del tipo “no cabe duda” o “por tanto”, por ejemplo, que manifiestan una actitud del autor, resultado de un uso connotativo del lenguaje. Asimismo, también hay que marcar los elementos deícticos, que remiten a otros elementos y evitan repeticiones, la exposición de temas y remas que permiten que entrelazan el texto... Todo ello, da cohesión al texto y permite que avance con coherencia.

Los rasgos estilísticos se utilizan para embellecer la lengua, cumplen con la función poética y se encuentran presentes en la mayoría de los textos, sean del tipo que sean. Dentro de los rasgos estilísticos, suelen aparecer enumeraciones, metáforas, comparaciones, personificaciones, ironía… Es decir, debe quedar claro que el uso de las figuras retóricas no es algo exclusivo del género lírico, sino que aparece en el género ensayístico y en el narrativo también. En este sentido, es fundamental, como siempre, explicar por qué se usan y qué fin pretenden crear en el lector. Aquí, podremos enlazar con el uso de la función poética, presente en casi todos los textos e incluso expresiva (que ya habrá aparecido en el uso de la primera persona y en los adjetivos valorativos, por ejemplo).

El análisis morfológico se centra en el estudio de la estructura interna de las palabras, en su clasificación categorial y en la explicación de los diferentes procedimientos de formación. A través delos rasgos morfológicos se determinan el léxico predominante en un texto, su modalidad textual y la tipología empleada, así como la intención comunicativa del emisor. Dentro de los rasgos morfosintácticos, hablaremos, en primer lugar del tipo de palabra que predomina, puesto que da mucha información sobre el texto en sí. Se puede analizar la estructura interna de las palabras, diferentes tipo de morfemas, flexivos o derivativos; la clasificación de las palabras según su estructura, qué procedimientos han intervenido en su formación (si son extranjerismo, derivadas, préstamos, palabras compuestas...), así como la identificación de la categoría gramatical de las palabras (si son variables o invariables). Por ejemplo, en un texto argumentativo, predominan los sustantivos abstractos y adjetivos valorativos, pero en la narración, predominarán los verbos (puesto que son acciones). En segundo lugar, trataremos la persona verbal utilizada porque da información relevante y, de hecho, se podría enlazar con otros datos, como el uso del argumento de experiencia personal, que irá marcado por la primer persona, o el de datos, que irá marcado por la tercera persona o la impersonalidad, frente al resto del texto que irá en primera y será en este punto donde destacaremos también el uso de la función referencial, por ejemplo. El análisis sintáctico, por su parte, se centra en el estudio de las unidades sintácticas atendiendo, por una parte, a su forma y estructura, y, por otra, a la función de cada unidad. A través del estudio del nivel sintáctico, se determina el tipo de unidad sintáctica (sintagma, proposición, oración), los elementos que la componen y las relaciones que se establecen entre dichos elementos. Lo primero es determinar las unidades sintácticas (sintagmas, proposiciones, oraciones) para delimitar si son oraciones simples o compuestas y qué consecuencias tiene esto en el texto. A continuación, se debe explicar la forma y función de los sintagmas, y, por último, determinar las relaciones oracionales (relación entre las proposiciones y qué implica esta relación). En ese sentido, la sintaxis también se verá marcada por la tipología textual. La subordinación causal irá destacada en las explicaciones o las temporales y de lugar en la narración… Asimismo, habrá que tener en cuenta la modalidad oracional, cuando esta destaque. Por ejemplo, un uso excesivo de interrogativas suele ser un recurso usado en los argumentativos, como preguntas retóricas…

En resumen, debe tenerse muy claro que el objetivo principal del análisis de los rasgos lingüísticos es llegar a afirmar de qué tipología textual se trata. El cuadro anterior está dividido por planos (semántico, morfológico, sintáctico, textual y estilístico), pero no es necesario hacerlo de esta forma; sin embargo, sí es preciso estructurar el comentario de alguna forma que se pueda llevar un orden y quede claro. Estaría bien acabar los rasgos con una pequeña conclusión breve de lo visto que una esto con lo posterior, la tipología textual, volviendo a la finalidad e intención del texto.