Sala XX Gabinete

Continuando por las dependencias masculinas del palacio, llegamos al gabinete, espacio en el que se recibía a las visitas más íntimas del señor de la casa. En la sala se muestra una galería de autorretratos y retratos de artistas y sus familias, que ponen de manifiesto la importancia que cobra en este momento el género del retrato y la nueva concepción del artista como genio y al mismo tiempo individuo.

Antonio María Esquivel Autorretrato con sus hijos Carlos y Vicente 1843 Uno de los pintores destacados del Romanticismo español es el sevillano Antonio María Esquivel. Académico de mérito en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, en contacto con el ambiente intelectual y cultural de la época, fue también uno de los fundadores del Liceo Artístico y Literario de Madrid. En nuestro museo se exponen en diferentes salas algunas de sus obras, fundamentalmente retratos, género en el que destacó. Esquivel también realizó varios autorretratos, y en esta ocasión lo hace con sus dos hijos, a los que enseña los rudimentos del dibujo, en una imagen íntima y familiar.

Velador 1843-1868 Dentro del mobiliario de la sala, observamos esta mesa velador que responde al historicismo propio del reinado de Isabel II, influido por el gusto filipino en los muebles negro y oro, y de oriente, en el uso de figuras exóticas. De tablero rectangular pintado en negro, con cintura de perfil estriado en dorado. El fuste representa una figura de negrito en posición vertical, con la cabeza levantada. Viste pantalón corto y camiseta rayada. Apoya las manos en un tablero circular, con cintura también estriada y apoyado en tres pies de felinos.

Vicente López La miniaturista Teresa Nicolau Parodi ca. 1835 (Depósito del Museo Nacional del Prado) Fueron contadas las mujeres que consiguieron ser reconocidas como artistas en un mundo cultural e intelectual eminentemente masculino. Una de éstas fue la miniaturista Teresa Nicolau Parody, que llegó a ser nombrada Académica de mérito de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid y de la de San Carlos de Valencia. Estudió con Vicente López, quien la retrata en este lienzo, y posteriormente con Luis Ferrant. Aunque su labor más destacada es la de miniaturista, fundamentalmente sobre marfil, también realizó algunas litografías. Conoce otras mujeres artistas en la colección del Museo: http://bit.ly/1Rwbinc

José Balaca La esposa y los hijos del pintor ca. 1852 También podemos observar en esta sala algunos familiares de los propios pintores, retratados por ellos, como es este lienzo en el que vemos sobre un fondo neutro, de medio cuerpo, a la mujer e hijos de José Balaca. El lienzo fue realizado en Portugal, donde Balaca fue pintor de los reyes de Portugal. Sus dos hijos, Eduardo y Ricardo, también fueron pintores, si bien fue el segundo el que más notoriedad adquirió con sus lienzos de batallas; con tan sólo 13 años ganó la primera medalla en la exposición Nacional y llegó a ser pintor de cámara de Alfonso XIII.

Federico de Madrazo (¿?) Pablo Gonzalvo 1873 El Romanticismo fue un movimiento cultural completo y complejo que afectó a todas las artes, las cuales convivieron y se influenciaron mutuamente a través de tertulias e instituciones culturales como el Liceo o el Ateneo donde los artistas se reunían y hablaban del arte. Se produjo por tanto un contacto más estrecho entre los artistas, también entre pintores, a los que unían lazos de amistad. Reflejo de ello es un subgénero del retrato en el que pintores retratan a sus colegas de profesión, y no lo hacen como artistas, sino como individuos, y que por ser amigos, denotan mayor psicología y cercanía del retratado. Hay varios ejemplos de ello en esta sala, como este lienzo, atribuido a Federico de Madrazo, en el que representaría a su discípulo Pablo Gonzalvo.

Joaquín Espalter Interior de un taller 1875-1880 Esta pintura de Joaquín Espalter es un caso excepcional dentro del Romanticismo por varias razones. En primer lugar, por mostrar el interior del taller de un artista, tema poco representado en este momento. En segundo lugar, porque quien está pintando un modelo del natural es una mujer. Son escasos los ejemplos de mujeres que ejercieron la pintura de forma profesional dentro del Romanticismo, aunque en España contamos con ejemplos destacados como el de Rosario Weiss, que consiguió vivir de la pintura. En la mayoría de los casos, las mujeres artistas se dedicaban al arte de la miniatura, que por su naturaleza delicada se consideraba más adecuado para ellas.