Want to make creations as awesome as this one?

More creations to inspire you

Transcript

Como espacio destinado a la devoción privada y celebraciones íntimas, tenemos constancia de que en el oratorio que perteneció en su día al palacio se celebró, en 1816, la misa de velaciones del marqués de Bacares con María Vera de Aragón. Esta misa se llevaba a cabo tras la ceremonia nupcial, y en ella los contrayentes eran unidos por un velo, de ahí su nombre. En consonancia con la función devocional del espacio, las piezas expuestas en la sala son de temática religiosa, algunas de momentos históricos previos al Romanticismo.

Francisco de Goya y Lucientes San Gregorio Magno, Papa 1796-1799 El lienzo de San Gregorio Magno, realizado por Francisco de Goya entre 1796-1799, es una de las piezas fundamentales de la colección, formando parte del conjunto inicial de obras aportado por el marqués de la Vega-Inclán cuando funda el museo. Goya utiliza un formato estrecho y una composición piramidal, al igual que en los otros tres cuadros que realiza formando la serie de los Padres de la Iglesia Latina. La figura monumental del santo, sólida y carente de movimiento, aparece sin sus habituales atributos. La pincelada suelta y la riqueza de matices lumínicos en los tonos blancos y dorados, contrastando con un fondo neutro y oscuro, otorgan una gran expresividad a la representación. Echa un vistazo a todas las obras de la sala: http://bit.ly/2K3fZu1

Antonio María Esquivel Santas Justa y Rufina 1844 Antonio María Esquivel cultivó diversos géneros pictóricos a lo largo de su carrera, entre ellos la pintura religiosa. La influencia de la escuela de Murillo que recibe durante su formación inicial es visible en esta obra, en la que representa a las dos mártires hispalenses del siglo III y patronas de su ciudad natal. El artista sitúa la escena en el encierro de las santas y escoge el momento de mayor tensión dramática, la inminente muerte de Justa cuya piel se va tornando cetrina en brazos de su hermana. Esquivel huye de la representación tradicional y reduce los elementos iconográficos a las palmas del martirio y las cerámicas junto a los pies de Rufina, relacionados con su profesión de alfareras.

Anónimo El descanso en la huida a Egipto Finales del siglo XVIII Los grupos escultóricos de pequeño tamaño, como expresión de la religiosidad y devoción popular, aparecen en el Barroco, aunque alcanzarán gran difusión en la segunda mitad del siglo XVIII. Estas piezas de barro policromado se relacionan con los pasos procesionales en cuanto a las formas y los temas representados, y la mayor parte de su producción se concentró en talleres andaluces y levantinos. Su reducido tamaño las convierte en idóneas para la devoción doméstica, al igual que las figuras para los belenes, costumbre que alcanzó gran desarrollo en los palacios del siglo XIX. Este episodio del Descanso en la Huida a Egipto (fechado en el último tercio del XVIII) nos muestra una escena cotidiana al poner el acento en las relaciones afectivas de los personajes y en los detalles naturalistas de la composición. Para saber más de la escultura del oratorio: http://bit.ly/1l3z3pE

Reclinatorio Segunda mitad del siglo XIX El término reclinatorio designa un tipo de mueble para rezar utilizado tanto en oratorios privados como en iglesias. Aunque existe mobiliario destinado a tal uso desde época medieval, el modelo de silla baja con apoyabrazos mullido en la parte superior se difunde y desarrolla en el siglo XIX. El formato es similar al de las sillas para fumadores y las voyeuse para contemplar las partidas de naipes o de billar. Este tipo de mueble se asocia normalmente a un uso devocional femenino, en especial para la práctica del rezo del rosario. Los modelos más lujosos presentan cómodos acolchados y tapicerías en terciopelo, mientras que los más modestos carecen de almohadillados y el reposarrodillas se realiza en anea (en exhibición en la sala XVI o alcoba femenina).