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Todas estas características están peresntes en El sí de las niñas, la obra más aplaudida de Leonardo Fernández de Moratín.
  • El lenguaje debía ser sencillo y natural.
  • La regla de las tres unidades: la acción debía desarrollarse en un mismo lugar, en el tiempo máximo de un día y no debía mezclar intrigas o problemas diferentes.
  • La verosimilitud: la obra tenía que alejarse de lo fantástico e imitar la realidad.
  • La aparición de pocos personajes.
Los ilustrados se propusieron modernizar el teatro español con la finalidad de convertirlo en un poderoso instrumento para educar al pueblo. Creyeron conveniente ajustar las piezas teatrales a una serie de normas que ya en la Antigüedad clásica establecieron autores como Aristóteles y Horacio, y que pueden resumirse en los siguientes aspectos:
El teatro ilustrado

Entre sus obras, cabe   destacar Cartas Marruecas. Cadalso reflexiona sobre la situación en España y denuncia su decadencia.
José Cadalso:
Su obra más importante, Teatro crítico universal. El propósito de esta obra era acabar con las supersticiones y falsas creencias arraigadas en el pueblo.
 Benito Feijoo:
El ensayo se convirtió en el género más cultivado a lo largo del siglo XVIII. Cabe destacar a los siguientes autores:
La prosa didáctica
La poesía se puso al servicio de los ilustrados con el objetivo de contribuir a divulgar sus principios. El afán didáctico de la época no favoreció el cultivo de una lírica que transmitiera sentimientos. Por el contrario, una de las manifestaciones más características fue la fábula, género que, por su didactismo, se adaptaba mejor a las ideas ilustradas.

Sus máximos representantes fueron Tomás de Irarte y Félix María Samaniego. Ambos autores hallaron en este género el mejor instrumento para ridiculizar y corregir los defectos humanos.
La  poesía  moralizadora
  • Se relizan importantes reformas en las instituciones políticas.
   El arte de esta época se denomina neoclasicismo. Esta corriente artística supone un regreso a la estética clásica, y con ello una búsqueda del equilibrio, la armonía y el buen gusto. Los ilustrados decían que el arte tenía que ser útil y, con ello contribuir a la mejora social.

  • Se evidencia un afán de extender el conocimiento a todas las capas sociales.
  • Se revisa todo el conocimiento anterior en base a la razón.
  • El arte debe estar al servicio de la sociedad y contribuir a crear un mundo justo.
  • Se desarrolla la ciencia basada en la experimentación

La ilustración es un movimiento reformador que se dio en Europa durante el siglo XVIII. Francia fue el gran motor de las ideas reformistas con pensadores como Montesquieu o Rousseau.
La ilustración

Aitana camarzana fuertes
Literatura Siglo XVII
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La

Este período se conoce también como el Siglo de las Luces, y se caracteriza por su confianza en la razón como único medio de alcanzar el progreso y la felicidad. Este racionalismo se aplica a todos los ámbitos, y esto da lugar a los siguientes aspectos:

Literatura Siglo XVII

Aitana camarzana fuertes

La ilustración

La ilustración es un movimiento reformador que se dio en Europa durante el siglo XVIII. Francia fue el gran motor de las ideas reformistas con pensadores como Montesquieu o Rousseau.

  • Se desarrolla la ciencia basada en la experimentación

  • El arte debe estar al servicio de la sociedad y contribuir a crear un mundo justo.

  • Se revisa todo el conocimiento anterior en base a la razón.

  • Se evidencia un afán de extender el conocimiento a todas las capas sociales.

El arte de esta época se denomina neoclasicismo. Esta corriente artística supone un regreso a la estética clásica, y con ello una búsqueda del equilibrio, la armonía y el buen gusto. Los ilustrados decían que el arte tenía que ser útil y, con ello contribuir a la mejora social.

  • Se relizan importantes reformas en las instituciones políticas.

La poesía moralizadora

La poesía se puso al servicio de los ilustrados con el objetivo de contribuir a divulgar sus principios. El afán didáctico de la época no favoreció el cultivo de una lírica que transmitiera sentimientos. Por el contrario, una de las manifestaciones más características fue la fábula, género que, por su didactismo, se adaptaba mejor a las ideas ilustradas.Sus máximos representantes fueron Tomás de Irarte y Félix María Samaniego. Ambos autores hallaron en este género el mejor instrumento para ridiculizar y corregir los defectos humanos.

La prosa didáctica

El ensayo se convirtió en el género más cultivado a lo largo del siglo XVIII. Cabe destacar a los siguientes autores:

Benito Feijoo:

Su obra más importante, Teatro crítico universal. El propósito de esta obra era acabar con las supersticiones y falsas creencias arraigadas en el pueblo.

José Cadalso:

Entre sus obras, cabe destacar Cartas Marruecas. Cadalso reflexiona sobre la situación en España y denuncia su decadencia.

El teatro ilustrado

Los ilustrados se propusieron modernizar el teatro español con la finalidad de convertirlo en un poderoso instrumento para educar al pueblo. Creyeron conveniente ajustar las piezas teatrales a una serie de normas que ya en la Antigüedad clásica establecieron autores como Aristóteles y Horacio, y que pueden resumirse en los siguientes aspectos:

  • La aparición de pocos personajes.

  • La verosimilitud: la obra tenía que alejarse de lo fantástico e imitar la realidad.

  • La regla de las tres unidades: la acción debía desarrollarse en un mismo lugar, en el tiempo máximo de un día y no debía mezclar intrigas o problemas diferentes.

  • El lenguaje debía ser sencillo y natural.

Todas estas características están peresntes en El sí de las niñas, la obra más aplaudida de Leonardo Fernández de Moratín.