La rana glotona

Tidalik, la rana glotona

Hace mucho tiempo, Australia era una isla llena de ríos, lagos y grandes bosques de eucaliptos. Allí vivía una rana gigante llamada Tidalik.

Un día se despertó con muchísima sed

¡AAAAHHHH! ¡¡Tengo mucha sed!!

Se puso a beber el agua del lago hasta que... ¡Lo dejó sin agua! Pero, cuanto más bebía, más sed tenía y más se enfadaba...

¡¡¡QUIERO MÁS AGUA!!!

Fue bebiendo y bebiendo...

Primero los lagos,

Después los ríos...

Y finalmente el océano hasta que no quedó ni una gota de agua.

Las plantas desaparecieron y todo se convirtió en un desierto.

Cansada de tanto beber, se fue a dormir.

Un día se reunieron todos los animales para pensar alguna idea:

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¡¡Escuchad amigos!! ¿Qué os parece si vamos a ver a Tidalik y la intentamos convencer para que nos devuelva el agua?

¡¡Buena idea!!

¡Vamos!

Cuando la encontraron se les ocurrió hacerla reír para que sacara todo el agua que tenía dentro de su barriga.

Los koalas contaron chistes,

Los canguros hicieron saltos muy divertidos...

y el emú puso caras muy graciosas.

Pero no lo consiguieron...

Entonces, la cacatúa se miró sus uñas y tuvo una idea...

¡¡Voy a hacer cosquillas a Tidalik con mis garras!!

Y... ¿sabéis qué pasó?

Pues que Tidalik empezó a reírse a carcajadas...

Cada vez más y más fuerte...

Hasta que...

Un gran chorro de agua comenzó a salir de su boca.

Ríos, lagos, mares y océanos se volvieron a llenar.

Tidalik se rió tanto que hasta se olvidó de su mal humor...

Por eso, cada vez que el agua de ríos y lagos crece mucho en Australia, la gente dice que es porque Tidalik se está riendo a carcajadas.

Y, Catacrig catacrog... Este cuento terminó.