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Amina Agueznay

Fotografías: Pablo Ballesteros

Diseño interactivo: Felipa Giráldez Macías

¿Qué cuentan los tejidos?

Desde

Más allá de abrigarnos, los tejidos han tenido, desde tiempos inmemoriales, una función comunicativa, ritual y simbólica dentro de las sociedades en las que se crean.

Acepto

Sus colores, sus diseños y sus formas nos ayudan a identificarlos con un país en concreto y a veces con una etnia o un status social. Forman parte de un lenguaje que habla de leyendas y proverbios transmitidos de una generación a otra.

Ponte a prueba

Te retamos a que, en 20 segundos, enlaces la foto de los tejidos que a continuación te proponemos con su lugar de origen.

Tejido perunao

Tejido perunao

Tejido de la India

Tejido de la India

Tejido de Oceanía

Tejido alpujarreño

Tejido alpujarreño

Tejido africano

Tejido deMarruecos

Tejido deMarruecos

solución

Tejido de Oceanía

Tejido africano

+ Info pulsando sobre cada nombre

Son el recuerdo de la herencia de las últimas comunidades moriscas en Almería y Granada que, desarrollaron la industria artesanal textil, hasta el punto de convertir la Alpujarra en el principal centro mundial de producción de seda de excelente calidad. Siendo, de hecho, el punto de partida de la Ruta de la Seda. Este tejido artesanal e identitario de esta zona se recuperó en los años 60.

Tejidos delicados como este se utilizan para el vestido tradicional de la India, el sari. En concreto este tejido rojo y profusamente decorado es muy usado por la novia en la boda. Las lentejuelas, espejitos e hilos dorados son símbolo de prosperidad e invocan la fortuna y la fertilidad.

Los diseños de Oceanía están relacionados con su forma de vida en relación al mar. En concreto la tortuga de este tejido de la Polinesia atrae a la buena suerte e indica que quien la lleva tiene una vida feliz.

A diferencia de lo que ocurre en otras culturas los tejidos andinos se consideraban en la antiguedad, una forma de arte fundamental . Su iconografía influía en otras formas artísticas como la arquitectura y la cerámica. El mayor desarrollo de estos tejidos se dio con la civilización Inca.

Los diseños de los tejidos africanos son muy variados y tras ellos hay todo un lenguaje oculto que indica a quien los ve en qué posición está quien los viste. Sirva de ejemplo este diseño de corazones entrelazados que avisa a los posibles pretendientes de que, quien viste una tela con este estampado, tiene su corazón ocupado.

Las decoraciones en las telas marroquíes, al igual que en otros elementos decorativos suelen ser motivos geométricos porque su cultura es anicónica. Desarrollan un arte no figurativo basado en las matemáticas y en los patrones geométricos. Estos patrones son el puente hacia el reino espiritual, el instrumento para purificar la mente y el alma.

La artesanía textil vinculada a lo largo de la historia y en todas las culturas a la mujer, ha sido considerada como una labor de escaso valor.

Sin embargo, desde que a finales de los 60 se gestase el movimiento de arte feminista, el hilo, las agujas, la urdimbre y la trama se convierten en herramientas para denunciar los roles y prejuicios vinculados a la mujer.

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A consecuencia de los movimientos feministas anteriores surge a finales de los años 60 el Movimiento de Arte Feminista, con la intención de que las mujeres expresasen, a través del arte, sus sentimientos, sus pensamientos y así dar respuesta a la opresión a la que habían estado sometidas. Para expresarse utilizan las herramientas artísticas tradicionales como pintura o dibujo, las modernas como video, performance o fotografía y como parte de un lenguaje íntimamente ligada a ellas utilizan el bordado, la costura, los estampados en tela, todas esas labores a las que se les puso la etiqueta de; decorativo, femenino y amanerado. De este modo las mismas herramientas que habían servido para mantenerlas al margen de la intelectualidad, del poder y del conocimiento se convierten en armas para convertir lo cotidiano, lo privado y lo doméstico en algo artístico, político y público. En la década de los 70 el Movimiento feminista se convirtió en uno de los movimientos internacionales más influyentes durante el periodo de posguerra.En este momento , más allá del derecho al voto, el objetivo era aumentar la igualdad en su sexualidad, su trabajo y sus derechos reproductivos. La finalidad, aún hoy, es rediseñar el papel de la mujer en la sociedad, afirmándose como grupo para hacer un frente común ante la opresión. Para las teóricas, aceptar la experiencia femenina como diferente a la de los hombres aunque igualmente válida y usar la experiencia social como mujer es la forma más adecuada para formular un análisis político. Como referencias de la teoría artística feminista que se relaciona con esto citaremos " La Puntada subversiva: El bordado y la construcción de lo femenino" escrito por Rozsika Parker en 1984. En este libro la autora analiza la historia del bordado en relación con la feminidad y desmonta la creencia de que las mujeres bordaban porque "eran femeninas por naturaleza " y explica cómo la creación de la feminidad es una construcción sociológica que cambia dependiendo de factores como, la cultura en la que se desarrolla, el estatus social y el paso del tiempo.

AMINA AGUEZNAY

(Casablanca,Marruecos 1963)

Es una de estas mujeres artistas que, conocedoras de los ritos familiares y colectivos que entraña la labor de tejer, coser y bordar, usan estas técnicas ancestrales convirtiendo un quehacer decorativo en una práctica artística con la que crea un lenguaje propio.

sobre ella

Después de estudiar arquitectura en Washington DC, Amina Agueznay construye un universo híbrido entre la arquitectura y el diseño en el que la tradición artesanal de Marruecos se funde con la contemporaneidad para generar un particular lenguaje con el que crea joyas y obras artísticas. Sus joyas se conectan con ciertas aplicaciones arquitectónicas generando ornamentos espectaculares que se convierten casi en instalaciones aplicadas en el cuerpo en las que, gradualmente, éstas han ido ocupando todo el espacio en detrimento al propio cuerpo. Collar de Amina Agueznay. Foto cartel del taller creativo en Amina en Matadero, MadridPulsera diseño de la artista. Foto de Pinterest. Sus obras artísticas son verdaderas odas al material, en ellas aplica todos los conocimientos tradicionales de su tierra y experimenta con ellos como podemos ver en la serie de obras Draa x Draa", 2016 y en Incarner le visible, acter l’invisible (deux actes), 2019 (Encarnar lo visible, actuar lo invisible (dos actos)), exhibidas en las salas de la exposición Desorientalismos en el CAAC.

Estas seis obras son un homenaje a las cosas que Amina ha ido aprendido de la artesanía en tejidos. Aprendió que el "Dra x dra" es la medida que se utiliza, para hacer los tejidos artesanales (medida similar al codo, 50x50cm.), de ahí el título de esta serie de obras.Descubrió que cada forma de tejer es parte de un misterioso lenguaje que habla de tradiciones e historia. Pensó que ella podía crear un lenguaje propio mezclando la colaboración de artesanas marroquíes con sus conocimientos en arquitectura. De esa experimentación surgen estas pequeñas obras que son odas al material. En ellas encontramos diferentes resultados y técnicas en tejidos urdidos con lana natural y acero con el que, da cuerpo y volumen a las piezas. Comprendió que quien considera que tejer y coser son labores de mujeres que se hacen en casa y que no tienen valor, se equivoca. Encaminó sus pasos al compromiso con la preservación de la artesanía y los conocimientos que la rodean porque lo considera un potente elemento de cohesión social.

draa x draa, 2016

Haz click sobre cada imagen

Draa x Draa 1, 2016 Lana natural, terciopelo, acero inoxidable. Tejido plano. 46 x 46 x 1,5 cm Cortesía de la artista ​Detalle de Draa x Draa 1, 2016

Draa x Draa 2, 2016 Lana natural, lana natural teñida, metal, acero inoxidable 47 x 47 x 3 cm Cortesía de la artista Detalle de Draa x Draa 2, 2016

Draa x Draa 3, 2016 Lana natural, terciopelo, acero inoxidable. Tejido plano 46 x 46 x 1,5 cm Cortesía de la artista ​Detalle Draa x Draa 3, 2016

Draa x Draa 4, 2016 Lana natural, terciopelo, acero inoxidable. Tejido plano 47 x 47 x 1,5 cm Cortesía de la artista ​Detalle de Draax Draa 4, 2016

Draa x Draa 5, 2016 Lana natural teñida, metal, acero inoxidable 47 x 47 x 1,5 cm Cortesía de la artista ​Detalle de Draa x Draa 5, 2016.

Draa x Draa 7, 2016 Lana natural, lana natural teñida, acero inoxidable. Tejido plano 46 x 46 x 1,5 cm Cortesía de la artista Detalle de Draa x Draa 7, 2016

Infografía

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Lana natural, seda sabra, sqali, acero inoxidable. Tejido plano, crochet 350 x 250 x 4 cm Cortesía de la artista

Incarner le visible , acter l’invisible (deux actes), 2019 Encarnar lo visible, actuar lo invisible (dos actos).

El primer acto lo constituye esta alfombra "hanbel" de gran tamaño en la que Amina Agueznay, convierte el gesto de cada puntada en protagonista de la obra. En su "escritura" congela el momento de creación de las artesanas bereberes sobre la lana. Representa un instante de lo que no vemos en este tipo de artesanías y que resulta un mundo claramente visible para las artesanas. El hilo dorado y el uso del crochet para dar volumen a las cadenetas, las puntadas, las hilachas les confiere aspecto de joya conecta con el mundo interior de la artista.

El segundo acto es un texto escrito por Ghita Triki, con el que, del mismo modo en el que las mujeres bereberes cuentan a las casamenteras los secretos del matrimonio mientras tejen en comunidad la "handira" para la novia, se narra la historia y los secretos de este trabajo de Amina Agueznay.

Leer texto

Khémisset

La artista diseñó esta alfombra para la Bienal de Rabat en 2019 y la tejió con otras mujeres en Khémisset.

Incarner le visible, acter l’invisible (deux actes), 2019.

Encarnar lo visible, actuar lo invisible (dos actos), 2019.

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Detalle del reverso del tejido.

Si tienes en casa algún tejido decorado con punto de cruz, bordado o hecho de crochet por alguna persona de la familia quizá sea buen momento para preguntarse cuál es su historia, recordar a quien lo hizo y contárselo a los pequeños de la casa.

A poco que busques encontrarás muchas opciones para tejer con los peques pero te proponemos lo siguiente.

Ver

¿Cómo lo hago?

Haz hendiduras paralelas en los extremos de la bandeja o caja que hayas decidido convertir en telar. Coloca lana o trapillo de un extremo a otro de la bandeja metiéndolo en las hendiduras y cuando termines fija los extremos con cinta adhesiva en la parte posterior del "telar".

En imágenes:

Una vez hecha la urdimbre (lana blanca de la foto) vamos a hacer la trama (lana verde y azul en la foto) pasando las lanas o el trapillo por encima y por debajo de forma alterna por la urdimbre. Con la regla ve bajando cada trama nueva para que quede apretadito. Para cambiar de color o para finalizar debes dejar un cabo largo al principio y al final que luego meterás con una aguja por los laterales. Empieza con una trama fácil que puedes ir complicando.

¿Qué necesito?

  • Recicla una caja o una bandeja de porespán que convertiremos en un improvisado telar.
  • Regla.

  • Lana o trapillo.
  • Opcional: horquilla del pelo o cualquier otra cosa que nos pueda servir como aguja aunque los dedos son suficiente.
  • Tijeras.
  • Cinta adhesiva.

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Son el recuerdo de la herencia de las últimas comunidades moriscas en Almería y Granada que, desarrollaron la industria artesanal textil, hasta el punto de convertir la Alpujarra en el principal centro mundial de producción de seda de excelente calidad. Siendo, de hecho, el punto de partida de la Ruta de la Seda. Este tejido artesanal e identitario de esta zona se recuperó en los años 60.

Tejidos delicados como este se utilizan para el vestido tradicional de la India, el sari. En concreto este tejido rojo y profusamente decorado es muy usado por la novia en la boda. Las lentejuelas, espejitos e hilos dorados son símbolo de prosperidad e invocan la fortuna y la fertilidad.

Los diseños de Oceanía están relacionados con su forma de vida en relación al mar. En concreto la tortuga de este tejido de la Polinesia atrae a la buena suerte e indica que quien la lleva tiene una vida feliz.

A diferencia de lo que ocurre en otras culturas los tejidos andinos se consideraban en la antiguedad, una forma de arte fundamental . Su iconografía influía en otras formas artísticas como la arquitectura y la cerámica. El mayor desarrollo de estos tejidos se dio con la civilización Inca.

Los diseños de los tejidos africanos son muy variados y tras ellos hay todo un lenguaje oculto que indica a quien los ve en qué posición está quien los viste. Sirva de ejemplo este diseño de corazones entrelazados que avisa a los posibles pretendientes de que, quien viste una tela con este estampado, tiene su corazón ocupado.

Las decoraciones en los tejidos marroquíes, al igual que en otros elementos decorativos suelen ser motivos geométricos porque su cultura es anicónica. Desarrollan un arte no figurativo basado en las matemáticas y en los patrones geométricos. Estos patrones son el puente hacia el reino espiritual, el instrumento para purificar la mente y el alma.

De lana y silencio

Relato de lo invisible

Por Ghita Triki

En una de las regiones del Atlas en las que abundan los manantiales de agua y una excelente lana de ganado libre, las mujeres bereberes trabajan en sus talleres sombreados cardando, tejiendo y anudando alfombras, como lo han hecho durante siglos.Inmunes a los hechizos pasajeros, capturan los símbolos perpetuos de su condición: mujeres, madres, esposas, guardianas de una vida arraigada en la propia tierra y en los rituales agrícolas. Sus diseños reflejan los cambios que se producen en el mundo observable y construyen historias y leyendas cosmogónicas que cantan odas a la naturaleza y a los sueños. Estas tejedoras se sientan dignamente tras las hebras de su mundo y, con gestos precisos y elegantes, tejen chebrones, cuadrículas, rombos, triángulos, cruces, estrellas, espiguillas, ríos y jamsas, todos ellos diseñados para celebrar las lluvias salvadoras, invocar la fertilidad, proteger a los recién nacidos, bendecir la unión amorosa o fraternal o acompañar a los muertos en su viaje a la eternidad. ¿Acaso no son estos símbolos simplificados la marca de su humildad extrema ante la propia naturaleza? ¿No representan un deseo de tocar los cielos? O, dicho de una forma más sencilla, ¿no son un autorretrato, una evocación del aspecto más esencial de estas mujeres? ¿Aquello que mantiene a raya la muerte y deja la huella terrenal de estas artesanas en una escritura silenciosa? Al tejer alfombras profusamente decoradas o sencillas handiras que protegen contra el frío del invierno, estas heroicas mujeres de tierras remotas han recreado un espacio en el que las leyendas perduran dando testimonio de una energía vital que rememora el amanecer de los tiempos. Isli y Tislit, los dos amantes separados que llenaron un lago con sus lágrimas, encuentran a la hermosa Tanit, diosa de la fertilidad, el parto y el crecimiento. El dios-carnero Amón y la oveja Amen, junto con el dios de la luna Ayyur, adorados desde la antigüedad, ocupan un lugar simbólico y fácilmente identificable. Este panteón de deidades, a menudo transformadas o abiertas a una interpretación libre, se suma, sin duda, a imágenes más íntimas. Anudadas por dedos ágiles, rellenan la página en blanco de la urdimbre y son recibidas por el telar como ofrendas secretas.

La vida y la muerte de una imagen

“¿Cómo se muestra al Mundo el mundo de la artista, su gesto creativo?Creo mis propios textos, integrando esos momentos de creación en una estructura de lana tejida en la que las joyas objeto insertadas se convierten en motivos que trazan el mapa de mi propio mundo”.A. Agueznay“

Llega entonces el encuentro con la Otra, aquella que busca preservar el lenguaje invisible de los símbolos femeninos en una especie de nexo sagrado. Elige el hanbel. Un hanbel blanco tejido por las mujeres de Jemisset. Ese, el que, una vez confeccionado, las tejedoras han cubierto con mimo y han dejado apartado en un rincón del taller esperando a ser enviado a otras pieles, otros viajes, listo para ser tocado por otras manos y otros ojos. Primero, encarnar lo visible: circunscribir el espacio e imitar el gesto transformándolo en una imagen sobre la pantalla de lana blanca en la que cualquier cosa puede ser escrita. O borrada. Eliminar, ocultar, transformar, desaprender y desenmarañar su alfabeto: unos signos no escritos, fragmentados e inquisitivos crean el vínculo con las repeticiones inmutables de las tejedoras. Después, liberarse para volver a adentrarse en lo inefable. Para seguir su camino en la vida, este hanbel tiene que morir un poco. La Otra le ha hecho un corte, una delicada incisión que divide intencionadamente el espacio blanco aquí y allá dando paso a un vacío, plegando la superficie para permitir que se formen sombras. Pero no por mucho tiempo, ya que este acto invisible es rápidamente reparado por unas manos laboriosas que cosen hilo dorado en el relieve. El oro brillante de la sabra se extiende sobre la textura áspera del hanbel, blanco y puro. Lo más cerca posible de la tierra, una planta sobre el animal. Al principio, estas figuras en relieve eran objetos ornamentales, creados por la Otra para adornar el cuerpo. Ahora se han fragmentado para dar lugar a formas sencillas que se han cosido después en los dos lados de los cortes. Punto, línea, plano: reinventar la forma para restablecer el estado anterior del signo, para narrar y morir por la acción de la mano.

De oro y luz

Estas manos, llenas de luz y de oro, envuelven el cuerpo con sus propios ornamentos. Capa tras capa, el cuerpo empieza a desaparecer, poco a poco, hasta quedar totalmente cubierto. Esta pirámide de objetos diestramente apilados con brillos dorados se convierte en una segunda piel que ocupa el lugar del cuerpo. Así envuelto es, de nuevo, una crisálida, y el elegante tejido repleto de joyas forma su capullo. Solo las manos que reposan sobre las rodillas permanecen visibles: la conexión indestructible con el Mundo hecha carne, el hilo que pasa de la Otra a las tejedoras. El oro perpetúa esta unión ofreciendo su protección sagrada, como si quisiese fijar el cuerpo en esta imagen final inalterable. Lentamente, a través de esta alquimia, se inicia un diálogo entre los cielos y las profundidades de la tierra. Pero hay otra fábula —una que no se verá aquí— más allá de esta imagen. Desde ahora, el momento de la imagen ocupa el lugar del momento de la ausencia. Esta ausencia es el santuario del tiempo anterior a las palabras, el templo en el que la desaparición se conjura mediante un gesto de la mano, una mano como una ola, que conjuga el ritmo del borrado con el de la reaparición en un nuevo comienzo eterno.

“Me sustituyo a mí misma por la lana tejida. Estoy sentada. Las manos de la artesana me muestran objetos, lentamente, uno por uno, en referencia a la repetición de un gesto ancestral. Reviviendo momentos. Me adorno con estas joyas hasta que me cubren. El gesto me convierte en un capullo, una crisálida, un sarcófago. Este rito de paso es, además, el que me llevará a la postura final, aquí sentada, con las manos creadoras extendidas ante mí”. A. Agueznay