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Mapa interactivo Memoria Histórica Puente Genil

Personalidades destacas

Concepción Cáceres

Gabriel Morón

Joaquín García-Hidalgo

Antonio Romero

Juan Rejano

Justo Deza

Jesús Aguilar

Fue en esta plaza donde tuvo lugar uno de los episodios más infames de la historia pontana. La biblioteca de Puente Genil que recibía el nombre Aguilar y Cano, databa de principios de los años 20, se situaba frente al Ayuntamiento y contenía una enorme cantidad de libros, contaba (dato de la revista Blanco y Negro, del 21 de mayo de 1933), con una cantidad de 50000 libros, y decía que solía estar llena de gente, normalmente jóvenes. Tomado el pueblo por los sublevados, lo primero que hacen cuando se establecen en el consistorio es trasladar todos los libros de la biblioteca a la Cárcel del Ayuntamiento, en unas condiciones deplorables, demasiado cerca del río Genil, sin corriente eléctrica y con excesiva humedad. Finalmente Jesús Aguilar, el entonces primer edil, en diciembre de 1939 ordena hacer hogueras para la quema de lo que él llama, y así se recoge en las actas de pleno del Ayuntamiento, “libros perniciosos”, ofreciendo incluso 95 pesetas para la quema de los libros. Se llegan a quemar un 96% de los libros, es decir, de 48000 volúmenes que había, quedaron sólo 2015. Con el agravante de que esos que quedaron, lo hicieron en las condiciones pésimas explicadas, tanto es así que al consistorio llegan varias “súplicas” para que se cambiase su localización por miedo a perder el material que había quedado, pero se hizo caso omiso, hasta que el día 27 de enero de 1948, una riada terminó por destruir el 4% restante de libros que habían quedado.

El molino del Marqués sirvió como campo de prisioneros, para el que ya en noviembre de 1938 se está buscando ubicación. Finalmente se establece en esta propiedad, perteneciente a la empresa La Alianza S.A., pasando a conocerse posteriormente como el Molino de la Oscuridad. En sus graneros son encerrados en un primer momento unos 250 prisioneros, custodiados por “la 3ª Compañía del 6º Batallón de Regimiento de Cádiz nº 33”, a los que sólo se les dejan las ropas menores y el calzado, el resto de la ropa se les quita según un documento expedido por Luis Cobos, comandante militar a la Alcaldía de Puente Genil. Finalmente en un documento expedido, esta vez por la Alcaldía al Comandante Militar, el 25 de mayo de 1939, se hallan en ese momento en el campo de concentración unos 402 -dice- pudiendo llegar a ser hasta 600 en total. Existen pocos documentos al respecto pero los suficientes para hacerse a una idea de las condiciones en las que se podían encontrar los prisioneros, semidesnudos y afinados en graneros.

En número 5 de la calle Don Gonzalo se ubicaba la Comandancia Militar durante el periodo de guerra y muy posiblemente hasta 1948, año del fin del Estado de guerra.

Cuartel de la Guardia Civil atacado e incendiado en la segunda quincena de julio de 1936. Estaba situado en la acera izquierda según se baja la calle Horno aproximadamente a 80 metros de la Plazuela Lara. Al detonar las bombas, el edificio debió de quedar muy dañado, y se optó por derribarlo completamente. En el pleno del 10 de julio de 1937, se lee el siguiente escrito: “Se dió cuenta de un oficio del perito aparejador de este municipio, dando cumplimiento al acuerdo tomado en sesión de 3 de Julio corriente, en el que se ordenaba girar una visita de inspección a la casa número 16 y 18 de la calle Queipo de Llano, propiedad de don Bernardino Solano Pérez, que estuvo habilitada para Cuartel de la Guardia Civil y que fue destruida por los revolucionarios marxistas durante el tiempo que estuvo esta población en poder de ellos, y en la que existen varias bombas de diferentes sistemas”.

Fundada en 1918, la Casa del Pueblo, fue el lugar donde se asentaba la mayor parte de las organizaciones obreras socialistas pontanensas, tanto políticas como sindicales. Estaba ubicada en la calle Fernán Pérez y contaba con directiva propia. En ella existió un Consejo de Dirección de las Sociedades Obreras que, por ejemplo, en enero de 1932 envió a El Socialista su adhesión a las protestas contra la represión habida en Arnedo y Bilbao. La Casa del Pueblo fue desde su creación -aunque eso sí, sometida a las diversas coyunturas políticas más o menos adversas- el dinamizador de la acción de los obreros socialistas de Puente Genil, localidad en la que el movimiento obrero se mostró sumamente reivindicativo desde los inicios mismos de la Dictablanda, tanto que llevó a afirmar a Joaquín García Hidalgo que “los trabajadores de Puente Genil son un ejemplo por haber logrado tener una exacta conciencia de clase y una gran fuerza”. Tras la proclamación de la Republica, la Casa del Pueblo continuó con su gran presencia y predicamento tanto en la villa en general como entre el elemento obrero en particular. Y desarrolló un intenso activismo. En 1932 organizó cincuenta y ocho actos, divididos de la siguiente manera: “De carácter cultural, veinticuatro; de carácter político, diez y seis, y de carácter sindical, diez y ocho”. Asimismo, creó una cooperativa de consumo, disponía de una biblioteca, publicaba el semanario Acción que llegó a tirar más de 1.500 ejemplares, constituyó una mutualidad para organizar un sistema de ayuda a parados y enfermos asociados y formó escuelas para niños y adultos y grupos culturales. En definitiva, hay que hacer constar que la Casa del Pueblo siguió ejerciendo su influencia durante toda la etapa republicana, pese a que en algunas ocasiones su acción se vio coartada por la política represiva de los gobiernos de centro derecha. Centrémonos ahora en los comienzos de la Guerra. Nos consta que, en los primeros días, la Casa del Pueblo fue un auténtico hervidero La madrugada y la mañana del 19 de julio se viven en un estado de calma tensa, organizándose los habituales servicios de patrulla y vigilancia. Entre los republicanos, se difunde el rumor de que la Casa del Pueblo iba a ser clausurada y todas las directivas detenidas. Enseguida hubo una reunión en ese centro entre comunistas y socialistas en la que se acordó el plan que se debía seguir para evitar que el pueblo cayera. Mientras tanto, el comandante retirado José Gómez Fernández, cerebro de la conspiración, presionó en los dos cuarteles de la Guardia Civil, ubicados en la Matallana y en la calle Horno, para que se sublevaran. Al atardecer del 19, el pronunciamiento es un hecho. Tras la larga jornada, y recuperadas las conexiones con Córdoba, se recibe la orden de Cascajo de detener a los principales cabecillas de los partidos y organizaciones de izquierdas (José Santos, Antonio Romero, José Mora, Francisco Álvarez Oyonarte, Linaritos, etc.), orden que no fue cumplida por la autoridad militar competente. En todo caso, sí se clausuró la Casa del Pueblo y el Centro de Izquierda Republicana.

En el camino de Río de Oro se hallaba el depósito municipal, cárcel de presos comunes regida por un Alcaide nombrado por el Ayuntamiento. Por otro lado, la cárcel de presos políticos se ubicaba en calle Contralmirante Delgado Parejo.

Gabriel Morón Díaz, político y periodista, nacido en Puente Genil (Córdoba) el 21 de diciembre de 1896, en el seno de una familia ligada al trabajo agrícola, causa de la que fue defensor, durante toda su vida. Abandonó el colegio a una edad temprana para ayudar en las tareas propias del campo, por lo que se formó de manera autodidacta. De este modo, los contactos con los jornaleros le acercaron a la realidad de las condiciones laborales y de vida de los obreros andaluces. Primeramente, ingresó en la Sociedad de Agricultores (UGT) en 1912 y más tarde en la Agrupación Socialista de Puente Genil en 1913. Tuvo un papel importante como propagandista, participando activamente en “trienio bolchevique” en la provincia de Córdoba. Igualmente, asistió al XIII Congreso de la UGT en 1918 en calidad de delegado de la Sociedad de Agricultores de Puente Genil. Fue alcalde de Puente Genil en dos períodos diferentes, en primer término, desde 1931 hasta 1933, y, finalmente, en 1936. Tras su marcha a Almería, al inicio de la Guerra Civil, fue Gobernador Civil de esta provincia, hasta 1937. Al término de la guerra, ya en el exilio, se trasladó a México donde abandonó de manera forzosa la disciplina del PSOE para pasar a las filas del Partido Comunista de España en 1947. Así mismo, Morón falleció en la ciudad de México, el 9 de agosto de 1973.

Joaquín García-Hidalgo, periodista y político, nacido en Puente Genil (Córdoba) el 26 de octubre de 1890, fundador del diario Política, el primer periódico de corte socialista registrado en la ciudad de Córdoba. Ingresó en la Agrupación Socialista de Madrid en 1929, para posteriormente, trasladarse a Córdoba en 1930. Fue elegido como diputado por la provincia de Córdoba en 1931, formando parte de la Comisión de Comunicaciones, además de representar al PSOE, en ese mismo año, durante la celebración de su congreso extraordinario. La relación de García-Hidalgo con el PSOE, se fue deteriorando hasta acabar con su expulsión del partido en 1933, pasando a formar parte de las filas del Partido Comunista de España, hasta su asesinato por parte de bando sublevado, el 18 de julio de 1936. Fue víctima del Tribunal Especial de Represión de la Masonería y el Comunismo, creado ex profeso por el dictador Francisco Franco para la persecución y ejecución de todas las personalidades ligadas con la masonería en España. García-Hidalgo, conocido como “Betis” en el núcleo masónico, fue miembro de varias logias como “18 de Brumario” de Puente Genil (Córdoba) “Turdetania N.º 15” y “Danton N.º 7” de Madrid.

Concepción Cáceres nació a finales del siglo XIX en una familia de talante liberal. Estudió y ejerció la carrera de matrona y fue muy reconocida en su profesión. Vinculada a los movimientos obreros en Puente Genil, su formación y cultura, unidas a una innegable capacidad de liderazgo y de comunicación, la situaron como una hábil oradora, protagonizando mítines en los que arengaba a los más desfavorecidos para que lucharan por sus derechos. Por ello se ganó los apodos de La Princesa, según unos, o La Pasionaria de Puente Genil. Tras enviudar contrajo segundad nupcias con Marcos Deza, presidente de las Juventudes Socialistas y reconocido político durante la II República. Por su carácter y lucha socialista y republicana, el 1 de agosto de 1936 las tropas golpistas la apresaron en su casa, en la Plazuela Lara, para acto seguido ser fusilada. Aún hoy día sus familiares desconocen el lugar donde yace.

Antonio Romero Jiménez, Romerito, fue el primero que toma conciencia del peligro que representa la implantación del fascismo en nuestro pueblo. De hecho, los enfrentamientos que tiene don Antonio con los falangistas en general, y con Jesús Aguilar en particular, son frecuentes y sin tregua. El ambiente se volvió tan inestable que, el 17 de julio de 1935, don Antonio Romero solicita permiso para celebrar un acto público contra el fascismo. Se trata de un hecho excepcional, por cuanto se anticipa no solo en Puente Genil, sino en el resto de España, a los actos contra el fascismo que posteriormente fueron relativamente frecuentes. Es sorprendente la intuición temprana que tuvo sobre la amenaza que suponía el fascismo hispánico. De ahí que don Antonio Romero funde y presida un Comité Antifascista, cuyo máximo objetivo era concienciar a la población del peligro que se cernía sobre ella. Alcalde en tres ocasiones de la localidad y con una personalidad controvertida; hombre querido y respetado, capitán honorario de la Legión, íntimo amigo de Queipo de Llano y amigo también de otros militares africanistas, incluidos Millán Astray y el propio Franco, por haber permanecido fiel a la República, sus antiguos amigos decidieron aplicar el más duro de los castigos, convertirlo en víctima ejemplarizante, siendo así el único ajusticiado por garrote vil en la provincia de Córdoba. La pena se ejecutó, tras Consejo de Guerra, en Puente Genil el 24 de octubre de 1939.

Juan Rejano nacido el 20 de octubre de 1903 en nuestra localidad, fue un escritor, poeta y periodista perteneciente a la Generación del 27. Vivió sus años de aprendizaje literario entre Córdoba. Málaga y Madrid, en donde llegó a ser secretario de la editorial Cenit. Militante del Partido Comunista de España desde 1930, fue subdirector en Málaga durante los años de la II República del diario Amanecer y luego director de El Popular. Durante la Guerra Civil trabajó en Barcelona al servicio de la causa popular como redactor del periódico La Vanguardia y colaboró también en Frente Rojo. Tras una corta estancia en el campo de concentración francés de Argelès, en 1939 viajó a bordo del Sinaia para vivir todo su exilio en México. Colaboró en revistas tan significativas de nuestro exilio republicano corno España Peregrina, Cuadernos Americanos, la segunda época de Litoral o Las Españas, además de intervenir activamente en revistas del PCE como España Popular y Nuestro Tiempo. Autor de una extensa y valiosa obra poética que publicó en libro a partir de 1943, falleció en México DF en 1976. Nunca consiguió regresar a la tierra que lo vió nacer.

Justo de San Rufo Deza Montero, jornalero de profesión, fue un destacado dirigente socialista de Puente Genil. Nació en la villa, concretamente en la calle Nueva número 50, el 18 de diciembre de 1899. Desde 1917 figura como Secretario del Comité de la Federación Regional de Juventudes Socialistas Andaluzas, el cual era presidido por su hermano Marcos. Su activa militancia queda reflejada en sus múltiples colaboraciones en la prensa obrera cordobesa (Política, El Sur y Córdoba Obrera), y en la labor que, sin duda, desarrolló en Acción, un periódico editado por los socialistas pontanos. En las elecciones de abril de 1931 es elegido concejal socialista en la corporación pontanesa, donde desarrollará su labor durante buena parte de la II República. El comienzo de la Guerra Civil le sorprende en la localidad, donde enseguida se apresta a defender la legalidad republicana. Por ello, forma parte de uno de los dos comités de defensa de la República creados (junto a sus hermanos y otos destacados líderes obreristas). La toma del pueblo por los rebeldes le obliga a huir de Puente Genil. Durante la guerra siguió desarrollando su labor política y en presa. Según el testimonio de algunos familiares Justo Deza fue apresado al final de la contienda civil, trasladado a Córdoba y fusilado el 24 de abril de 1940.

Jesús Aguilar fue uno de los grandes artífices durante la República de la implantación del fascismo en Puente Genil. Ya en sus comienzos, en febrero de 1935, el futuro Alcalde del yugo y las flechas es nombrado Jefe local. La protección, apoyo y buen entendimiento que Falange obtuvo de Acción Popular (el partido que aunaba a la burguesía más reaccionaria) animó a esos monjes-soldados a convertirse en una organización muy activa y peligrosa.Fue alcalde de Puente Genil en varias ocasiones y procurador en Cortes como representante por parte de las administraciones locales durante los años 1949 y 1955.