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Experiencia como voluntaria en India de Eva Mª Avis Mariscal

Tú no visitas India.... es ella quien te visita a ti.

Todo empezó hace años, cuando al Colegio Vedruna en el que estudié, llegaban hermanas misioneras y nos contaban sus vidas en África, Latino América o Asia, en lugares recónditos donde no llegaba el asfalto. Ya estando en la Universidad leí un libro cuya historia real transcurría en Calcuta, "La Ciudad de la Alegría", que me hizo soñar con India. Hace cinco años mi hermana viajó a este país y me trajo un libro, en el que un niño de la calle, Amin Sheik contaba su vida, libro que mágicamente me llevó hasta allí; El 21 de julio de este año (2019) volaba hacia Bombay para hacer un voluntariado en una de las 19 casas que la familia Vedruna tiene en India.En Bombay sólo pasé 3 intensos días, lo justo para percibir que es una ciudad impactante, una de las ciudades más grandes del planeta, con un alto índice de contaminación, los contrastes corren por sus calles como los ríos de agua cuando descargan las nubes del monzón.

Donde se hospedaron en Bombay

Todo es una locura, coches, motocicletas ocupadas por familias completas, riskshaws, autobuses a rebosar, vendedores de productos frescos del campo, telas multicolores, pulseras de la suerte, gente corriendo para no perder el tren, olores y aromas que cambian a cada paso que damos, Como dice mi amiga Claudia “necesitaríamos más de cinco sentidos para poder apreciar lo que ocurre a nuestro alrededor”. En esta ciudad, nos hospedamos en una casa Vedruna, visitamos dos proyectos relacionados con la formación de niñas pobres, y tuvimos la suerte de pasar uno de los días con Navil, hoy es un emprendedor que tiene su propio restaurante pero nos contaba que había sido un niño de la calle y que se había criado solo por aquellas avenidas y callejones que con tanta pasión nos enseñaba.

Puerta de la India

Con Navil

La Puerta de la India, edificio que fuera construido en 1924 para celebrar la visita a India del rey Jorge V y que era considerada la entrada ceremonial para los virreyes y gobernadores de Bombay, erigida frente al mar Arábigo, era el “jardín de su casa”,. Gracias a un Padre Jesuita español que lo salvó de aquella situación pudo estudiar y gozar en la actualidad de una vida digna.Él nos presentó a Amin, otro “Street Boy” que se formó con él y que había escrito un libro sobre su historia, libro que yo me había leído hace 5 años, y que os recomiendo (La vida es la vida, soy gracias a ti) todo fue mágico aquel día pero es complicado de expresar aquí.

Puerta de la India

Con Navil

La Puerta de la India, edificio que fuera construido en 1924 para celebrar la visita a India del rey Jorge V y que era considerada la entrada ceremonial para los virreyes y gobernadores de Bombay, erigida frente al mar Arábigo, era el “jardín de su casa”,. Gracias a un Padre Jesuita español que lo salvó de aquella situación pudo estudiar y gozar en la actualidad de una vida digna.Él nos presentó a Amin, otro “Street Boy” que se formó con él y que había escrito un libro sobre su historia, libro que yo me había leído hace 5 años, y que os recomiendo (La vida es la vida, soy gracias a ti) todo fue mágico aquel día pero es complicado de expresar aquí.

Estación de tren Victoria en Bombay

Vagón de las mujeres

El miércoles 24 de julio, muy temprano tomamos el tren hacia Sanand, una pequeña ciudad del Gujarat, Estado en el que nació Gandhi. Las estaciones de tren en India merecen un capítulo aparte, a cada paso que das eres consciente de lo que representa la superpoblación, en los trenes hay vagones sólo destinados a mujeres, esto es “normal” si tenemos en cuenta que la mujer es uno de los colectivos menos respetados en este impresionante país y puede resultar más seguro para ellas viajar en un vagón en el que solo vayan personas de su mismo sexo, confío que esto irá cambiando y éste es uno de los motivos por el que cuento mi experiencia y por lo que acepté que los beneficios de nuestra carrera solidaria fueran para lo que hace esta fundación en India, que no es otra cosa que luchar por la igualdad y el empoderamiento de la mujer.Después de seis horas de viaje, nuestro tren nos dejó en Ahmadabad, la cuarta ciudad más grande del país, allí nos recogió la hermana Gorretti, una luchadora. El calor era sofocante aunque la emoción de todo lo que veíamos no nos dejó darnos cuenta de ello hasta que no llegamos a la casa en la que íbamos a pasar 23 días.La casa, humilde pero acogedora, estaba situada en el campo, justo enfrente del colegio de primaria dónde impartiríamos nuestras clases y donde pasamos tan buenos momentos con los niños que allí acudían desde diferentes poblaciones, era el único centro educativo en la zona y si no hubiese existido, los más de 500 niños y niñas que allí iban no hubiesen podido acceder a una educación.

Por las mañanas impartíamos clases y colaborábamos en actividades formativas, por las tardes realizábamos actividades con las niñas del internado que prácticamente no hablaban inglés, pero pudimos comprobar que la comunicación tiene un componente emocional muy importante que nos hacía entendernos, disfrutar, compartir sonrisas y vivir unos momentos inolvidables con aquellas niñas.

En la casa viven 19 niñas internas, hijas de familias sin recursos que cuentan con más hijos y priorizan la educación de los niños y no de las niñas. Las hermanas para evitar que las niñas se conviertan en niñas de la calle expuestas a mafias o personas que puedan abusar de ellas, les ofrecen hospedaje, formación y educación. La mayoría de ellas son de religión hindú que siguen practicando en la casa de las hermanas católicas. En India existe un profundo respeto a la religión que profesa cada uno y en ningún momento se evangeliza.

Formando: "Todo por amor"

Vacas a sus anchas

Conducción en India

Desde Sanand visitamos otras comunidades. Merece la pena dedicar unas líneas a la experiencia de viajar en carretera por este país superpoblado, donde las reglas de circulación existen, pero parece solo entenderlas ellos. Dicha experiencia puede resultar muy peligrosa; aún así, la idea de viajar en coche por unas horas nos entusiasmaba. Vacas que pasean a sus anchas, personas que se cruzan con toda tranquilidad, todo tipo de vehículos que aparecen por cualquier lado de la calzada, bocinas en lugar de intermitentes, profundos baches, las intensas lluvias del monzón y, como colonia británica que fue India, conducción por la izquierda. El viaje de 4 horas a Vhaunagar, primera Comunidad Vedruna en India, pasó volando.Durante tres días visitamos tres proyectos diferentes, todos relacionados con la educación y aunque ya lo sabíamos, comprobamos que esta comunidad en India está integrada por mujeres valientes que llegan a los lugares más remotos y complicados para formar a niños y, sobre todo, a NIÑAS y jóvenes y darles alas, apostando por una educación inclusiva y como dijera Joaquina de Vedruna, hace más de dos siglos, “todo por amor”.El tiempo en Sanand pasó volando y volvimos en tren a Bombay, aún nos quedaban algunos de los momentos más emotivos de nuestro viaje.

Con las niñas Casa Madre Zoila

Niñas de la Casa de Waliv No se les puede fotografiar

Desde nuestra casa en Bombay salimos para seguir visitando diferentes proyectos, dos de ellos la casa de waliv, de niñas rescatadas de la prostitución, y la casa fundada por la madre Zoila, de niñas mayores de edad que habían estado previamente en la casa anterior. Nos impactaron y llegaron a lo más profundo de nuestro corazón. Todos sabemos que la trata de personas existe. Al “primer mundo” nos llegan noticias sobre esto, pero nunca había tenido la oportunidad de mirar a los ojos a una niña, de la edad de mis alumnas, que había sido víctima de una situación así. En India es fácil que las personas te sonrían, son hospitalarias, amables y educadas, pero nos costó algunas horas conseguir la sonrisa de estas niñas, para mí las más valiosas de las miles y miles de sonrisas vividas durante mi voluntariado en este fascinante país. En términos legales, las mujeres tienen los mismos derechos que los hombres, pero la realidad es otra. Un alto riesgo de violencia sexual y de esclavitud laboral hace que India sea el país más peligroso para la mujer.

Tal es así que a mi vuelta a España, durante mucho tiempo, tuve la sensación de que me lo había traído todo y no había dejado nada.Con el paso del tiempo he comprendido que compartí momentos con mucha gente y que sus sonrisas, en muchas ocasiones su única forma de comunicarse conmigo, era el agradecimiento por dedicarles un tiempo que ellos consideraban valioso..Por ello os animo desde aquí a que le dediquéis tiempo a las personas que tenéis cerca, es una forma más de voluntariado; a veces olvidamos el valor de nuestros mayores y preferimos dedicar tiempo a nuestros dispositivos electrónicos.

Según un estudio realizado por la fundación Vicente Ferrer, el 80% de los matrimonios son “concertados” o acordados por los padres. La mujer es percibida como un bien económico y queda sometida a las decisiones de sus padres, cuando se casa pasa a ser posesión de su esposo y de la familia de éste.Durante un mes, conocimos nuevas realidades, sentimos emoción, alegría, tristeza y en alguna ocasión miedo. Pero valorando mi experiencia de voluntariado, solo puedo tener palabras de agradecimiento para todas aquellas personas que tuve la suerte de cruzarme en el Gujarat y en Maharastra, los dos estados en los que estuve, ellas me dieron más de lo que jamás pudiera imaginar

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También quiero dar las gracias a la Fundación VIC, gracias a ellos he podido vivir esta experiencia, pero sobre todo quiero darles las gracias por la increíble labor que están haciendo por todo el mundo. En aquellos sitios remotos donde no llega el asfalto están ellas luchando, trabajando por la protección de la mujer en África e India, por la educación en los cinco continentes, la no esclavitud en países como Haití, por el compromiso de los indígenenas y la realidad de la selva en Perú, Colombia o Brasil, por todo ello merecen mi respeto y admiración.

Colegio de Sanand

Fueron 30 días compartiendo diferentes realidades; en ningún momento pretendimos cambiar ninguna desde allí, pero sí dar testimonio de ello y luchar desde nuestros lugares para que dejen de producirse determinadas situaciones. Nuestra carrera solidaria será un granito de arena más para ayudar a estas comunidades que emplean hasta el último céntimo en mejorar su entorno.