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Maiki Martín Francisco y alumnado del CEO Juan XXIII de Tazacorte

las palabras nos crean

elementos de socialización

¿QUién soy?

A través del lenguaje, recibimos información de lo que somos y lo que no somos, desde bebés.

La socialización de género

No se nace mujer, se llega a serlo.(Simone de Beauvoir)

Y SI NO, SOY...

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Publicidad: casi toda la publicidad es sexista. Aunque ha cambiado algo, las mujeres siguen apareciendo unidas al hogar, la familia o el cuidado personal, cuando no aparecen como objetos (por ejemplo, en los anuncios de coches).

Deporte: en casi todos los deportes, todavía se les sigue asignando a las chicas un papel secundario, o se diferencian por equipos no mixtos. A muchas deportistas se les define por su belleza física y no por sus características deportivas.

Redes sociales: ¿estás segura de que quieres seguir mandándole todas las fotos que te pide él? Y tú, ¿no te has preguntado por qué tienes que demostrar que eres el "machote"?

Juegos y juguetes: ¿no te gustaría jugar con un camión aunque seas una niña? ¿Y qué ocurre con los campeonatos de videojuegos?

Los medios de comunicación repiten los modelos tradicionales de los papeles asignados a la diferenciación sexual, sobre todo la televisión. ¿De qué hablan los programas del corazón? ¿Y los telediarios? ¿Cuántas mujeres políticas conoces? Todavía queda mucho por hacer...

Dentro de la familia tiene lugar el primer paso en el proceso de socialización. A través de ella, se nos dice si somos niñas o niños, y cómo debemos comportarnos según el sexo.

Nos pasamos buena parte de nuestra vida dentro de las aulas. El conocimiento y los libros que se utilizan están llenos de modelos típicos de "mujer" y "hombre", situados en contextos vinculados a las tareas que se les asignan socialmente, como por ejemplo, una mujer cuidando un bebé y un hombre con un mono de trabajo en un taller mecánico, en los libros de sociales.

Desde que somos bebés, nos identifican con un sexo femenino o masculino. Pero... ¿y tú, cómo te sientes?

Modas y formas de vestir, maquillaje, etc.: el vestido no solo nos diferencia sino que también nos marca, nos dice qué partes del cuerpo debemos cubrir y cuáles no, si es adecuado llevar un tipo de vestimenta u otro, si nos tenemos que arreglar más o menos y para quién, con qué fin... Todo lo relacionado con la moda, el maquillaje y otros elementos de embellecimiento personal están muy unidos al deseo, las relaciones sexuales y, por tanto, a los tópicos de género. Aunque algunas costumbres han ido cambiando, la norma sigue pidiéndole a las mujeres que se cuiden más.

Biología, medicina y otras ciencias: tradicionalmente, se ha definido el cuerpo femenino como "carencia" de lo masculino (ausencia de pene, de pelo, etc.). En algunos casos, la generalización de la medicina ha hecho que, por ejemplo, no se tomaran en cuenta las diferencias entre el infarto "masculino" y el "femenino". La forma de tratar procesos como la menopausia o los embarazos a edades "avanzadas" también dice mucho sobre los modelos establecidos. El desconocimiento sobre el funcionamiento del cuerpo femenino sigue siendo importante.

Canciones y películas: Tanto en las canciones como en las películas, con mucha frecuencia las mujeres siguen apareciendo con un papel pasivo frente al hombre (sumisas, dependientes, débiles...), que se representa como fuerte, activo y salvador. Es una de las fuentes de socialización de género más fuertes que hay, actualmente, junto con la televisión.

La calle: los modelos pueden ser variados, pero normalmente en las salidas con amigas y amigos se repiten también los estereotipos de género. Son muchas las ocasiones en las que las chicas y los chicos no se mezclan.

Arte y literatura: las figuras, los personajes literarios y las imágenes artísticas van formando también nuestros modelos de "feminidad" y "masculinidad", sobre todo en cuanto a la belleza, pero también en otros aspectos (emocionales, psicológicos, sociales...)

MARIQUITA: Si soy un chico pero no adopto algunos de los modelos considerados masculinos.

MACHONA: Si soy una chica, pero no sigo totalmente el modelo considerado femenino.