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el día 25 de Diciembre de 1884, cuando pasaban diez minutos de las nueve de la niche, la tierra explotó en periana y los perianenses desquiciados por el impresionante estruendo y por el enorme temblor de tierra, se tiraron a la calle y andaban sonámbulos de un lado para otro sin atinar a donde dirigirse esquivando ser tragados por las grietas que se abrian en las calles y eludiendo ser enterrados vivos por los muros de las casas que se desplomaban.

Terremoto en periana

el día 25 de Diciembre de 1884, cuando pasaban diez minutos de las nueve de la niche, la tierra explotó en periana y los perianenses desquiciados por el impresionante estruendo y por el enorme temblor de tierra, se tiraron a la ca.

El terremoto tuvo dos réplicas en las horas siguientes, lo que terminó de enloquecer a aquella pobre gente. Corrían , corrían y no sabían a donde. Tanto corrían que muchos llegaron corriendo a Riogordo y a Colmenar. En ese momento el alcalde de la villa era Don José Zorrilla Toledo.

No pudieron huir a los pueblos limítrofes de Alfarnate y Zafarraya porque el camino que unía estos con Periana había quedado cortado. La parte de la sierra fue una de las más afectadas a causa de los grandes hundimiento sy desprendimientos de tierra y rocas.

25 de diciembre de 1884

Sobresalen los ocurridos en las sierras de Enmedio y de Marchamona, junto con el cerro del Encinar. La fuente y una era, donde las mozas y mozos de Guaro bailaban los típicos verdiales navideños, fueron trahgadas por la tierra y se convirtieron en una laguna de 1.800 metros cuadrados. Con la era no sólo desaparecieron los vestigios de la antigua alquería mora de Guaro, sino, lo que es más triste, murieron siete de sus habitantes.Al dia siguiete , ya con la claridad del amanecer , pudieron empezar a hacer rencuentro de destrozos que se habian producido.Hubo 58 victimas mortales . y de las 191 diseminadas por sus campos fueron destruidas totalmente 158 y sufrieron graves daños otras 146.

Sobresalen los ocurridos en las sierras de Enmedio y de Marchamona, junto con el cerro del Encinar. La fuente y una era, donde las mozas y mozos de Guaro bailaban los típicos verdiales navideños, fueron trahgadas por la tierra y se convirtieron en una laguna de