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¡Cómo mejorar la educación!

Ideas y comentarios

Una finalidad tradicional de la educación es preparar para la vida

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Índice

Padres/Educación/Hijos

Relativismo y Egoísmo

Estamos preparando a los hijos

La crisis de valores

La crisis de la autoridad y permisivismo educativo

“Enséñales tolerar la frustración"

Frustración y enojo

Frutos del Sínodo de los Obispos sobre los jóvenes

Jóvenes como protagonistas (Deportes)

VIDEO

La crisis de valores en la sociedad actual

Padres que delegan toda la educación en la Escuela

Pueden delegar el aspecto instructivo, pero no el formativo

Este modo es propio del ámbito natural de educación que es la familia (ámbito de intimidad, de amor y de convivencia donde se descubren los valores que dan sentido a la vida humana.

El trabajo profesional, tanto del padre comode la madre, fomentan delegar a la Escuela

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Vivimos en una sociedad cambiante, de un cambio acelerado: A la escuela no se le puede pedir que sustituya a los padres como educadores de sus hijos. Los padres son los primeros y principales educadores.

Relativismo - Egoísmo

  1. Serias crisis de valores
  2. Aprender a querer con un amor bueno y her- moso no es imposible.

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Relativismo y egoísmo El profesor de la Universidad de Navarra indica que “vivimos en una sociedad afectada por una seria crisis de valores, lo que repercute negativamente a muchos matrimonios con el mal del individualismo y de la autorrealización a costa del otro. Un problema de ahora es que muchas personas se casan con mentalidad de solteras: no tienen conciencia de deberse a su cónyuge”. No obstante, se muestra optimista: “Aprender a querer con un amor bueno y hermoso no es imposible. De hecho, en la época actual existen muchos matrimonios con los valores que aparecen en el libro, pues no pasan nunca de moda”. Gerardo Castillo Ceballos (Cantabria, España), doctor en Ciencias de la Educación, ha sido Subdirector y profesor del Instituto de Ciencias de la Educación y del Departamento de Educación de la Universidad de Navarra, y profesor en el Máster sobre Matrimonio y Familia de la misma Universidad. Ha publicado numerosos libros de investigación sobre el Aprendizaje, la Adolescencia, el Matrimonio y la Familia. Cada año dirige Cursos y Seminarios en Universidades españolas y en el extranjero. Está casado. Tiene seis hijas y veinte nietos.

Enseñar a vivir honestamente, conforme a la virtud, para ello tener en cuenta:

SENECA

¿Estamos preparando a los hijos para la vida feliz?

  1. Los buenos ejemplos
  2. Sobriedad y templanza en el cuerpo
  3. Las buenas amistades
  4. Las buenas lecturas
  5. El orden en la propia vida (Hacer del dia noche, y convertir la noche en día)

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La vida honesta que propone Séneca se parece mucho a la “vida buena” de la que habló Sócrates cuatro siglos antes. Sócrates optó por la “vida buena” a costa de sacrificar la “buena vida”, hasta el extremo de morir por defender la verdad sin componendas. Piepper afirma que la felicidad está ligada a la contemplación, que es un conocer encendido por el amor. Feliz es quien contempla el bien que ama y quien se entrega a ese bien.

¿Qué es lo que más ayuda a los hijos a ser felices?

¿Cuál es el mejor lugar para que los hijos aprendan a ser felices?

LA FAMILIA

LOS PADRES

La crisis de valores

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1. Se tomaron en serio el amor, el matrimonio, la vida conyugal y la familia. Para ellos todo eso fue siempre lo prioritario. Se comprometieron a amarse con una entrega y fidelidad total y lo intentaron vivir cada día. La fuerza de ese amor comprometido les hizo más fácil aceptar al otro con sus defectos y con sus cambios a lo largo del tiempo, lo que, a su vez, les fue ejercitando en virtudes como la sinceridad, el respeto y la generosidad. 2. El olvido de sí mismo para estar pendiente del otro; la renuncia a muchos gustos personales para complacer al amado. Cada cónyuge debe basar su felicidad en hacer feliz al otro: ser feliz como consecuencia de ello. Aristóteles afirmaba que la felicidad no se puede buscar en sí misma, no se puede perseguir, ya que es algo que sobreviene, es algo añadido. Tomás de Aquino era de la misma opinión: la felicidad es el gozo o dicha que se deriva de haber conseguido un determinado bien (por la plenitud o perfección personal que esto último conlleva). Lo podríamos expresar así: “a la felicidad por la perfección”. 3. En el matrimonio la felicidad de cada uno depende de la del otro. No se puede encontrar la propia felicidad a costa de la del otro. O los dos felices o ninguno. 4. Ser amigos, además de cónyuges. Los matrimonios felices están basados en una amistad profunda. Ello contribuye a que los pensamientos y sentimientos positivos predominen sobre los negativos. La afinidad espiritual propia de la verdadera amistad es una fuerza que une. A un amigo se le confía todo. Los amigos quieren las mismas cosas y se alegran y duelen de lo mismo. Los amigos conversan entre sí, se consuelan y ayudan. La amistad no impide que los cónyuges riñan, pero sí ayuda a que las peleas no acaben en una crisis conyugal. Publicado originalmente www.religionconfidencial.com

La crisis de valores en la sociedad actual

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+info

  • Valores de moda
  • Valores olvidados
  • Malas movidas
  • Falsas amistades
  • Adicciones
  • Alcohol

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Así surgen las malas “movidas”, las falsas amistades, las adicciones al alcohol, los coqueteos con la droga, etc. El problema afecta a todas las edades, pero de modo especial a los chicos y chicas que dedican muchas horas los fines de semana a diversiones en grupos-masa, sin atenerse a ninguna norma moral; todo vale en esos espacios de vida permisiva. Los padres de estos adolescentes que han perdido el rumbo suelen ser muy culpabilizados, sin tener en cuenta que los cambios sociales han dificultado mucho la educación de sus hijos. Cristine Collange, una periodista francesa con varios hijos en edad adolescente, ha escrito un libro en defensa de los padres de hoy con este título: Yo, tu madre. Selecciono un fragmento: “Estoy harta de oír hablar en cada momento de adolescentes que sufren debido a la incomprensión de sus padres; lo contrario también existe: padres que se sienten rechazados por sus hijos. De esto nunca se habla. ¡Tened piedad de los padres de hoy! Se nos acusa de todos sus defectos, lo que sirve a los hijos como coartada para sus errores. No hemos sido unos padres tan malos; no era fácil llevar el timón educativo en una sociedad en completa transformación, en la que todos los valores han envejecido de repente. No siempre somos culpables; a veces los hijos son más culpables que los padres. Además, ¿por qué no nos ayudan?". La autoridad es una forma de amor, ya que con su ejercicio se desea el bien de los hijos y alumnos

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PADRES-HIJOS

AUTORIDAD

SIN AUTORIDAD

Como si fuera una relación entre iguales .

No es autoritarismo

Juan Pablo II afirma:"Son huérfanos de padres vivos".

La crisis de la autoridad y el permisivismo educativo

La autoridad

Padres e hijos

Sin autoridad

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Actualmente está de moda plantear la relación entre padres e hijos, y la relación entre padres y alumnos -sobre todo en la adolescencia- como una relación entre iguales (“somos colegas”), por creer que así se evitan muchos problemas. Se olvida que la autoridad (no el autoritarismo) es una influencia necesaria para educar. La experiencia dice que el comportamiento espontáneo de los chicos y chicas no es suficiente para que lleguen a ser lo que deben ser: es necesario intervenir en su vida. Sin autoridad no llegarían a adquirir buenos hábitos de autocontrol, autodisciplina, orden, respeto, fortaleza. La autoridad es una forma de amor, ya que con su ejercicio se desea el bien de los hijos y alumnos. Los padres que no ejercen la autoridad han dimitido ya como padres, y sus hijos -con palabras de Juan Pablo II- son “huérfanos de padres vivos”. El abandono de la autoridad ha desembocado en el permisivismo educativo (no exigir, no controlar, no prohibir, no corregir, no sancionar…). Como consecuencia, no se ejercita la voluntad. La falta de entrenamiento en afrontar dificultades por sí mismos está generando hijos inseguros, no preparados para la vida. La vida es problema y exige hábito de lucha personal

Se dice que es uno de los males de nuestro tiempo: "la intolerancia a la frustración".

“Enséñales tolerar la frustración"

Victoria Toro

Linea del tiempo

EA

texto

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Se dice que es uno de los males de nuestro tiempo: la intolerancia a la frustración. Y sobre todo entre los niños y los adolescentes. Esta intolerancia a la frustración que es lo mismo que incapacidad para aceptar que la realidad no es tal.

Tolerar la Frustración

¡Intolerancia! Se dice que es uno de los males de nuestro tiempo: la intolerancia a la frustración. Y sobre todo entre los niños y los adolescentes. Esta intolerancia a la frustración que es lo mismo que incapacidad para aceptar que la realidad no es tal y como uno querría que fuera viene de un exceso de sobreprotección en la infancia. Es cada día más común que los padres les den a los niños todo aquello que piden. En el mundo moderno acostumbramos a nuestros hijos a tenerlo todo y a que todo sea según sus deseos. A veces porque queremos que ellos tengan todo lo que nosotros no tuvimos, otras, simplemente porque queremos evitarnos sus rabietas o protestas interminables. Pero actuar de esa forma no es bueno para ellos. Si de niños, preadolescentes o adolescentes los acostumbramos a que todo sea como ellos quieren que sea, no estamos educándolos. Y no lo estamos haciendo porque de esa forma no los preparamos para enfrentarse a la vida real de adultos. Porque en esa vida, sin ninguna duda, nuestros hijos no van a tener todo como ellos quieran y no estarán preparados para aceptar ese hecho. Cuando llegan a la adolescencia, los chicos y chicas que de niños han tenido todo lo que querían pueden convertirse en jóvenes muy complicados y desgraciados. Y es que en la adolescencia esa intolerancia a la frustración se multiplica.

Frustración y enojo

¡Frustrados! Muchas veces decimos que nos sentimos frustrados, y otras sin saberlo, lo experimentamos. La frustración es un sentimiento de impotencia frente a una situación, un deseo, una esperanza o expectativa no alcanzada. Si bien, la frustración es un sentimiento normal, la forma en que la afrontamos es lo que hace que su curso cobre relevancia en nosotros o no. A continuación, te daremos ciertas recomendaciones para manejar la frustración.

  • La frustración y el enojo son emociones comunes entre los niños que tienen dificultades de aprendizaje y de atención.
  • La frustración y el enojo están relacionados pero no son lo mismo.
  • Usted puede ayudar a que su hijo aprenda a manejar los sentimientos de frustración y enojo.
Los niños con dificultades de aprendizaje y de atención podrían sentirse frustrados o enojados con más frecuencia que otros niños. Tal vez su hijo se esté sintiendo así a menudo o no sabe cómo expresarlo de manera constructiva. Eso puede ser un obstáculo para que aprenda, se sienta bien consigo sí mismo o logre sus metas. Como padre o madre, usted puede ayudar a su hijo a manejar mejor esos sentimientos, o incluso aprender a prevenirlos. La diferencia entre enojo y frustración La frustración y el enojo son emociones relacionadas, pero no son lo mismo. Su hijo podría sentirse frustrado cuando un obstáculo le impide obtener lo que quiere o lograr una meta. Eso puede hacerlo sentir vulnerable y molesto. El enojo es, por lo general, una respuesta a algo que él percibe como una injusticia, una amenaza o una humillación. Esto puede evocar el mismo sentimiento que la frustración pero es una emoción mucho más intensa. Él podría expresarla gritando, empujando, peleando o portándose mal. Si hay una característica que acompaña al paso por la adolescencia es la frustración. Adolescentes y preadolescentes se enfrentan a una nueva etapa difícil que puede complicarse mucho más si no cuentan con el apoyo y la comprensión de sus padres. Y teniendo en cuenta que pocos padres están preparados para la llegada de ese momento o, simplemente, les toma desprevenidos o se niegan (consciente o inconscientemente) a aceptar el cambio, el impacto sobre sus hijos puede ser importante. Los adolescentes se enfrentan a nuevos retos y no es de extrañar que a menudo se encuentren frustrados y/o confundidos. Ayudarles a superar el bache no es tan difícil… tal vez un poco sí que lo sea. En cualquier caso, es posible a través de algunas estrategias que el ayuden a tranquilizarse y calmarse. Veamos cómo conseguirlo.
  • La escuela puede ser frustrante para niños que tienen dificultades de aprendizaje y de atención, lo cual puede generar que cuestionen su importancia.
  • Cada vez que usted hable con su hijo sobre la importancia de la escuela, escuche más en lugar de hablar.
  • Cuando esté hablando con su hijo sobre sus preocupaciones relacionadas con la escuela, esté abierto a realizar los cambios que sean necesarios.
La escuela puede ser difícil para los chicos con dificultades de aprendizaje y de atención y, a medida que las clases se vuelvan más complejas al avanzar a grados superiores, las frustraciones e inseguridades de los estudiantes pueden aumentar considerablemente. Ser preadolescente o adolescente podría empezar a cuestionar la importancia de la escuela, o podría amenazar con abandonar la clase o la escuela. A pesar de lo preocupante que pueda ser, él no lo hace para exasperarlos. Existen muchas razones por las que su hijo puede sentirse de esa manera. Entender a qué está reaccionando puede ayudarlo a encontrar soluciones para hacer de la escuela un lugar más tolerable. Y lo que usted diga y cómo lo diga, puede cambiar la actitud de su hijo en lo que a eso se refiere.

En el mundo moderno acostumbramos a nuestros hijos a tenerlo todo y a que todo sea según sus deseos.

Como padre o madre, usted puede ayudar a su hijo a manejar mejor esos sentimientos, o incluso aprender a prevenirlos.

Frustración y enojo

Victoria Toro

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Los frutos del Sínodo

La "sinodalidad" - El "ícono de Emaús"

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¿Cuál crees que es el fruto más importante del Sínodo? El Primer Capítulo de la Tercera Parte hace la diferencia. Porque realmente va a la “sinodalidad”, que concretamente significa: “CAMINEMOS JUNTOS CON LOS JÓVENES”. No se trata de hacer “una opción preferencial para los jóvenes”, ¡sería muy poco!. Más bien es una elección de “sinodalidad”, en la cual los jóvenes, en un todo eclesial; reúne a cada bautizado. Ellos son los protagonistas. Nadie en la Iglesia es un mero “receptor”, todos tenemos algo que dar y recibir. ¡Los jóvenes han sido la clave que ha abierto las puertas de la “sinodalidad” en la Igesia! Este es un gran resultado, una novedad del Espíritu, que hace que todas las cosas sean nuevas. En este sentido también hablamos de “sinodalidad misionera”: es un término nuevo, profundo y simple. Afirma que la misión de la Iglesia debe partir de la calidad relacional de sus miembros, incluidos los jóvenes. Es hermoso el n° 118 del Documento Final, donde clarifica esta visión. “La puesta en práctica de una Iglesia Sinodal es el requisito indispensable para un nuevo impulso misionero. El camino de la “sinodalidad” es el camino que Dios espera de la Iglesia en el Tercer Milenio”. ¿Qué importancia tiene la elección del ícono de Emaús como hilo conductor del Documento Final?. Emaús ha sido señalado por la mayoría de los Padres sinodales como un referente privilegiado por ser una Iglesia importante hoy en día para los jóvenes. Las tres partes del Documento Final se refieren a los tres momentos del episodio [de Emaús]: Jesús caminando con ellos, los escucha pacientemente y los deja que se expresen desde su corazón confundido. Jesús anuncia y parte el pan, redirigiendo sus vidas. Los discípulos se van nuevamente y dan testimonio del encuentro con Jesús; es la historia de la Iglesia, de cada comunidad, de cada persona, de cada joven. El significado profundo de todo esto reside en un viaje que debemos hacer juntos con los jóvenes y con Dios, y Emaús es, por lo tanto, otra imagen de la “sinodalidad”. Rector Mayor nos comparte lo que hacía Don Bosco: 1.- Creatividad 2.- Acompañamiento en el camino de la vida 3.- El corazón de cada hijo tiene una llave, pero se abre desde adentro Nota La SINODALIDAD es una de las expresiones de la comunión eclesial, ya que el SÍNODO es una reunión de fieles cristianos que “CAMINAN JUNTOS”, y en ese MOMENTO CENTRAL DE LA VIDA DE UNA IGLESIA (Diocesana, Regional o Nacional), buscan renovar la vida de fe a partir de la escucha de la Palabra del Señor que interpela, cuestiona, invita a tomar decisiones, renovar estructuras, reforzar la unidad.

Los jóvenes como protagonistas

El profesor Pastori destaca que la realización de actividades deportivas fomenta en quienes las practican y también en los espectadores el respeto, la sociabilización y la predisposición al esfuerzo. Y además es sabido que contribuyen al cuidado de la salud y a la creación de hábitos.

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La clave según Aristóteles Fue Aristóteles quien dejó escrito que los hábitos buenos adquiridos en la juventud son los que marcan la diferencia. Es necesario un deporte bien enfocado donde se destaque el sacrificio, el trabajo, el espíritu de superación, la búsqueda de soluciones, la aceptación de unas reglas, el respeto, el acato de la autoridad, el sentimiento de formar parte de un equipo (bueno para la integración) y el aprendizaje de aceptar la derrota, el fracaso… Hemos de tener muy claro que es falso aquello que comentan algunos padres: “Mientras mi hijo practique deporte estoy tranquilo porque está haciendo algo sano”. Hemos de ser conscientes de la naturaleza ambivalente del deporte. La práctica deportiva puede ser fuente de educación, de salud, de integración, pero puede ser también motivo de ignorancia, enfermedad, violencia y exclusión. Estamos hablando ya de valores: humildad, espíritu de superación, esfuerzo, respeto… El deporte como tal no educa en valores, todo depende de la utilización que se hace de él. PEDRO MARCET Director pedagógico de la Fundación Marcet

Las Frustraciones

Liliana González María Jesús Älava

¿Qué hacemos bien y hacemos mal con nuestros hijos? Mirá la genial columna de Liliana González, y María Jesús Álava.

Frustrarse = aprender