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COMO DESARROLLAR UNA BUENA VOZ PARA HABLAR EN PÚBLICO

Habla más alto.

Pronuncia bien

Varía tu tono de voz

Grábate

Haz algunos ejercicios vocales

Habla más lento

Haz ejercicios de respiración profunda

Practica leyendo en voz alta

Sonríe cuando hables

Extraído de wikihow

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  • Es importante que te escuchen cuando hables, así que ¡alza la voz! Si susurras, murmullas o hablas con la cabeza baja, es más probable que los demás (incluido el jurado) te ignoren.
  • Sin embargo, esto no significa que tengas que gritar, sino que debes variar el volumen de tu voz según la situación. Por ejemplo, si te diriges a un grupo numeroso de personas, tendrás que hablar más alto para proyectar tu voz.

  • Es importante que bajes el ritmo al hablar pronunciando las palabras más lento y deteniéndote entre cada oración. Así enfatizarás lo que estás diciendo y podrás darte un respiro.
  • Por otro lado, no es una buena idea hablar demasiado lento. Esto puede ser monótono para tus oyentes y es posible que pierdan la paciencia y se distraigan.
  • El ritmo ideal para hablar es de aproximadamente entre 120 y 160 palabras por minuto. Sin embargo, si estás dando un discurso, es buena idea modificar la velocidad a la que hables. Hablar más lento te ayuda a enfatizar un argumento, y hacerlo más rápido transmite la sensación de pasión y entusiasmo.

  • Debes prestar mucha atención a cada palabra que digas para pronunciarla completa y correctamente.
  • Asegúrate de abrir bien la boca, relajar los labios y mantener la lengua y los dientes en la posición correcta cuando hables. Al principio puede sentirse extraño, pero si haces un esfuerzo constante para pronunciar las palabras correctamente, pronto te saldrá de forma natural.

Respirar profundo es clave para tener una voz agradable e intensa. Al hablar, la mayoría de las personas respiran demasiado rápido y no muy hondo, y por ello producen un tono nasal menos natural.

  • Tu respiración debe provenir del diafragma, no del pecho. Para saber si estás respirando bien, coloca tu puño sobre el abdomen, justo debajo de tu última costilla. Al respirar, debes sentir cómo se expande tu estómago y cómo tus hombros suben y bajan.
  • Practica tu respiración inhalando profundo para que tu vientre se llene de aire. Inhala durante 5 segundos y exhala durante otros 5. Acostúmbrate a respirar con este método y luego trata de usarlo todos los días cuando hables.
  • Recuerda que sentarte y pararte erguido, con el mentón levantado y los hombros echados hacia atrás, hará que respires más profundo y tu voz se proyecte con más facilidad. Además, te hará lucir seguro cuando hables.
  • Trata de respirar al final de cada oración. Si usas este método para respirar profundo, tendrás suficiente aire como para decir la siguiente oración sin detenerte para respirar. Así también les darás a tus oyentes tiempo para asimilar tus palabras.

Esto puede tener un impacto importante en la calidad de tu habla y la impresión que causes en tus oyentes. En general, hablar con voz temblorosa o inestable da la impresión de nerviosismo, mientras que una voz uniforme es más relajante y convincente.

  • Si bien no debes tratar de cambiar el tono natural de tu voz (no imites a Darth Vader), es bueno tratar de controlarlo. No permitas que el nerviosismo te domine y trata de lograr un tono más uniforme y completo.
  • Puedes practicar el control de tu tono de voz tarareando una canción o simplemente leyendo un texto breve en voz alta para ti mismo. Recuerda que no es necesario mantener el mismo tono en todo momento, ya que debes decir algunas palabras en un tono más agudo para enfatizarlas

La manera más eficaz de lograrlo es practicar mirándote al espejo, pero también hay otras opciones como estas:

  • Trata de soltar tu boca y relajar tus cuerdas vocales. Puedes hacerlo bostezando con fuerza, moviendo tu mandíbula de lado a lado, tarareando una canción y masajeando los músculos de tu garganta suavemente con los dedos.
  • Aumenta tu capacidad y tu volumen pulmonar exhalando por completo hasta quedarte sin aire en los pulmones y luego respirando hondo y manteniendo la respiración durante 15 segundos antes de exhalar de nuevo.
  • Trabaja en tu tono de voz diciendo “ah”, primero con tu tono normal y después con uno cada vez más bajo. También puedes hacerlo con todas las letras del abecedario.

Para mejorar tu pronunciación, ritmo y volumen, es una buena idea leer en voz alta.

  • Escoge un pasaje de un libro o una revista, o mejor aún, busca la transcripción de un discurso famoso (por ejemplo, el de Martin Luther King) y léelo en voz alta para ti.
  • Recuerda pararte erguido, respirar profundo y abrir bien la boca cuando hables. Si te sirve, puedes pararte frente a un espejo.
  • Sigue practicando hasta que estés satisfecho con lo que escuches. Después, trata de usar las mismas técnicas todos los días al hablar.

Aunque a la mayoría de las personas no les guste escuchar el sonido de su propia voz, es una buena idea grabarte hablando.

  • Esto puede ayudarte a fijarte en los pequeños errores que normalmente son difíciles de identificar, como errores de pronunciación o problemas de tono o ritmo.
  • Hoy en día, la mayoría de los teléfonos tienen una opción de grabación de voz que puedes usar para escucharte. También puedes usar una videocámara que pueda ayudarte a observar tu postura, contacto visual y movimiento de la boca.

La gente te juzgará a ti y al contenido de tu discurso de modo más favorable si usas un tono amigable y alentador, en lugar de uno agresivo, sarcástico o monótono.

  • Una buena forma de hacer que tu tono de voz sea más amigable es sonreír cuando hables. Ten en cuenta que esto no significa que debas tener una sonrisa amplia y exagerada; basta con curvar los labios un poco hacia arriba para hacer que tu voz suene más atractiva, incluso por teléfono.
  • Por supuesto, sonreír no siempre es apropiado, especialmente si estás tocando un tema serio; solo recuerda que introducir emociones en tu voz (sin importar cuáles sean) puede hacer maravillas.