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El frappé se disfruta mejor si está frío. Y aquí, queremos que ustedes conozcan más productos relacionados con la temática de nuestra película recomendada. En esta oportunidad, hablaremos de La decisión de Anne, también conocida como La decisión más difícil, una película estrenada en el año 2009 y protagonizada por Cameron Díaz y Abigail Breslin, dos grandes actrices de la industria norteamericana, que en esta oportunidad, recrean una situación que aunque resulta dolorosa, da cuenta del drama que tienen que vivir a diario muchas familias alrededor del mundo, una película, que lo pondrá a pensar. “El café del cinéfilo, un espacio para tomarnos el cine”.

El sabor de nuestro macchiato, en esta entrega de “El café del cinéfilo”, contiene un delicioso análisis de la película Verano 1993. Sin lugar a dudas, un film emotivo, que lleva al espectador por diferentes estados de ánimo, y que evidencia que la familia siempre será un apoyo para superar los obstáculos que la vida te propone. El drama es el componente principal de esta película que ha logrado varias nominaciones a diferentes premios internacionales de cine.

Bajo la premisa: una imagen vale más que mil palabras, queremos presentar a ustedes una infografía, que como un buen expresso, rápido, refrescante y delicioso, dé cuenta de la crítica realizada a nuestro film de esta quincena: Verano 1993, una película enfocada en la visión que los niños tienen del mundo, así como de la forma en la que afrontan las situaciones adversas que los lastiman. Un filme escrito por Carla Simón, quien también lo dirige, mostrando desde su experiencia y vivencias, lo que implica el proceso de la sanación del alma en una niña de seis años. “El café del cinéfilo, un espacio para tomarnos el cine”.

La más fina mezcla de café con chocolate, nos trae esta semana una combinación deliciosa, en donde Verano 1993, es el ingrediente principal. Con la actuación de Laia Artigas, que con tan sólo diez años, logra abrirse paso en la gran pantalla encarnando a Frida, la protagonista de la historia. Junto a ella están Bruna Cusí y David Verdaguer, dos actores con experiencia, recorrido y varios galardones. Una triada que demuestra por qué las capacidades histriónicas, enaltecen el séptimo arte. “El café del cinéfilo, un espacio para tomarnos el cine”.

Nuestro capuchino de esta semana es Estiu 1993, o como se conoce en el mercado latinoamericano: Verano 1993, dirigida por la española Carla Simón, quien en esta oportunidad nos presenta su primer largometraje. Aunque parece nueva en el gremio, ha estado en la escena cinematográfica desde el año 2009, presentándonos cortometrajes de ficción y documentales como: Las pequeñas cosas (2014 – Reino Unido) y Born Positive (2012 – Reino Unido). Sin lugar a dudas, una mujer dotada con una visión multidimensional de la vida, las acciones y la ley de causa – efecto. Verano 1993: aceptando los cambios Por. Alejandro Gómez Guzmán · Título: Estiu 1993 – Verano 1993 · Género: Drama · Tipo: Basada en hechos reales · Duración: 97 minutos · Año y País de origen: 2017 – España · Director: Carla Simón (Barcelona – España) · Guionista: Carla Simón · Protagonistas: Laia Artigas - Bruna Cusí - David Verdaguer La infancia tiene sus propias maneras de ver, pensar y sentir; nada hay más insensato que pretender sustituirlas por las nuestras. Jean Jacques Rousseau (Filósofo francés). Creo que para ninguna persona, es un secreto que la visión que los niños tienen del mundo, es diferente a la percepción y a los ojos con los que miramos las situaciones los adultos. En este filme español, se juega con eso, con las emociones y sentimientos que pasan por la mente de una niña de seis años que es huérfana de padre y madre, y que debe adaptarse a un nuevo entorno, a un mundo que le es ajeno y que la obliga a reformular su vida, sus afectos, su comportamiento y su visión del futuro. Estamos en un momento en el que el audiovisual se está volcando hacia las historias reales, hacia las tramas que logran generar solidaridad por parte de los espectadores, y en esta oportunidad, la directora y guionista Carla Simón, logra entretenernos con su historia de vida, narrando un hecho que la marcó para siempre y que vemos reflejado en la película Verano 1993, con la que ganó el Premio Goya a la Mejor dirección este 2018. Desde una perspectiva personal, es un producto que me remite a pensar en mis propios dramas infantiles, en ese momento de la vida en el que sentía que el mundo debía girar en torno a mis deseos y a mis caprichos; a ese momento en el que el futuro no me importaba y sólo deseaba vivir jugando. Desde su experticia, Simón ha demostrado ser una mujer innovadora y realista, que genera productos cargados de emociones; en este caso, formular a “Frida”, la protagonista, parece haber requerido de una introspectiva interesante, en donde la realidad debe verse reflejada en la pantalla, para así consolidar un personaje multifacético y cargado de altibajos, con una salvedad, mostrarse desde la diversidad de cualidades y defectos que puede tener una niña que ha perdido su mundo. Aquí, se resalta la calidad de un buen guion, en donde los silencios son importantes; y la puesta en escena enriquece el relato. Dentro de la calidad actoral, destaco la interpretación de Laia Artigas, quien con tan solo diez años, demuestra que algunas personas nacieron dotadas con el histrionismo, al presentar a una pequeña confundida, pero llena de carisma, que logra producir en los espectadores amor u odio según avanza la historia. Junto a ella están Bruna Cusí y David Verdaguer; la primera, fue ganadora del Premio Goya a la Mejor actriz revelación en este 2018, mostrando que sus interpretaciones gozan de calidad; mientras que el segundo, ganó el Premio Goya al Mejor actor de reparto en el mismo año. Aunque los dos personajes, son los tíos que “adoptan” a la niña, el peso recae en Cusí, quien debe sacar a flote su amor de madre, para exhumar los sentimientos que Frida intenta ocultar. Aunque la formulación del film corresponde a un entorno propio de los años 90’s, la puesta en escena es actual, con vestuarios que no se perciben tan vintage’s como se podría creer, pero sin llegar a perder su esencia de evocar una época de recuerdos. Los paisajes catalanes, dejan que los espectadores se pierdan en un mundo rural que, guardadas las proporciones, podría apreciarse en cualquier rincón geográfico. No obstante, la particularidad de los paisajes montañosos, permite visibilizar un entorno semidesértico, pero a la vez, con arquitecturas antiguas y bastante europeas. En la formulación de la trama, se aprecia un subtexto bastante claro y que propone el apoyo de la familia, como un flotador que debemos usar para sobreponernos en los momentos difíciles. Para finalizar, quisiera aclarar que aunque es una película que por momentos se siente lenta, tiene picos emotivos, así como instantes propicios que producen carcajadas en la sala, llevando a que el público transite por un camino de odios y amores hacia los personajes. La invitación queda abierta y las palomitas lo esperan, así que ya lo sabe, visite un cine para ver: “Verano 1993”. “El café del cinéfilo, un espacio para tomarnos el cine”.