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Principios básicos

para mejorar tus finanzas

Tiempo a tus finanzas

Elimina deudas

Arma tu presupuesto

Endéudarse para ganar

Ahorra con una meta

Haz que tu dinero crezca

Diferencia deseos y necesidades

La realidad es que construir un patrimonio requiere disciplina, constancia y ante todo, que le dediques tiempo. Dedica por lo menos una hora por semana a revisar y analizar tus finanzas. Comienza por calcular el valor de tu patrimonio: para ello, resta al total de tus activos (aquello que posees, como dinero en efectivo, cuentas de cheques, bienes inmuebles, automóviles, muebles, etc.) todos tus pasivos (préstamos, créditos, saldos de tarjetas de crédito, etc.). Este ejercicio te ayudará a reconocer en qué posición financiera te encuentras.

Endeudarse, significa comprometer ingresos futuros. ¿Algún ejemplo? No poder invertir el dinero para que genere intereses o aprovechar esa rebaja del 50% en la sala que necesitamos. Aprovecha los aumentos de sueldo, bonos, aguinaldos o fondos de ahorro que recibiste a fin de año para quitarte deudas de encima. Si el nivel de tus pasivos es tal que te sientes en una situación sin salida, pide ayuda.

Ayúdate con un presupuesto personal. Comienza apuntando durante un mes todos tus gastos. Entre más detalles tengan, mejor podrás darte cuenta de cómo debes modificar su patrón de consumo. Te sorprenderás de todo lo que gastas en cosas sin importancia. Luego suma los gastos fijos, ya sean mensuales (alquileres, teléfono, colegiaturas) o aquellos con una periodicidad trimestral, semestral o anual (impuestos, seguros, etc.), de los que debes calcular su cantidad mensual correspondiente. Una vez consolidados tus gastos, analízalos y elimina aquellos que consideres superfluos.

Endeudarse implica una gran responsabilidad, así que reflexiona mucho antes de hacerlo. Solicita un crédito para adquirir bienes como un auto o una casa "que te ayuden a consolidar tu patrimonio", pero evita hacerlo para comprar electrodomésticos o tomarte esas vacaciones que están lejos de tus posibilidades. Al recibir tus ingresos, y para evitar tentaciones, lo primero que tienes que hacer es separar la cuota del crédito que debes pagar en determinado periodo.

El dinero debe ser un medio para ayudarte a alcanzar un objetivo, y no un fin. Tu objetivo puede ser desde cambiar el modelo de tu auto el próximo año hasta entregar el enganche de tu departamento en tres años. Una vez establecida esa meta, y con base en tu presupuesto, debes diseñar un plan financiero para alcanzarla que incluya los siguientes puntos: - Objetivo de la inversión (¿para qué quiero el dinero?).- Plazo (¿en cuánto tiempo quiero reunirlo?).- Capital inicial (¿con cuánto dinero puedo empezar?).- Instrumentos de inversión (¿cómo voy a maximizar el rendimiento de mis ahorros?).

No dejes tu dinero debajo del colchón y haz que te genere un rendimiento, aunque sea mínimo. No sólo puedes invertir en instrumentos financieros, sino también en un bien de capital para iniciar el negocio propio o hasta en ti mismo, que siempre soñaste con hacer ese diplomado en mercadotecnia para conseguir un mejor empleo.

Una vez usted logra comprender la diferencia entre estas dos palabras e identificarlas en su día a día, sus hábitos financieros mejorarán notablemente.