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CEFIRE ESPECÍFICO DE EDUCACIÓN INCLUSIVA

@chococharlas

#CHOCOCHARLA INCLUSIVA

4 de dicembre de 2017

INCLUSIÓN

La inclusión es el reto que tienen la escuela y la sociedad para hacer que todas las personas puedan ser “ciudadanos de primera”

  • María Eugenia Pérez https://planetahiedra.com/entrevista-maria-eugenia-perez-diversidad

DOCUMENTOS

Para realizar esta charla en torno a dulces chocolateados nos centraremos en algunos documentos que hemos visto recientemente en nuestro centro:

NECESIDADES DETECTADAS EN LOS CENTROS

NUEVOS MODELOS DE FORMACIÓNImbernón y otros.

3. Formación permanente del profesorado para nuevos escenarios educativos La formación permanente del profesorado es una necesidad creciente y es reconocida como un derecho y un deber que se extiende a todas las funciones que pueden ejercer los docentes. Y tiene que formar parte intrínseca de la profesión introduciendo esta necesidad desde los inicios de los estudios de profesorado. Los centros de profesorado y recursos han sido eliminados o disminuidos en su mayor parte debido a los recortes y la formación permanente se ha resentido considerablemente. En muchos casos la formación se ha convertido en fuente de financiación para organismos de diversos tipos y se han abandonado muchos proyectos de formación en centros a causa del incremento de la carga horaria del profesorado y la disminución del presupuesto. a) La orientación de la formación permanente Se tendría que potenciar y reconocer las actuaciones del conjunto del profesorado (más facilidades para la constitución de grupos de trabajo, proyectos de investigación e innovación educativa, potenciación de redes profesionales y de comunidades de formación y educación) y de los centros comprometidos en su proyecto docente (Formación en Centros, Planes de Autoevaluación y mejora...). El profesorado tiene el deber de desarrollar su acción de acuerdo con los criterios metodológicos que se consideran aceptables, de los enfoques actuales asentados en las prácticas innovadoras e investigadoras y en los conocimientos sobre la profesión. Una parte de la formación debería ser obligatoria y compatible con el horario laboral del profesorado, para lo cual éste debe tener la proporción adecuada con relación al horario laboral total. En reciprocidad el profesorado debería:

  • Recibir periódicamente formación teórico-práctica en el curso de su desarrollo profesional en un sentido amplio.
  • El derecho a la estabilidad en sus destinos, a fin de evitar la excesiva movilidad y la imposibilidad de constituir equipos estables y coordinados en los centros.
  • El derecho a disponer de autonomía en el desarrollo de su profesionalidad deberá ir parejo a la mejora de sus condiciones laborales, contabilizando en su horario todas las tareas que les son encomendadas para desempeñar correctamente sus funciones. Tener más dedicación, ejercerla en condiciones más difíciles, promocionar profesionalmente, participar en proyectos de innovación o de investigación, tener buenas evaluaciones, participar en la formación del profesorado, publicar, desarrollar funciones no docentes... son méritos que deben reconocerles a quienes las realicen.
Las políticas sobre el profesorado no se deben limitar únicamente a las aulas y en los centros, puesto que la profesionalización laboral del colectivo hoy en día está vinculada también a causas sociales. Necesitamos abrir vías de comunicación entre los y las profesionales que trabajan en el sistema educativo. Crear redes virtuales y presenciales de profesorado en las cuales se sirvan de la experiencia compartida. Reconsiderar la importancia de disponer de instituciones que estabilicen el desarrollo profesional docente y los programas de formación permanente. Es necesario que se produzca una reconceptualización colectiva de la profesión, de sus funciones, en fin, de su profesionalización. Ello supone una orientación de la formación hacia un proceso que provoque una reflexión basada en la participación (aportación personal, no rigidez, motivación, metas comunes, normas claras, coordinación, autoevaluación) y mediante metodología formativa basada en casos, intercambio, debates, lecturas, trabajo en grupo, incidentes críticos, situaciones problemáticas...) y exige un planteamiento crítico y no domesticado de la formación, un análisis de la práctica profesional desde la perspectiva de los supuestos ideológicos y actitudinales que están en su base. b) Las modalidades formativas Debería reducirse la formación estándar mediante cursos donde el contexto escolar desaparece para dar una actualización genérica al profesorado. La formación estándar puede servir para aspectos muy generales e informativos pero no para provocar la innovación educativa. La formación en las instituciones educativas sería una respuesta factible para producir el desarrollo personal, profesional e institucional y permite crear condiciones óptimas para que el profesorado se profesionalice de forma innovadora. El concepto actual de formación va implícito en el de desarrollo del centro escolar. La formación en la institución educativa significa realizar una mejora del centro. Es la interiorización del proceso de formación, con la descentralización y generada por el mismo colectivo en el centro educativo, ya que el profesorado participa en el diseño y gestión de su propia formación, o sea es sujeto de formación. Una de las fuentes de mayor satisfacción y revitalización del profesorado puede ser la generación de procesos de mejora profesional a través de la puesta en marcha de innovaciones y dinámicas de cambio a los centros educativos, que, por lo tanto, beneficiarán a la colectividad. Teniendo en cuenta el seguimiento del impacto de la formación en el centro. El profesorado debe ser un agente curricular reflexivo y crítico, lo cual tiene que permitirle tomar decisiones a los centros de manera autónoma, desarrollar el currículum de forma descentralizada y elaborar proyectos y materiales curriculares, situando el proceso en un contexto específico, el centro y colaborar con otros profesionales y en otros escenarios de aprendizaje. El personal educativo hace mucho tiempo que ya no es sólo profesorado. En la medida que los centros educativos evolucionen hacia la inclusión y asuman determinadas funciones de liderazgo en la construcción comunitaria, se hace más necesaria la colaboración con otros perfiles profesionales: orientación, apoyo a necesidades específicas del alumnado, educación e integración social, vertebración de la educación en el ocio, etc. La indagación sobre la práctica es un potente procedimiento para la formación del profesorado gracias a la acción cooperativa que implica el trabajo en equipo, mediante el cual el profesorado orienta, corrige y evalúa sus problemas y toma decisiones para mejorar, analizar o cuestionar la práctica social y educativa. El profesorado se forma y desarrolla cuando adquiere un mayor conocimiento de la compleja situación en la que su enseñanza se desenvuelve. Para esto, debe unir en una amalgama, teoría y práctica, experiencia y reflexión individual y colectiva, acción y pensamiento, tanto para su desarrollo personal como profesional. La formación permanente es una tarea colectiva y no aislada. Y el puente de unión son los proyectos comunes y la indagación colaborativa de forma conjunta en el centro escolar y en el contexto donde este trabaja. La formación tiene que contribuir a mejorar el proceso de enseñanza aprendizaje, al desarrollo institucional de los centros en el contexto y promover una nueva cultura profesional. El profesorado que se siente parte de un proyecto organizativo y curricular, que percibe el centro como proyecto propio y que participa abiertamente en sus decisiones... considera el tiempo extra que le dedica al centro, a la tarea profesional... una inversión en ellos mismos y no le importa actuar de esta manera, una y otra vez. c) La organización de la formación permanente La estructura organizativa de la formación permanente y el papel de los formadores y formadoras también tendrían que cambiar en la formación permanente del profesorado. Se tendrían que convertir, por una parte, en dinamizadores y, por otra parte, ayudar y potenciar a crear una estructura flexible de la formación. A partir de la mitad del siglo XX una de las acciones políticas más mayoritarias en todos los países fue la creación de centros de profesorado, de maestros y maestras, de desarrollo profesional o similar. Ello comportaba una descentralización de la formación y contar con personal especializado en esos centros para ayudar a las políticas de formación permanente. Actualmente ese modelo organizativo continúa siendo válido a pesar de las críticas que ha ido recibiendo, aunque es cierto que necesita una revisión a fondo para recomponer lo que no ha funcionado y reestructurar, de acuerdo con los nuevos tiempos, lo que sí funcionó. Uno de los cambios que beneficiarían a las políticas y a las prácticas de la formación permanente en los territorios sería continuar creando instituciones de formación cercanas al profesorado, pero deberían reunir todos los servicios educativos del territorio para establecer una coherencia en las políticas de formación del profesorado y poder ofrecer ayuda y acompañamiento a la formación. Sería la creación de centros integrales de profesorado.

LA FORMACIÓN DEL PPORFESORADO PARA LA EDUCACIÓN ENCLUSIVA.David Durán Gisbert y Climent Giné Giné

CUESTIONES A TRATAR

¿CÓMO LLEVAMOS A LOS CENTROS EL CONCEPTO DE "INCLUSIÓN"? ¿El término y su implicación es entendido en general por la sociedad?

TENIENDO EN CUENTA LAS DEMANDAS DE LOS CENTRO...¿CUÁL SERÍA NUESTRO PAPEL COMO CEFIRE?

¿QUÉ ACCIONES CONSIDERAMOS PRIORITARIAS PARA PODER LLEVAR A CABO NUESTRA FUNCIÓN DE FORMADORES DEL PROFESORADO?

¿QUÉ OTRAS CUESTIONES CREES INTERESANTE COMENTAR?

CONCLUSIONES

Con todo lo recogido en esta #chococharla, elaboraremos una entrada para el blog:

https://tertuliasconsaborachocolate.blogspot.com.es/

¡GRACIAS!!