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“Ser bombera es muy bonito. A pesar de los daños materiales que provoca un incendio y de que da tristeza porque a veces hay fallecidos, podemos brindar un apoyo en ese momento y me hace sentir bien”.Oriunda de un campo de Azua, Noemí Díaz relata que cuando no está trabajando en una emergencia, sirve como asistente en el Departamento Técnico de la Estación de Bomberos General Daniel A. Kranwinkel, ubicada en Santo Domingo Este. Esta licenciada en Contabilidad y madre de dos niños, asegura que como bombera puede desempeñar cualquier trabajo que realice uno de sus colegas. “Como mujer puedo desempeñar cualquier trabajo que realice un hombre, si tengo que agarrar una hacha del camión o una mototrozadora puedo hacerlo porque ya estoy capacitada”, explica a Diario Libre mientras se coloca su traje con un peso aproximado de 40 libras. A Noemí le apasiona lo que hace, no piensa en bajos salarios, ni en que es una profesión difícil. Su inspiración-dice-nació de su vocación por ayudar a las personas. Cuando se produce un fuego, siempre dice: ¡estoy lista para sofocarlo!

Noemí Díaz, 29 años

Bombera

Tenía un tiempo buscando empleo y no encontraba, por lo que acudió a la Oficina Metropolitana de Servicios de Autobuses (OMSA) por un anuncio de oferta de trabajo. Durante un mes tomó los entrenamientos y así se comenzó a desempeñar en esta área donde los protagonistas eran los hombres. “Luego comencé a manejar patanas. Nunca había subido a una ni siquiera de pasajera. Con ellas, la responsabilidad es mayor, implica habilidad y actitud”, enfatizó Cruz. Admite que ha sido discriminada. Tanto a ella como a su amiga Ailin Santana, también camionera, le dicen “intrusas”. “Tuve un compañero que me decía: este es un trabajo para hombres, tú le estas quitando la comida a un hombre que puede llevar el sustento a su casa. Y yo le respondía que también tenía una familia de mantener”. La “reina del sur” como la conocen en esta área por sus viajes constantes a esa región, explica que tiene la capacidad de manejar sin descanso por siete horas una patana de doble cola. Su viaje más largo: Pedernales. “Creo que las mujeres trabajamos con más responsabilidad, el vehículo se conserva más y manejamos tan bien o mejor que un hombre”, confiesa esta audaz mujer, madre de tres niños. Esmeralda lleva diez años manejando vehículos pesados. Antes, era estilista.

Esmeralda Cruz, 35 años

Patanista

Se interesó por la mecánica durante su adolescencia. En la actualidad estudia Ingeniería electromecánica en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD). Trabajando el oficio lleva alrededor de cuatro años, pero dominando los conocimientos del área, siete. “Me ocupo del diagnóstico y reparación de los componentes de inyección y turbo cargadores, hago todo lo que tiene que ver con el laboratorio. También realizo el diagnóstico y chequeo de los vehículos fuera. Estoy capacitada para el armado y desarmado de motores, reparación de motores, de los componentes, localización y diagnósticos de fallos, sistema eléctrico, de refrigeración”, detalló. Relata que ha sufrido discriminación por ser mujer. Al principio no encontraba un empleo. “Me llegaron a rechazar en entrevistas de trabajo solo por ser mujer y cuando comencé a trabajar los clientes no querían que yo los atendieran, entendían que por ser mujer no les iba a resolver, ya ahora es diferente, ahora solicitan mi trabajo”. “Siempre he dicho que así como un hombre puede hacer el trabajo de una mujer, nosotras podemos hacer el trabajo de ellos”.

Jeannirys Lugo, 23 años

Laboratorista diésel- Mecánica

Su pasión por los aviones surgió cuando era niña. “Como me llamaban la atención los aviones yo quería estar en ellos, pero no sabía que habían mujeres piloto y decía que quería ser azafata, luego me dije: no, yo quiero estar al mando de los controles, entonces supe que era lo que quería ser”, relató Núñez a este medio. A esta maeña le tomó alrededor de tres años formarse en la aviación. En esa área existen solo cuatro mujeres en el país con licencia comercial, pero en la actulidad Lissette es la única que vuela aviones de gran capacidad. “Comencé a pilotear en el año 2005 y me decían: tú crees que vas a conseguir trabajo en esa área, y yo decía: no sé si me lo van a dar o no, pero ese no va a ser una limitante para que yo deje de hacer lo que me gusta, en el camino veré”, manifestó. Sin embargo, cuando terminó sus estudios de inmediato consiguió empleo en una compañía de vuelos nacionales, pero se trataba de aviones pequeños.“La razón por la que creo que pocas mujeres se interesan en la aviación es porque es una carrera que requiere estar fuera del hogar, pero no existe diferencia entre hombres y mujeres para pilotear. Hay hombres que aun siendo esa área dominada por ellos quizá no tienen el mismo desempeño, es decir, no tiene que ser un hombre para hacer bien el trabajo”, precisó. Pide a las mujeres que no se pongan límites, que no se limiten a soñar, y que se empeñen en dar los pasos necesarios para llegar a la meta.

Lissette Núñez

Piloto de avión

Su interés por ser piloto de carros surgió a los 15 años. Le intrigaba vivir en “carne propia” la “fantástica” experiencia que los corredores de autos describían. “Desde niña visitaba el autódromo porque mi padre es piloto de carros y siempre me preguntaba cómo sería. Cuando me monté por primera vez me gustó y dije: ahora quiero correr”, manifestó a Diario Libre. Correr autos lo hace como un pasatiempo. Sus principales horas las dedica a terminar sus estudios universitarios en Mercadeo. En la actualidad trabaja en el área de investigación de mercados. “Pilotear autos ha sido un reto, he demostrado mi capacidad. Pienso que ambos sexos pueden hacer este trabajo, es un deporte que te permite competir de tú a tú entre hombres y mujeres, y sin ninguna duda la mujer puede desarrollarse y ser competitiva”, manifestó. En el Día Internacional de la Mujer les instó a desarrollarse en lo que les gusta sin dejarse intimidar, recordando que pueden ser capaces de hacer lo que quieran ya que en términos profesionales, hombres y mujeres pueden hacer lo mismo.

Ileana Fernández, 25 años

Corredora de carros