Cómo se condiciona la autoestima

Mejora tu efectividad mejorando tu afectividad (I)

By @juanpsanchez

El germen suele estar en la falta de reconocimiento y apoyo por parte de las figuras de autoridad (padres, profesores y, más tarde, jefes), donde solo se señalan fallos y errores.

Mi ego se va construyendo con andamios y materiales de baja calidad, huecos y poco resistentes que me impiden despegarme del suelo y volar, a pesar de mi capacidad.

Esos miedos facilitan pensamientos circulares, automáticos, negativos, frecuentes e improductivos que refuerzan el miedo y activan otras emociones desagradables, dando vueltas una y otra vez sin parar como si de una noria se tratase.

Ello nos lleva a subir en una especie de "Tiovivo" donde el estrés excesivo y crónico, irritabilidad, insomnio, problemas de atención, preocupación excesiva, desconfianza e hipervigilancia, se suceden una y otra vez sin parar.

Pero trata de conseguir "el ticket de compra" de manera errónea y desmedida fuera de sí mismo (las redes sociales son un medio extraordinario para ello), sin darse cuenta que debe empezar por proporcionárselo él mismo.

Mi ego no se desarrolla saludablemente y se queda inmaduro, insatisfecho emocionalmente.

Así voy instalando e interiorizando un sentimiento de poca valía y una necesidad creciente de satisfacer los deseos de los demás con la finalidad de ser aceptado.

Los 3 miedos irracionales de mi ego más comunes, son:

• Equivocarse y no triunfar
• Que le señalen (el qué dirán)
• Que le excluyan

El miedo y otras emociones desagradables nos predispone a:

• Victimizarnos
• Desvalorizarnos
• Resignarnos
• Intimidarnos

• Agredir (verbal o fisicamente incluso)
• Culpar a los demás de nuestros problemas
• Actuar con prepotencia
• Magnificar o exagerar cualquier cosa

En realidad lo que mi ego está buscando es:

• Aceptación
• Atención
• Respeto
• Apoyo
• Afecto

En la edad adulta eso me lleva a la autoexigencia excesiva, autocrítica dañina, aislamiento o refugio en conductas desadaptativas (comer y/o trabajar en exceso, evitar nuevos aprendizajes, intoxicar el clima de mi equipo y que huya el talento, etc.).

Nuestros resultados laborales se pueden ver perjudicados, especialmente si tenemos responsabilidad sobre otras personas, o somos emprendedores. A su vez ello nos lleva a mayor sensación de insatisfacción y de falta de valía, preocupación, ansiedad, estrés crónico... Y vuelta a empezar en una espiral negativa, sin fin, que se refuerza.

Mi sentimiento de valía "se va pinchando" sutilmente y desinflando poco a poco.

Como mi ego se siente vulnerable, se agarra a un miedo "irracional" para protegerse, tratando de seguir pedaleando para no perder el equilibrio y "caerse".