Want to make creations as awesome as this one?

Transcript

50 aniversariodescubrimientodama de baza

Vista aérea de la necrópolis de Basti. ADROHER et al, 2013.

Creative Commons Attribution 4.0 International La tumba es una cámara excavada en la roca, con forma cuadrada con unas dimensiones de 2.60 x1.80 m. La Dama se sitúa en el lado norte en una posición más o menos central, buscando la simetría. Las armas que la acompañan se depositan en el centro frente a ella, y el resto del ajuar se distribuye por la zona este. En cada esquina se practicó una horadación cilíndrica que confiere a la planta la forma del lingote chipriota, y a los pies de cada esquina se colocó un ánfora con la boca orientada hacia ella. En la tumba, se encontró también un ajuar compuesto por lujosas cerámicas y cuatro panoplias de guerrero, depositadas a sus pies como ofrenda y testimonio de los juegos bélicos que se celebrarían en sus honras fúnebres, como si de un héroe guerrero se tratara. Además, la utilización de ciertos símbolos divinos, como el respaldo del sillón con apéndices en forma de alas y el ave que lleva en la mano, refuerzan la vinculación con la esfera divina de esta poderosa mujer, probablemente reconocida por su grupo familiar como la antepasada fundadora de su linaje aristocrático. Inciden en la antigüedad de este linaje, la tipología y la decoración de las piezas cerámicas del ajuar, que recuerdan al mundo orientalizante. Fue la presencia de armamento lo que llevó a pensar en la existencia de un personaje masculino, un guerrero, que fue enterrado, rodeado de honores, junto a una estatua dedicada a la Diosa Madre. Sin embargo, los avances en las técnicas arqueométricas y de análisis -más profundos y comparativos- permitieron conocer más sobre la propiedad de la tumba. Se estudiaron los elementos de ajuar asociados a ella y se analizó el hueco usado para las cenizas, lo que permitió confirmar un uso similar en la Dama de Elche. Pero fue el estudio de los huesos el que significó un antes y un después en la interpretación arqueológica asociada al mundo de la muerte y el género: el análisis antropológico mostró que los restos pertenecían a una mujer que murió en torno a los treinta años. Datos extraídos: Manu Torres, arqueólogo y gerente del Centro de Interpretación de las Tumbas Principescas de Toya y Hornos. "La tumba que da vida a una dama"

Figura sedente, entronizada, que fue esculpida en el mismo bloque pétreo. Estucada y pintada en tonos rojos, azules, blancos y negros, presenta una oquedad en su costado derecho dentro de la cual se depositaron los restos cremados de una mujer. Destacan las manos sobre las rodillas: la derecha simplemente apoyando la palma y la izquierda, cerrada, aprisiona un pichón pintado de color azul. Detalle de la Dama de Baza. Pajarillo azul. Foto: Ángel Martínez Levas. Archivo CERES. Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. La figura se cubre con un manto también de color azul decorado, además, con una banda triple ondulada en el borde, de color rojo. Dicho manto, que cubre la figura de la cabeza a los pies, se estructura en pliegues rígidos geométricos dando idea de movimiento. Por debajo, lleva una túnica y dos sayas y calza babuchas. Los pies descansan sobre un cojín. Toda la figura reposa en una basa cuadrada. El tocado consiste en una tiara alta, ceñida a las sienes, rematada en la frente con tres pliegues, el último de los cuales simula una diadema de cuentas. Por debajo asoma el cabello pintado en negro, dividido en bandas y con dos rodetes a ambos lados de la cara. El rostro y las manos están pintados en rosa, los labios más intensos, y los ojos negros con pestañas marcadas. Se adorna con pendientes troncopiramidales con flecos, cuatro gargantillas en el cuello y dos grandes collares, uno de lengüetas y otro de anforillas muy esquemáticas. Lleva, además, cinco ajorcas lisas en una mano, dos en la otra, y cinco anillos en la mano izquierda. El trono es del tipo alado con brazos y con dos patas delanteras en forma de garra, pintados en marrón, imitando quizá un modelo de madera. Ángel Martínez Levas. Archivo CERES. Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. La Dama se interpreta como la representación de una mujer perteneciente a la aristocracia de la ciudad de Basti, heroizada mediante un destacado ritual funerario.Su singularidad reside en su función como urna cineraria y en los elementos de carácter simbólico que la acompañan: el sillón alado, símbolo de la divinidad y el pichón que lleva en la mano, interpretado como nexo entre la mujer mortal y la diosa que actúa de protectora tanto del ave como de los huesos de la difunta.La tipología y decoración de las piezas cerámicas del ajuar remiten al mundo orientalizante, incidiendo en la antigüedad del linaje de la difunta. El ajuar metálico, compuesto por cuatro panoplias de guerrero depositadas a los pies a modo de ofrenda, se interpreta como reflejo de las honras fúnebres celebradas con luchas de guerreros. Datos de la ficha catalográfica. Departamento de Protohistoria y Colonizaciones del MAN. Ceres

https://www.youtube.com/watch?v=xCXk7McyqWE

La Dama de Baza fue descubierta el 20 de julio de 1971 por Francisco Presedo en el Cerro de Santuario en la antigua Basti. Aquella mañana el arqueólogo Francisco Presedo se encontraba excavando la tumba 155 de la necrópolis cuando vio aparecer una cabeza pintada entre la tierra. La escultura representa a una mujer perteneciente a la aristocracia local y apareció rodeada de un rico ajuar de piezas de cerámica, bronce, hierro, piedra y concha. Se trata de una escultura sedente que se concibió como urna cineraria. El hallazgo dio pie a un pleito con los dueños del terreno excavado sobre la propiedad de la pieza que finalmente fue resuelto a favor del Estado.

Pincha el siguiente enlace